Prescripción 15: Killer Look

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BamBam se removió una vez más sin poder conciliar el sueño, simplemente no podía sacar aquello de su cabeza. Si Jackson de verdad tenía algo que ver con aquella maldita inyección, se las vería seriamente con él. Debería darle muchas explicaciones al tailandés y más le valía que fueran convincentes.

Otra vuelta más en la espaciosa cama del cuarto de invitados de Yugyeom y BamBam se sintió sofocado. Realmente no podría pegar el ojo aquella noche.

Sus manos se dirigieron a la blanca camisa que Yugyeom le había prestado para dormir y tiró de la tela un poco, le quedaba bastante holgada, al igual que los pantalones que estaba usando. Parecía un oso descuidado usando la ropa del menor.

El tailandés sonrió un poco y, casi con temor a que alguien lo estuviera vigilando, llevó el cuello de la prenda hasta su rostro, oliendo levemente el aroma de la camisa, tenía curiosidad, pero su duda fue resuelta, olía exactamente como el suéter que le había prestado la otra noche. Yugyeom usaba un perfume bastante sutil y soberbio, tenía un olor suave pero extremadamente delicioso... Quizás le preguntaría el nombre en la mañana. Sonrió.

BamBam observó el reloj en la cómoda que estaba cerca de la cama y suspiró al darse cuenta de que había perdido una hora entera pensando en... ¿Jackson? No, ya no estaba pensando en Jackson, ya ni siquiera estaba molesto.

Ahora pensaba en Yugyeom y su delicioso perfume, el cual desconocía el nombre.

Las piernas del tailandés lo sacaron de aquella cama y caminó por el pasillo, si iba a pasar la noche en vela al menos lo haría en compañía de alguien. Tocó la puerta de la habitación del coreano y pasó cuando éste le dijo que podía hacerlo... Sintió cómo todo el calor de su cuerpo se acumulaba en su rostro y titubeó.

—¿Estás desnudo? —se puso nervioso.

...

BamBam cerró su mano sobre algo firme y cálido, extendiéndola otra vez al extrañar inmediatamente la reconfortante sensación bajo sus dedos y acomodándose en la... ¿Cama?

Abrió sus ojos precipitadamente y notó que su cabeza descansaba sobre el pecho del coreano y que aquella cálida superficie que había acariciado antes era el abdomen de éste, sonrojándose al instante y volviéndose a ver al menor para constatarse de que seguía dormido. La agitación de BamBam abandonó su cuerpo cuando vio la tranquila expresión en el rostro del pelinegro, dormía plácidamente, totalmente a gusto en aquella posición. Quiso moverse pero tuvo miedo de que si lo hacía lo despertaría, así que bajó su cabeza lentamente y volvió a su posición inicial, posando su mano en el torso del menor y trazando con su dedo la venda que llevaba en la herida que se había hecho la otra noche. Aún se sentía culpable por eso.

—Me haces cosquillas —Yugyeom habló de repente de manera suave, su voz se escuchaba áspera, mucho más grave de lo normal, haciendo que BamBam sintiera un escalofrío subir por su espalda.

—Lo siento —se sentó y miró al más alto, que hacía lo mismo.

—No dije que me molestara —sonrió y llevó su mano al hombro del mayor, acomodando la camisa que se deslizaba por su piel debido a lo grande que era, cubriéndolo delicadamente.

BamBam apartó su vista del coreano y miró el reloj en la pared, era bastante tarde. Él definitivamente no llegaría a su trabajo y el pelinegro tampoco.

—Vamos a meternos en problemas —sonrió burlonamente.

—Nadie ha muerto por faltar al trabajo un día... —Yugyeom le devolvió el gesto y BamBam alzó una de sus cejas.

—Claro que sí, ¿Qué hay de tus pacientes?

Yugyeom hizo una mueca, había olvidado que era doctor. BamBam soltó una sonora carcajada.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora