Prescripción 47: Trouble.

313 50 34
                                    

Ya no podían escucharse voces en aquel lugar, BamBam no sabía cuántas horas había pasado escondido en aquel armario de conserjeria pero sus piernas ya estaban adormecidas, no traía ni su móvil ni un reloj consigo pero podía asumir que ya era muy tarde, se arriesgaría a decir que estaba cerca de la media noche... En teoría debería ser seguro salir a esas alturas.

—Oh, mirenme, salí del closet una vez más —se burló de sí mismo al poner un pie fuera del armario—. Luego de los problemas que te trajo la primera vez pensé que aprenderías y no volverías a hacer algo así, querido —se juzgó con una mueca y volvió a ver la carpeta en sus manos—... Bien, a lo que vine... —susurró.

Sólo le había tomado unos cuantos pasos para cuando se vio obligado a lanzarse al piso y tapar su boca, escuchando algunas voces en la planta de abajo y sintiendo cómo se formaba un extraño vacío en sus estómago... Sí, le había dicho a Youngjae que quizás acabara en la prisión después de aquella noche, pero la verdad es que esperaba no hacerlo, no era una de sus metas en la vida aunque a veces lo pareciera. Los problemas lo perseguían, no era que él los buscara. Maldición, empezaba a creer que debía reorganizar su vida.

—No puedes dejar que inculpen a Yugyeom, imbécil —se dijo a si mismo en un inaudible tono, apretando sus puños y poniéndose se pie una vez más, retomando el valor para avanzar y devolver aquellos papeles a dónde pertenecían.

BamBam realmente estaba haciendo su mejor esfuerzo, de hecho había llegado hasta el final del pasillo y ahora se enfrentaba a una puerta trabada... Y hasta ahí llegó su viaje. Él había preparado algunas ganzuas y ganchos para forzar las puertas...  ¡Pero aquella maldita cosa se abría con una tarjeta! ¿¡Cómo carajos entraría ahora!? Mientras el tailandés consideraba si apuñalar su cuello con la ganzua, intentar pasar la carpeta por debajo de puerta o entregarse a las autoridades para que se lo llevaran preso en lugar de a Yugyeom, una mano rápida tomó la carpeta de su agarre, obligándolo a voltear rápidamente y tapar su boca de la sorpresa.

—¿Estás loco? —Yugyeom se abrazó a la carpeta mientras miraba fijamente al de piel morena— ¿No tienes ningún tipo de instinto de conservación?

—¿No lo tienes tú? —BamBam se quejó, discutiendo con el menor en aquellos potentes susurros— ¿Qué haces aquí?

—¿Qué haces tú aquí? —Yugyeom bufó— Vete... Si tanto quieres devolver esto yo lo haré... —suspiró— Sal antes de que de verdad te lleven preso...

—Basta... —BamBam habló normalmente y Yugyeom abrió sus ojos sorprendido— Devuélveme eso y vete, vas a meterte en problemas si te ven aquí.

—Eso es exactamente lo que estoy tratando de evitar —Yugyeom suspiró—, ¿Qué crees que te pasará si te ven merodeando con esto en las manos?

—No me impor...

—A mí sí —Yugyeom bufó molesto—, vete antes de que nos atrapen a los dos... No iré preso, tu sí —sentenció—... Ve —instó, llevando su mano a su bolsillo y sacando una alargada tarjeta.

BamBam apretó sus puños y se quedó ahí parado, viendo cómo el menor volvía a suspirar y abría aquella puerta con el pase que estaba a su nombre, el tailandés ni siquiera sabía que el coreano tenía uno de esos, ya entendía cómo había logrado tomarla la primera vez. Yugyeom abrió la puerta y antes de poder dar un paso adelante para devolver los documentos que habían robado con antelación, se detuvo en seco y tragó fuerte.

—Hyung... —el pelinegro habló con un hilo de voz y BamBam se quedó paralizado en su lugar, había alguien esperando adentro.

—Así que era verdad —aquella voz desconocida para el tailandés habló con desgano—... No quería creerlo... Pasa —le indicó a Yugyeom y exhaló todo el aire de sus pulmones mientras cerraba sus ojos y se adentraba en aquella habitación—. ¿No viene tu amigo contigo?

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora