Prescripción 63: Something Important

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Silencio. Gritos. Llanto. Estallidos. Más silencio... Todos se mezclaban en su cabeza mientras él trataba de ordenar todo, fallando monumentalmente y cayendo en aquella bruma de imágenes y emociones que no lo dejaba abrir sus ojos, que no lo dejaba volver en sí. No sabía cuánto tiempo había pasado dando vueltas entre imágenes confusas y sonidos extraños pero ya no le importaba.

Una fuerte luz comenzó a lastimar sus ojos cerrados, haciéndolo presionarlos con más fuerza antes de abrirlos, sólo para descubrir que ésta estaba sobre su cabeza y que ahora lo cegaba con su brillante y blanca luz.

—Ough... —se arrepintió al tratar de levantar uno de sus brazos y frunció su ceño al ver los golpes y cicatrices en su piel, examinando aquellas intravenosas y mirando a su alrededor, sorprendiéndose al notar que estaba en una habitación de hospital, gimiendo bajo al notar el horrible dolor de su pecho y apretando su mandíbula con fuerzas, ¿Qué demonios le había pasado?

La puerta se abrió con lentitud y él pudo ver a una mujer de baja estatura y cabello corto adentrarse con unas cuantas cosas en sus manos, abriendo mucho sus ojos al reconocerla y titubear al darse cuenta de lo seca que estaba su garganta.

—Chaeng... —logró soltar a duras penas, en un tono grave y bastante seco, aquella palabra había lastimado su garganta con sólo pronunciarla. 

—¡Gyeom! —la mujer se volvió a verlo sorprendida y corrió a su lado, comenzando a llorar desesperadamente mientras se arrodillaba al lado de su cama.

—Chaeng... —jadeó con dificultad— ¿Qué hago aquí? —preguntó, apretando sus ojos al sentir que aquello había consumido todas sus fuerzas.

—¿No lo...? —la llorosa mujer lo miró impactada— Gyeom... No sé que demonios te pasó —bufó—... Estuviste desaparecido una semana entera —frunció su ceño—. Un día sólo te trasladaron aquí los hombres de Jackson... Te dispararon cuatro veces por la espalda, casi mueres —gimió, sorbiendo su nariz mientras su mejor amigo la veía, totalmente desconcertado.

—¿Estuve inconsciente una semana? —preguntó, su garganta seguía doliendo al hablar.

—¡Estuviste en coma un mes! —soltó de pronto y él apretó sus ojos con fuerza, su cabeza estaba a punto de explotar— Gyeom... Respira... Respira... —el pelinegro llevó una de sus adoloridas manos a su cabeza y comenzó a respirar con dificultad, estaba totalmente alterado—. Gyeom, calma... Estás bien ahora.

—¿Escuché la voz de...? —Jinyoung se detuvo en la puerta de la habitación y llevó una mano a su pecho al ver al pelinegro despierto, suspirando aliviado y caminando en dirección a los otros dos— ¿Sabes lo preocupado que estaba? —miró al menor con una dulce mirada y éste parpadeó varias veces.

—¿Tú...? —negó con su cabeza— ¿Quién eres? —preguntó al final, haciendo que los otros dos lo miraran con sus ojos extremadamente abiertos—... Yo... ¿Te conozco...? Yo... ¿Yo lo conozco? —miró a la menor en la habitación y titubeó— ¿Debería conocerlo? —preguntó preocupado.

—Gyeom... ¿Qué es lo último que recuerdas? —su mejor amiga preguntó preocupada y él comenzó a negar con su cabeza, su respiración comenzó a agitarse.

—No... No lo sé —su cabeza comenzó a doler insoportablemente y él apretó su cabello, no podía ordenar sus pensamientos por más que lo intentara—... Yo... —apretó sus ojos con fuerza y sintió que todo se volvía negro de nuevo.

—Yugyeom... Yugyeom... —Jinyoung llamó pero no obtuvo respuesta— esto está mal —apretó sus labios y se volvió a ver a la menor, quien hipaba tristemente, aún sosteniendo la mano de su mejor amigo.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora