Rice Ball (GOT7 - YugBam)

Prescripción 74: Mayday (III)

—Sólo hay que esperar un poco... —Jackson soltó con nerviosismo mientras BamBam trataba de incorporarse.

—¡Sueltenme! —el tailandés exigió a los guardias de Jackson, quienes trataban de mantenerlo acostado en aquella fría y rígida camilla— ¡Sueltenme! —gritó una vez más, dejando de forcejear con aquellos sujetos al ver que no lograría nada y mordiendo su labio al sentir aquel dolor punzante, BamBam ni siquiera sabía cómo es que aún seguía consiente.

Jackson lo había llevado de una manera apresurada a aquel edificio en Cheongdam-dong que se suponía que sería la sucursal de su compañía, aquel donde había ocurrido el accidente que casi acababa con la vida de Yugyeom y que los había separado de aquella trágica manera. Ahora se encontraban en aquel extraño laboratorio donde se habían encontrado a Taehyung y todo había ido en picada, el tailandés se encontraba siendo forzado a quedarse acostado sobre una de aquellas metálicas camillas en donde había visto cadáveres con anterioridad, Jackson le aseguraba que su equipo médico personal iba en camino pero ya se habían tardado demasiado, lo suficientemente para que el menor rompiera fuente y comenzara a sentir que perdería la conciencia si alguien no lo ayudaba con ese maldito dolor.

Jackson estaba visiblemente desesperado y eso no ayudaba al de por sí aterrorizado tailandés, quien luchaba más consigo mismo para mantenerse consciente que con aquellos hombres qué, sin mucho esfuerzo, lo dejaban inmovilizado. El chino ya estaba a segundos de entrar en una crisis, su equipo médico no llegaba y no respondían a sus llamadas, no entendía qué demonios podía estar reteniéndolos por tanto tiempo... Ellos no tenían aquel lujo en ese momento. Su mirada viajó al menor, el cuál había dejado de luchar con sus dos guarda espaldas y apretó sus puños, no podían seguir esperando. Aquel tipo de embarazo ya era altamente peligroso, si dejaba a BamBam de aquella manera por mucho tiempo más, el tailandés seguro moriría.

—Ahg... —Jackson despeinó su cabello y se acercó al menor— ¿Estás bien? —preguntó, sabiendo la respuesta de antemano, pero aún así esperando a tener una respuesta positiva.

BamBam sólo mordió su labio y desbió su mirada, observando la pared de aquel lúgubre lugar mientras el chino se sentía miserable por verlo sufrir de aquella manera. Él había hecho todas las preparaciones hacía semanas, había acondicionado aquel lugar para que fuera una sala quirúrgica perfectamente equipada, había conseguido al equipo médico perfecto, el indicado para sacar al pequeño engendro con vida y asegurar la estabilidad del tailandés, había planeado todo... ¿Cómo es que ahora todo salía tan mal?

—Yo... —entró en pánico— Vayan a la salida... —ordenó— Llama de nuevo al equipo medico, ubícalos —le dijo a uno—. Llama al hospital de confianza y que vacien el lugar, no quiero a nadie allí, que los trasladen a todos —señaló al otro sujeto—. Si el equipo no responde encárgate de eso, prepara varios autos.

Ambos hombres salieron corriendo bajo las órdenes de Jackson y éste se arrodilló al lado del tailandés, estaba nervioso, realmente le preocupaba que el equipo médico no llegara, incluso la idea de trasladarse al hospital era bastante mala a esas alturas... Él los necesitaba allí y ahora, de otro modo todo iba a ponerse muy feo muy rápido.

—Jackson... —BamBam jadeó y él se incorporó para verlo mejor— Basta... —pidió bajo— Sólo olvídalo... Vete antes de que te metas en más problemas y sólo déjame... —el tailandés juntó todas sus fuerzas para sentarse y miró al mayor fijamente— por favor... Basta...

—Recuéstate o...

—¡Jackson...! —le gritó, arrepintiéndose instantáneamente al sentir cómo ese horrible y punzante dolor lo atravesaba una vez más, apretando sus ojos con fuerzas... BamBam sentía que su cuerpo se estaba abriendo desde adentro, cómo si aquel bebé intentara salir de algún modo, destrozando sus órganos al no encontrar una manera y haciéndolo sentir que en algún momento colapsaría del dolor.