Prescripción 38: Investigation.

461 62 12
                                    

—Llegas tarde, Tuan —la mujer de cabello largo y negro se apoyó en el marco de la puerta y miró a su compañero con una sonrisa en su rostro, esa que hacía al americano querer graparle los labios—. La reunión terminó hace una hora, ¿Qué te distrajo... De nuevo?

—Err... —el castaño dejó su maletín sobre su escritorio y chasqueó su lengua— Estaba este gato en un árbol...

—De nuevo acampaste afuera de esa empresa, ¿No? —la mujer frunció su ceño y él rodó sus ojos— ¿Cuántas veces debo decirte que abandones ese caso, Mark? Olvídalo, te asigné otras cosas, complétalas...

—Uhm... Al... Sargento G —Mark abrió su maletín y sacó algunos reportes, caminó hasta la alta mujer de cabello liso— Ya terminé con todos esos casos, aquí están los reportes... En serio quiero terminar con esto —dijo con seriedad mientras le pasaba las carpetas a la mujer y esta asentía.

—Sabes muy bien que sólo te dejo seguir porque eres mi amigo —torció sus ojos en resignación—, si fuera otro ya te hubieran despedido, estúpido, valórame —se dio la vuelta y dejó a su amigo con sentimientos confusos en su pecho, la amaba y la odiaba al mismo tiempo.

El castaño había llegado hacía ya varios años a Corea, desde pequeño había soñado con ser detective y lo había logrado luego de muchos años de estudios, prácticas y mucho esfuerzo. La sargento G. era su mejor amiga desde la academia, él agradecía que pudiera soportar su terquedad y lo dejara mantener aquellos casos que no podía sacarse de la cabeza en lugar de enviarlos a las fuerzas especiales. Mark era un adicto al trabajo y no podía abandonar aquel caso... Todo menos eso.

Ya no sabía cuánto tiempo había pasado investigando aquellas desapariciones, todo parecía guiarlo a un callejón sin salida, era un caso aparentemente imposible de resolver y la sargento ya le había recomendado varias veces que lo abandonara y dejara que alguien más se encargara de eso pero Mark no estaba dispuesto, él sabía que podía resolverlo, él sabía que estaba en el camino correcto... Él sabía que ese estúpido sujeto era el culpable... ¡Sólo debía agarrarlo con las manos en la masa!

Pero el maldito era astuto.

—Voy a atraparte... —observó la foto del enorme edificio de ventanas azules y dio un pequeño toque sobre esta con su dedo índice.

—Oh... Detective... —la chica de recepción asomó su cabeza por la puerta y él alzó una de sus cejas— Alguien quiere hablar con usted.

—¿Un caso? —preguntó y la mujer asintió tímidamente— Hágalo pasar —Mark se apoyó sobre su escritorio y se cruzó de brazos mientras miraba al alto y apuesto hombre que ahora entraba a su oficina, llevaba ropa algo elegante y un peinado muy pulcro, sus grandes ojos marrones eran casi tan inexpresivos como los suyo pero había algo en su aura que gritaba "peligro".

—¿Detective Tuan? —preguntó con extenuante amabilidad y Mark asintió— Park Jinyoung, soy cirujano en jefe del hospital universitario, es un placer — estrechó la mano del castaño y éste asintió.

—Igualmente, tome asiento —le indicó—. ¿En qué puedo ayudarte?

—Verá... —Jinyoung pareció pensar— Un sujeto muy extraño ha estado acechando en el estacionamiento del hospital, lo veía seguido antes de ir a casa, aparcaba su auto en el lugar de uno de los superiores que ya dejó el país hace un tiempo, pensé que me volvía loco pero realmente no es un trabajador del hospital —sentenció.

—¿Cuánto tiempo tiene haciéndolo? ¿sigue yendo con frecuencia?

—No —negó calmadamente y Mark frunció su ceño—. Ya no va más.

—¿Entonces para qué vino? —Mark comenzaba a confundirse.

—Fuí a la casa de mi... amigo —asintió luego de unos segundos y prosiguió—, es un compañero de trabajo —aportó—, y me sorprendió ver al mismo sujeto esperando afuera de su residencia... Pensándolo bien, el puesto donde este sujeto se estacionaba estaba frente al puesto de mi amigo... Estoy preocupado por su seguridad.

—¿Por qué no viene él a hacer la denuncia? —Mark ladeó su cabeza, era evidente que este amigo del que hablaba estaba siendo acechado, así que no entendía cómo es que no se había presentado antes ante la policía.

—Porque es estúpido, evidentemente —Jinyoung se encogió de hombros y dijo aquello con tanta naturalidad que Mark sintió lastima por aquel amigo de él.

—Er... —Mark hizo una mueca y volvió a ver al cirujano de cabello castaño— Tomaré el caso de tu amigo, ¿Por qué no le dices que venga a la estación? Intentaré averiguar quién es este sujeto...

—No lo hará —Jinyoung lo interrumpió—, ya le dije que viniera conmigo pero se negó, además —tocó su barbilla con expresión pensativa—, está de licencia por estas semanas, así que no creo que salga de su casa en un rato... No voluntariamente... Podría forzarlo a...

—Está bien... Tranquilo —Mark lo detuvo antes de que propusiera algo que atentara contra su propio amigo o alguna ley y sonrió algo nervioso—, iré yo... ¿De acuerdo? —propuso y Jinyoung asintió, parecía conforme— Te llevaré con la secretaria, llenarás algunas planillas y me darás la dirección de este amigo tuyo. Resolveré este problema.

—Muchas gracias, detective —Jinyoung se levantó de su asiento e hizo una corta reverencia hacia el oficial que estaba delante de él.

—Llámame Mark —le tendió la mano y esperó a que el contrario la tomara, lo cual hizo luego de varios segundos—. Me pondré en contacto contigo en cuanto tenga algo.

Jinyoung hizo otra pequeña reverencia hacia Mark y luego abandonó la oficina junto a la mujer que lo había recibido en un principio. Mark, por su parte, sobó su cuello y volvió a recostarse sobre su amplio escritorio, aquel sujeto Jinyoung parecía todo un personaje, pero era un buen amigo, después de todo había ido todo el camino hacia la estación sólo para reportar aquella situación inusual que podría representar algún peligro para aquel amigo del cual estaba tan preocupado.

Con un suspiro pesando en sus labios y una persistente molestia en su espalda debido a dormir en su auto, Mark miró por la ventana de su oficina y se resignó por aquel día, quizás la sargento tenía razón, dejaría su exhaustiva investigación por unos momentos y se enfocaría en casos que podía resolver con prontitud, después de todo, su trabajo era ayudar a las personas, no enfrascarse en ideales, motivaciones y frustraciones personales... Debía pensar en algo más para variar, ¿No?

—Aqui tiene, detective. —La secretaria llevó algunas planillas hasta la oficina de Mark y éste las leyó rápidamente.

—Veamos —pasó las hojas una por una—, Kim Yugyeom... —releyó aquel nombre y luego volvió su vista a la ventana, un pequeño canario se había posado en la rama más delgada de abeto de al frente, comenzando a construir un pequeño nido en la punta de esta, Mark encontró aquella escena extremadamente relajante, manteniendo su mirada en el pequeño animal hasta que terminó su nuevo hogar, sólo para darse cuenta que su café se había enfriado— Maldición... —farfulló mientras caminaba hacia el microondas.

*/*/*/*/*/*/*/
(CheesyNote: No creían que Markos Tuna estaría afuera de todo esto, ¿O sí? Pues no, jamás, no podría jajajaja sé que se tardó pero prometo que la espera valdrá la pena. En fin espero que les gustara el cap, a pesar de que es bastante corto y aburrido, pero como siempre les dejo diez besos sonoros en sus orejitas y diez abrazos aplastantes en cada una de sus rodillitas) Saranghae 💚

PD: La sargento no es ninguna persona relacionada al K-pop, es un personaje totalmente inventado inspirado en cierta personita que se la pasa jo****dome la vida jajajaja en fin, tú sabes quién eres, estúpida, loviu.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora