Prescripción 22: Erased

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—Nosotras nos vamos —dijo Mina de repente.

—Pero... —Chaeyoung intentó quejarse, pero la mayor comenzó a tirar de su brazo hasta sacarla del apartamento y cerrar la puerta tras de sí.

Yugyeom tomó un gran respiró y se dispuso a curar las manos del mayor, eran marcas de sus propias uñas, ni siquiera podía imaginar por qué demonios sus palmas habían terminado así.

—Jackson...

—No —negó rápido y subió su mirada— No sé por qué viniste hasta aquí, pero por favor no hablemos de él. —suspiró y lo examinó con su mirada— ¿Estás lastimado en alguna...?

—¡Yugyeom! —apartó sus manos y aguantó las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos— Terminé con él... Yo...

—¿Por qué...? —el coreano lo observó confundido— ¿Por qué tú...? No querias verme, no querias toparte conmigo nunca más y ahora estás aquí...

—¿Qué? —BamBam frunció su ceño— ¿De qué hablas? Quería hablar contigo, quería llamarte, pero no podía hacerlo, no podía buscarte, ni siquiera podía responder a tus mensajes... —sintió como la primera lágrima caía y siguió hablando— Intenté ir a casa, buscar mis cosas, lo usaría como excusa para usar el teléfono y hablar contigo, pero Jackson no quería que fuera solo... Me rendí, le dije que fuera por mí, que buscara mi ropa... Ese día volvió molesto y rompió mi móvil en pedazos, ni siquiera sé por qué lo hizo... Me compró uno nuevo pero no quería utilizarlo, tenía miedo de que supiera que lo usaba para hablarte... No podía ni asomar mi cabeza por la venta sin la compañía de uno de sus escoltas, me llevaban al trabajo y esperaban por mí para volver a su casa, yo... yo... —negó rápidamente— No podía aguantarlo más... Tenía miedo de estar con él pero no sabía cómo huir de allí sin que me siguiera y que volviéramos a lo mismo... Yo... —hipó— tenía miedo de empezar de nuevo pero...

—Pero... —Yugyeom lo observó fijamente, sintiendo los fuertes latidos de su corazón subir por su garganta.

—Pero me di cuenta de que estaba enamorado de tí cuando noté que no podía sacarte de mi cabeza, cuando veía a Jackson y sólo podía desear que fueras tú...

—¿No estabas evitándome? —preguntó.

—¿¡Por qué demonios piensas es...!?

Yugyeom se posicionó a la altura del mayor y tomó su rostro entre sus manos, atrayéndolo al suyo para besar sus labios, sintiendo como aquella cosquilleante sensación que el tailandés provocaba en él volvía a formarse en su estómago con más fuerzas que nunca.

—No te traje un regalo, lo siento —BamBam habló bajo y Yugyeom sonrió.

—Sí lo hiciste —susurró contra la boca del mayor y tiró suavemente de sus piernas para acercarlo al borde del mueble y que se pegara más a su cuerpo.

BamBam se abrazó al cuello del coreano con sus brazos y rodeó la cintura de éste con sus piernas al tiempo que él lo levantaba del sillón y comenzaba a andar. Los labios de Yugyeom se movían con lentitud y suavidad sobre los suyos, el coreano se robaba el aliento del tailandés entre largos y húmedos besos que aceleraban su corazón por la lentitud que lo hipnotizaba.

El de piel morena no fue capaz de contener a sus manos de no deshacerse de cada botón en la camisa del más alto, dejando ver cada vez más espacios de su blanca piel mientras sus dedos descendían por la tela, tanteando su camino hacia abajo hasta ya no encontrar más molestos botones, abriendo sus ojos sólo cuando su espalda chocó suavemente contra la blanda cama y observando al alto pelinegro frente a él.

Su cuerpo se estremeció cuando sintió los dedos de Yugyeom rozar contra su piel al escurrirlos debajo de su suéter, BamBam se sentó en su sitio para facilitarle el trabajo y así terminar de sacar la prenda rápidamente, apretando sus labios con fuerzas al ver que el menor lo miraba fijamente... Se había arrepentido.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora