Capítulo 83

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POV.CHRISTIAN

Anastasia, se ven tan tranquila duerme plácidamente a mi lado. Sonrio con alivio ella ahora regreso a mí y no permitiré que nada ni nadie nos separe, juro que no volveré a cometer ninguna otra estupidez.

Tengo que poner prioridad a Anastasia, y a los gemelos, sé que la crianza de los gemelos no será fácil, pero estoy dispuesto a darlo todo. Observo desde la ventana del auto que estamos llegando a la casa de Ana. No quisiera despertarla, pero ella me dijo que puede hacer las cosas por su cuenta, sé que será difícil ir en contra de ella.

Suspiro.

-Nena por favor despierta ya llegamos- acaricio su mejilla.

Se remueve perezosamente.

-5 minutos más por favor- susurra.

Niego.

-Por favor despierta te sentirás incomoda.

-Está bien ya lo hago.

Sonrio.

Ayudo a Ana, a bajar del coche se detiene enfrente del patio y sonríe observando todo. Se acerca a la puerta y esta se abre y rápidamente veo a Lupita que sale muy feliz a saludarla.

-Oh mi cielo, me tenías tan preocupada- dice ella extendiendo sus brazo.

-Nana te extrañe mucho- ella feliz abrazando a Lupita. -yo siempre estaré aquí sí.

-Eso espero mi niña-dice su nana muy contenta- bueno vamos entremos ya que tienes que descansar.

-Ya no quiero estar en la cama- se queja Ana con un puchero.

La señora Lupita niega.

-Claro que lo harás. Sube ya te llevo comida debes de alimentarte muy bien.

-Está bien. Gracias, estaré esperando mi banquete -dice Ana sonriendo. Nunca me imaginé que escucharía algo como eso. Antes apenas picaba la comida. Me preocupaba su desorden alimenticio.

Llevo a Ana, a su habitación y hago que se acomode en las sábanas blancas, mientras llega Lupita con su almuerzo.

Observo por la ventana abierta pensativo, pero soy distraído por Anastasia.

-Sabes, los gemelos podrían ser niñas- murmura mientras acaricia su vientre.

-Tres mujeres, ¿he?

-¿Tienes alguna preferencia?

-¿Preferencia? -pregunto.

-Niño o niña. -dice. Y ahora que lo pienso no.

-Saludables estarán bien, no tengo preferencia alguna -comento mientras me acercó a ella, y me siento a su lado.

-Me parece bien.

La miro y sostengo su mano. El viento sopla entrando por la ventana.

-Si quieres puedo cerrar la ventana- me levanto, pero la mano de Anastasia sostiene mi brazo.

-No lo hagas se siente fresco- sonríe.

Asiento y nuevamente me acomodo a su lado.

-Ana quiero tener estos bebes contigo, por favor no me excluyas de nada, así sea el antojo más tonto, no importa por lo que llores, rías o te enojes lo quiero saber todo, quiero estar a tu lado pendiente de cada cosa.

Su mirada se dulcifica.

-Está bien Christian.

Escuchamos un golpe en la puerta y vemos que es Sawyer, y a su lado llega Lupita con la bandeja de comida.

-Al fin estas aquí no sabes cómo nos tenías no vuelvas a hacernos eso por favor, Anastasia- habla Sawyer con cara de preocupación.

Ana esboza una media sonrisa.

-Lo lamento mucho, pero ya estoy aquí, y no pienso irme a ningún lado- susurra Ana.

-Mas te vale que así sea, ahora me retiro para que descanses.

-Está bien.

Lupita coloca la bandeja encima de las piernas de Anastasia y levanta la tapa para revelar el almuerzo de Ana. Ella sale y nos deja solos.
La observo comer y sonrió como bobo. Ana me pilla.

-¿Que?

Niego.

-Me gusta verte comer- le confieso -dime ¿Cómo te sientes?

-Mejor.

-Me alegra escuchar eso, dime ya no te duele la cabeza.

-Es ligero el dolor. -susurra y sigue comiendo.

-Sabes nunca te había visto comer de esta manera me sorprendes. -digo alzando las cejas.

Ana, ríe y cubre su boca.

-Es porque estoy embarazada. -soy tan imprudente que las palabras salen de mi boca.

-Si hubiera sabido que dejándote embaraza iba a hacerte comer así, podría haberlo hecho antes -digo mirándola a los ojos. Me sorprendo

Niego nervioso.

Ana me mira sorprendida.

-¡Que!

-He... No... yo no quise decir eso- rasco mi cabeza avergonzado.

-Tranquilo

-Lo siento en verdad no sé porque dije eso.

-Christian, tenemos que hablar de esto- conecto mis ojos con los suyos.

-¿Qué hay que decir? Vamos a ser padres. Entonces con lo que sucedió pensé que te había perdido de nuevo. Ver que yacías en el suelo, pálida, fría eh inconsciente. Eran todos mis peores temores hechos realidad. Y ahora estas aquí, valiente y fuerte... me das esperanza nena. Amándome después de todo lo que te he hecho- le digo sintiendo culpa.

Esos ojos azules los que pensé que no los volvería a ver.

Niego.

-Christian te amo desesperadamente. Y siempre lo hare. -susurra, mi corazón se siente feliz. Me acerco y acuno su cara en mis manos la miro a los ojos, gris con azul todo lo que veo es amor.

-Yo también te amo -me inclino y la beso con dulzura, con ternura, como un hombre que adora a su esposa, esa es una idea que planeo poner en marcha. Quiero que Ana se mi mujer quiero que se case conmigo.

-Cariño.

La miro y le dedico una cálida sonrisa.

-Voy a intentar ser un buen padre -le susurro contra sus labios.

Asiente.

-Se que lo vas a intentar, y lo vas a conseguirlo. Y siendo sincera, no tienes mucho de donde elegir, porque los gemelos y yo no vamos a ninguna parte -acaricia mi mejilla.

-Por mucho que quiera besarte, no puedo el almuerzo se está enfriando- le digo otra vez murmurando en sus labios. -vamos come -ordeno con voz suave.

-Ya lo aré tranquilo. -su tono y forma de expresarlo me causa risa.

Ana me observa.

-¿De qué se ríe señor Grey?
-Que no de nada, tu sigue comiendo. -respondo.

-Eso espero- murmura.

-Te amo, pequeña -deposito un casto beso en su frente.

Deje a Anastasia, descansando en su habitación, voy a casa necesito un baño y hacerme la barba la tengo bastante crecida, y me siento raro.
Hoy ha sido un buen día y es porque Ana despertó, estamos juntos y los bebes están sanos.

Oh, Ana, ojalá nunca te canse de mí, ni de mis estupideces, ni de mis cambios de humor, ni de mis enojos. Debo de confesar que posiblemente lo mío no fue amor a primera vista creo que fue algo mejor que eso yo me enamore de tu personalidad, tus pensamientos, tu sentido del humor, tu mirada, tu voz, todo de ti. Sonrio.

Cree en míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora