Prescripción 67: Baby.

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—Bam... —Jackson pidió débilmente del otro lado de la puerta y el tailandés se abrazó más a sus piernas, mordiendo su labio para retener los hipidos— Bam... —la voz de Jackson sonaba miserable— Voy a entrar —afirmó.

BamBam pudo escuchar cómo una llave era colocada en el cerrojo y su respiración se agitó, ¿Siempre había tenido una llave de su habitación? ¿Cada noche que BamBam se había encerrado en aquel lugar había sido una pérdida de tiempo? ¿Jackson simplemente pudo haber abierto la maldita puerta cuando le viniera en gana?

—Bam...

—¡Aléjate! —se arrinconó en una esquina de la extensa cama y Jackson apretó sus labios— ¡Aléjate de mi! —gritó, sus lágrimas empapaban su rostro una vez más.

—Perdóname —pidió sinceramente—... Yo... —agachó su cabeza, estaba avergonzado de él mismo— Sé que no puedo justificarme... Yo no... Jamás me aprovecharía así de tí... Yo no... Tomé mucho y no... Bam... —intentaba encontrar las palabras correctas para disculparse por lo que había hecho la noche anterior pero no podía hacerlo.

Aquel día Jackson había despertado en su cama, con sus sábanas manchadas de licor, semen y sangre. Él estaba completamente desnudo y su cabeza daba vueltas, BamBam estaba a su lado, cubierto completamente con una de las sábanas mientras lloraba y temblaba descontroladamente. Poco a poco fue recordando lo que había sucedido en la noche y no pudo evitar sentir cómo la culpa y la pena invadían cada fibra de su ser. Entre todas las cosas que Jackson se creía capaz de hacer, esa no era una de ellas. El chino se había forzado a si mismo a tratar de mantenerse al margen con el menor, no iba a negar que lo deseaba pero si BamBam no estaba dispuesto a nada él no iba a forzarlo; había intentado avanzar con él varias veces, pero al notar que éste no quería él sólo se levantaba y se iba... ¡Él jamás le haría daño a BamBam de aquella forma! Pero esa noche estaba fuera sí.

Ya no lo toleraba, sin importar lo que hiciera BamBam no daría su brazo a torcer; el menor seguía llorando por aquel estúpido doctor, aunque ya no mencionaba su nombre porque él se lo había prohibido, Jackson sabía que pensaba en él cada momento del día. Estaba desesperado, ya no sabía que hacer, el menor ni siquiera tomaría su mano sin tener aquella miserable expresión en su rostro... Pero él no podía dejarlo y había hecho algo estúpido luego de tomar mucho.

—Por favor perdóname —se arrodilló en el piso, agachando su cabeza y suplicando con sinceridad.

—Vete... —BamBam gimió débilmente y Jackson sintió sus ojos humedecerse.

El chino asintió en silencio y salió de aquella habitación, no sin antes dejar la llave que tenía sobre la cama, cerrando la puerta detrás de sí y agachándose en el pasillo. Se sentía completamente miserable.

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—Volveremos rápido —Jungkook miró sobre el hombro del tailandés y habló con Jackson—. Adiós... —dijo sorprendido al notar que el chino sólo asentía con su cabeza y seguía caminando hacia su despacho— ¿Cómo lograste eso? —preguntó con incredulidad al tailandés y éste apretó sus labios, negando con su cabeza levemente y siguiendo hasta el auto que Jackson había dispuesto para ellos, dejando que Jungkook tomara el puesto del conductor y sentándose a su lado.

Luego de aquella traumática noche Jackson había sido extremadamente indulgente con el menor, su culpa no lo dejaba contradecirlo y BamBam podía hacer, decir o pedir lo que quisiera, a excepción de que fuera algo relacionado con Yugyeom. El tailandés había obtenido un poco más de libertad debido a la culpa que no le permitía a Jackson decirle que no... Claro, el chino había puesto varias condiciones a todo lo que BamBam quería, pero, aún así, lo dejaba hacerlo.

Aquella última semana Jungkook había podido visitarlo más seguido y habían podido salir a caminar a lugares cercanos, el coreano se había sorprendido cuando el mayor le comentó que ya no debían tenderle un trampa al chino, absteniéndose de preguntar el por qué cuando el de piel morena solo agachó su cabeza y comenzó a llorar en silencio. Aquel día llevarían a cabo su plan, el pelinegro le aseguró al de piel morena que había encontrado a un doctor de confianza que pudiera llevar el control de su embarazo y que los ayudaría a falsificar todo, así Jackson no sospecharía nada.

Al llegar a la elegante clínica, BamBam sintió un vacío en su estómago, no iba a negar que estaba nervioso y la verdad es que todo aquello lo hacía sentir extremadamente mal, jamás pensó que se encontraría en aquel tipo de situación. La consulta fue rápida y BamBam quiso aferrarse al eco de su vientre que le habían dado, sus ojos se habían humedecido al ver al pequeño bebé que crecía dentro de él, quería correr a casa y enseñárselo a Gyeom, sabía que la reacción del coreano sería cargarlo como un koala y dar vueltas por todo el lugar hasta caer al piso... Sí, BamBam extraña esos abrazos.

—Lo guardaré bien —dijo Jungkook mientras metía el eco real en su mochila y le pasaba el falso al mayor—. Debes darle este a Jackson —se lo pasó y BamBam suspiró.

Aquella visita al médico había sido bastante rápida, la verdad era que BamBam no quería pasar mucho tiempo allí, si bien le emocionaba saber cómo estaba su hijo, también le deprimía tener que pensar en su situación actual y el hecho de que el verdadero padre no podía estar con él, eso y que ni siquiera sabía de su existencia, eso lo estaba matando lentamente.

...

—No puedo hacer esto —el tailandés vio la ecografía falsa que había dejado sobre la cama y apretó sus puños, sabía que debía proteger a su hijo de cualquier cosa pero no creía que, precisamente, acercarlo al hombre que podría querer matarlo en algún momento fuera lo adecuado. Es decir, ¿Qué pasaba si Jackson lo descubría luego de que naciera? ¿Sería capaz de hacerle daño a un bebé?— No puedo hacerlo... —mordió su labio, debía haber otra forma— No...

—Lo estuve pensando mucho y quiero... —la puerta de la habitación se abrió súbitamente, dejando ver a un apresurado Jackson, que se había quedado parado en la entrada mientras el tailandés tomaba aquel eco con velocidad— ¿Qué es eso?

—No es nada —dijo con nerviosismo—... Aléjate... —pidió al ver que el mayor se acercaba y le tendía la mano— No... Vete...

—BamBam... ¿Qué es eso? —frunció su ceño y tomó un extremo de la ecografía, arrebatandola de los dedos del menor y viéndola impactado. Era una ecografía de embarazo, sólo de unas pocas semanas y tenía el nombre de BamBam en ella.

Jackson sintió sus piernas temblar y sus ojos humedecerse, no pudo mantenerse de pie por mucho tiempo y terminó sentándose frente al menor en aquella cama, su mirada no podía abandonar aquel eco y su corazón se había acelerado. Sólo después de varios minutos el chino pudo subir su mirada, topándose con el lloroso tailandés que miraba a un lado y apretaba sus manos nerviosamente.

Jackson se inclinó sobre el de piel morena y lo abrazó con fuerzas, sentía que su corazón se saldría por su boca si seguía latiendo de aquella desesperada manera. Aquello era lo que él siempre había soñado, su deseo de formar una pequeña familia se estaba haciendo realidad al fin y aquella reconfortante emoción comenzaba a inundar su pecho, sabía que aquello había sido producto de aquella maldita noche en la que no había podido controlarse pero... No podía negar que estaba infinitamente feliz. No sabía cómo había pasado, no sabía por qué, pues nunca habían tenido un resultado positivo cuando de verdad lo habían intentado pero... pero ya no le importaba.

BamBam comenzó a llorar una vez más y él lo abrazó con más fuerzas.

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(CheesyNote: segundo capitulillo por acá, en un ratito vuelvo con el otro, POV Yugyeomie) Saranghae 💚

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora