Capítulo 92 EPÍLOGO.

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POV.ANASTASIA

Cinco años después

Estoy sentada en una franela de picnic y levanto la mirada al claro cielo de verano, mi vista enmarcada de flores de pradera y altos pastos verdes. El calor del sol de esta tarde de verano calienta mi piel, me relajo, mi cuerpo se siente muy a gusto.

Esto es maravilloso, saboreo de cada momento, un momento de paz, un momento de puro y completo contento.

Sonrio.

Debería sentirme culpable por sentir esta alegría, esta plenitud, pero no es así. La vida justo ahora es buena, y he aprendido a apreciarla y vivir el momento, con mi esposo y mis hijos. Todo lo que sucedió cuando conocí a Christian me ha dado mucho que pensar creo que el destino nos unió. Y ahora estamos casados somos padres y vivimos bien.

Alex y Teddy ya tienen 5 años. Son la adoración de sus abuelos y bisabuelos, también la de sus tíos. Siempre le suelen hacer travesuras a Sawyer y también a Lupita. Ellos quieren mucho a mis pequeños traviesos.

Me retuerzo mientras mi mente divaga hacia el delicioso recuerdo de la noche pasada en nuestro hogar. Christian repartía besos húmedos desde mi cuello y por encima de mi hinchada barriga en un doloroso y alargado paso.

-¿Has tenido suficiente, Ana? -susurra Christian en mi oreja. Estoy de pie deleitándome de sus besos.

-Oh, por favor no juegas limpio-susurro rogando.

-Señora Grey- susurra, y sus dientes tiran de mi lóbulo. -Nunca juego limpio y menos cuando se trata de usted. -desliza sus dedos dentro de mí. Gruño. -Oh, nena estas tan lista -sus dedos se deslizan adentro y fuera.

Golpeando ese lugar, ese dulce lugar de nuevo.

-Oh, Christian, por favor ponla dentro ya -suplico.

Mueve sus manos y las dirige a mis senos. Me tenso. Están muy sensibles.

-Tranquila nena -dice y acuna uno, de mis seños y gentilmente roza su pulgar sobre mi pezón.

-¡AH...! -el placer es más cuando comienza a mover su mano libre abajo, abajo... muy abajo. Echo mi cabeza atrás, levantando mis caderas a su mano, y gimo una vez más.

-Me gusta escucharte -susurra Christian. Su erección está en mi cadera es todo un placer sentirla. Sus dedos continúan su asalto implacable dentro, afuera, manteniendo el ritmo.

-Ya deja de jugar y ponla. -gruño

-¿Debería hacerte venir de esta forma? - pregunta con voz ronca.

-¡NO! - sus dedos dejan de moverse dentro de mí.

-¿Enserio señora Grey, esto depende de ti? -sus dedos se aprietan en mis pezones.

-Ah, por favor- ruego

-¿Qué quieres Anastasia?

-A ti, siempre Todo tú -añado, sin aliento. Sus ojos grises queman en los míos. Mueve mi cabeza a un lado y desliza sus labios por mi cuello y luego hacia mi oreja.

Me sostiene contra él.

-Quiero tu boca -su voz es suave y seductora. Mi cuerpo excitado y listo, se aprieta muy dentro. El placer es dulce y crudo. Gimo y lo beso duro, mi lengua invade su boca, saboreándolo y degustándolo. El gruñe y toca mi sexo con su mano.

Después acaricia mi barriga de embarazada.

Cuando levanto la mirada el me observa fijamente sus ojos oscuros, sus labios están separados. El inhala profundamente. Y lo vuelvo a atrapar con mi boca. Amo hacerle esto a Christian. Sonrio.

Cree en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora