Cree en mí

Capítulo 40

POV.ANASTASIA

Perezosamente me despierto encontrándome con una mañana increíble. El sol se expande por mi ventanal, hay una vista increíble del bosque, me levanto y me estiro un poco moviendo mis brazos y piernas, si no fuera porque tengo que ir a trabajar me quedaría en la cama.

Camino a la ducha, me tomo mi tiempo y me relajo mientras el agua recorre mi cuerpo, luego cierro la llave y me cubro con una toalla. Camino a mi armario y escojo un atuendo cómodo, una vez lista me observo en el espejo viendo a una castaña de ojos azules con piel pálida. Ya han pasado algunos meses desde la muerte de mis padres y aun me duele su perdida, espero que donde quiera que estén se encuentren bien.

Suspiro.

Recojo mi bolso junto con mi celular el cual al instante me indica que tengo un nuevo mensaje, lo desbloqueo y una pequeña sonrisa apareció en mis labios al ver que es Christian.

De: Christian Grey

Fecha:10 de mayo 2010 7:10

Para: Anastasia Steele

Asunto: Impaciente

Querida señorita Steele:

Ya entiendo lo que sientes cuando te ves en el espejo cada mañana, pues apenas me despierto y ya tengo ese rostro angelical grabado en mi mente.
Eres el reflejo de todo lo bueno, hermoso y especial.

¡Que tengas muy buenos días nena!

Christian Grey.
Presidente de Grey Enterprise Holdings, Inc.

Sonrio y rápidamente me veo tecleando en mi celular

De: Anastasia Steele

Fecha: 10 de mayo 2010 7:11

Para: Christian Grey

Asunto: Impaciente (sorprendida...)

Querido señor Grey:

He recibido un gran regalo esta mañana ¿Sabes cuál es? Pues es la dicha de poder conocerte y enviarte un mensaje con mis más sinceros deseos.

¡Que tengas un excelente día!

Anastasia Steele
presidenta de Steele Enterprise Holdings, Inc.

Pulse en enviar mientras salía de mi habitación.

Llego a la empresa y me dirijo a mi oficina. En estos últimos días el trabajo a aumentado de forma exagerada ya que he cerrado algunos contratos, y he comprado algunas adquisiciones, comprendo ahora como mi padre se sentía cuando llegaba muy cansado a casa. Me quito el sombrero por él.
Me la he pasado todo el día en reuniones y ya solo me queda la reunión con la señora Evans. Media hora después aun sigo revisando documentos, pero soy interrumpida por Jhanna quien entra a la oficina.

—Señorita Steele disculpe que la interrumpa per la señora Evans ya se encuentra aquí. —dice mientras me observa.

Asiento
—Claro hazla pasar por favor —murmuro mientras organizo mi escritorio.

Jhanna, sale de mi oficina y en segundos después ingresa la señora Evans vestida muy elegante con un vestido azul empedrado.

—Señorita Steele buenas tardes— me saluda con una sonrisa.
—Buenas tardes, señora Evans por favor póngase cómoda—murmuro siendo gentil— y bien dígame ¿a qué debo esta reunión.? —pregunto.

Me mira y asiente.

—Señorita Steele, cada cierto tiempo se escoge a los mejores empresarios de Seattle.

Asentí a sus palabras.

—Me parece muy fascinante. —murmure con interés.

—Buen pues venía a decirle que usted ha sido seleccionada esta vez—dice mirándome con entusiasmo —los ámbitos sociales como ayudas o beneficencias también se toman en cuentan en esta clase de eventos.

Volví a asentir de nuevo, sin creer lo que me decía. ¿yo fui seleccionada?

Sonrio algo confundida

—Yo no me esperaba algo así —comento, ahora que lo pienso nunca me habían premiado por algo de esa relevancia.

Seguramente a papá si lo premiaban cada año.

—Bueno, en el mundo de los empresarios ellos deben acostumbrarse a eso y ahora le toca a usted, el evento es en agosto aquí traje su invitación— dice mientras me entrega un sobre crema.

Sonreí
—Muchas gracias—dije mientras observaba mi nombre en la invitación.

La señora Evans se puso de pie.
—Bueno fue un gusto hablar con usted señorita, ahora me retiro que tenga una buena tarde. —dice mientras me extiende su mano en despedida.

—Claro igualmente con usted señora Evans

La vi girar y caminar a la puerta para abrirla y luego salir.

Me levante de la silla y me dirigí a la ventana observe detenidamente la invitación, aun no podía creer que me iban a premiar. Seguramente si mi papá y mamá estuvieran aquí ellos estarían muy contentos por esto.

Cierro los ojos y respiro hondo, dejo que el aire me purifique. Segundos después los abro y sonrio decidida, este premio es dirigido para mis padres a ellos les dedico el esfuerzo y la dedicación que me mantiene en pie cada día.

Miro el cielo por un instante y sé que al mirarlo y sonreír es porque sé que desde ahí alguien me cuida. Como quisiera que hubiera una escalera que llegue hasta el cielo para ir y abrazar a mis padres por un instante, aunque sea.