Rice Ball (GOT7 - YugBam)

Prescripción 46: White

—No puedo hacerme cargo de mis pacientes y de tí al mismo tiempo, novato —Jinyoung bufó, golpeando la nuca de Yugyeom mientras éste suspiraba.

—Ah... Yo me hago cargo —Chaeyoung entró en el consultorio y el mayor de los tres chasqueó su lengua.

—No quiero verte desmayándote por los pasillos otra vez —señaló al pelinegro y éste sólo asintió con desgano.

—No digas nada —Yugyeom pidió al ver el rostro de su amiga.

—Gyeom —Chaeyoung se acercó al mayor y puso una mano en su despeinado cabello—. Debes descansar, no has salido del hospital en dos semanas —suspiró—. Vas a morir de cansancio, ¿Cómo se verá eso en los periódicos? "El doctor que murió porque no cuidaba su salud", será una muy buena nota.

Yugyeom se apoyó en su escritorio y sostuvo su mareada cabeza con sus manos; en las últimas semanas sólo había salido una vez del hospital, el pelinegro había estado ocupando la sala de doctores del turno nocturno para dormir -cuando podía hacerlo-, incluso tenía muchos cambios de ropa en su consultorio. Desde que BamBam y él habían terminado hacía casi un mes no había podido concentrarse bien en nada, sentía que su habitación le quedaba grande, al igual que el resto de su departamento, había vuelto a su estresante rutina de olvidar hacer las compras, era imposible que dejara de pensar en lo mucho que le dolía que el tailandés lo engañara con Jackson después de todo lo que éste le había hecho, eso lo hacía pensar que el mayor jamás lo quiso realmente, Yugyeom sólo se sentía como un clavo que no había podido sacar al anterior y que había terminado en el piso, roto, pisoteado e inservible. ¿¡Cómo carajos iba a concentrarse con todo eso en la cabeza!?

A su dolor post-ruptura debía agregarle el dolor de cabeza que le ocasionaba todo el asunto de Mark y la investigación. Yugyeom había aceptado seguir ayudando a Mark con lo que necesitara, es decir, no porque BamBam y él terminaran significaba que él se lavaría las manos de aquel asunto, aún le consternaba todo lo referente al proyecto Distensys, además... Si lograba descubrir algo... ¿No ayudaría eso a BamBam también?

—Ough... —el pelinegro dejó reposar su cabeza en la fría madera y suspiró, estaba cansado y al borde de la locura— Tienes razón —habló contra el escritorio—. Hoy volveré a casa...

—Gracias —su mejor amiga sonrió y acarició su cabello—. Sé que estás deprimido pero se te pasará, lo sabes, los corazones rotos no duran para siempre.

Yugyeom apretó sus labios y subió su mirada, observando a la de cabello corto y tratando de regalarle un convincente sonrisa. Él no tenía el corazón roto, evidentemente, su problema era que le había entregado su corazón a BamBam y éste se lo había llevado... Yugyeom estaba vacío.

—Además —la menor siguió hablando—. Debes estar al cien porciento para la próxima semana, ¿Recuerdas?

—Ah —Yugyeom se levantó—, sí... —sonrió— Tienes razón —asintió, sintiendo un poco de alegría en su interior—. Tienes razón —repitió, más para sí mismo y tomó sus cosas—... Voy a ir a casa ahora —dijo, tomando sus cosas y caminando hasta la salida junto a su mejor amiga.

—Descansa —la de cabello corto se despidió con una sonrisa, ondeando su mano alegremente mientras el mayor le devolvía el gesto—. No tienes que venir mañana... No, no me veas así, ya lo hablé con Jinyoung y los superiores, debes descansar. ¡Ciao!

Yugyeom observó cómo la más baja volvía por el pasillo y él suspiró, ¿Tan miserable y patético se veía que Chaeyoung y sus superiores debían reunirse para hacerle una intervención, y, además, darle un día libre para descansar...? Vaya...

A su mente volvió su importante compromiso de la semana entrante y eso lo ayudó a girar sobre sus talones y dirigirse a su auto, dispuesto a tomar aquel día libre y descansar lo máximo posible, él de verdad necesitaba estar al máximo para aquel día. La semana siguiente estaba pautada la cirugía definitiva de Jung, su más lindo y constante paciente, por no decir que el favorito; el pequeño niño se encontraba en una etapa decisiva de su enfermedad y Yugyeom esperaba que con aquella cirugía pudiera ayudarlo a mejorar definitivamente. El niño merecía una infancia feliz y lejos de los hospitales para variar un poco.