—¿¡Sabes lo que nos ha costado esto!? —el enojado hombre lanzó varias páginas de periódicos frente al joven de apariencia descuidada y éste desvío su mirada al piso.
—Lo siento mucho... —Youngjae estrujó sus manos detrás se su espalda y apretó sus labios— Yo... —se volvió a ver al hombre de mediana edad que estaba enrojecido por la cólera y frunció su ceño— ¡Ah, no lo siento! ¡No lo siento ni un poco! ¡Son todos unos malditos hipócritas desalmados! —le gritó, sin un gramo de pudor en su cuerpo— ¿Por qué no puedo poner ese anuncio en el periódico? ¿¡Ah!? ¿¡Por qué!? ¿¡Qué se supone que debo hacer si mi mejor amigo desaparece!? ¿¡Qué se supone que debo hacer si se esfumó de la faz de la tierra y nadie quiere ayudarme!? ¡BamBam trabajó aquí por años y ustedes ni siquiera mueven un dedo! ¡Son unos hijos de...!
—¡HABLO DEL ANUNCIO DE TU PERRA!
—Ah... —Youngjae se detuvo de gritarle al hombre y mordió su lengua.
.
.
.—¿Qué voy a hacer ahora? —Youngjae tapó su rostro con sus manos y se reclinó sobre el banquillo del parque— Coco-Yaaaaah —gimió tristemente mientras abrazaba aquel trozo de periódico y suspiraba fuertemente.
Youngjae estaba al borde de la locura, BamBam había desaparecido de la noche a la mañana y él lo había podido contactarlo desde entonces, estaba extremadamente preocupado por su mejor amigo y nadie parecía querer ayudarlo a encontrar al tailandés. Al principio había pensado que el tonto peliblanco se había escapado con Yugyeom a alguna isla caribeña a hacer cosas indecorosas y a gastar el jugoso dinero de su liquidación, pero... ¡Yugyeom había aparecido, extremadamente herido, y BamBam no! ¡Aquello activó todas sus señalas de alarma!
Él había intentado acercarse a Yugyeom, el chico había estado en coma por un largo tiempo y Youngjae pensó que no lo lograría, había llorado incontables noches en su habitación, rezando por qué el menor estuviera bien y que pudiera despertar, que pudiera decirle qué había pasado con BamBam, yendo a trabajar al día siguiente con sus ojos rojos y un increíble trasnocho que no lo dejaba concentrarse. Pero el día en que Yugyeom despertó, ya no le permitieron verlo. Jinyoung le había pedido que se alejara de él hasta que estuviera al menos un poco más estable, le contó que habían intentado ayudarlo a recordar pero sólo habían logrado que colapsara y que despertara peor que la primera vez. Debían darle tiempo... Pero tiempo era precisamente lo que Youngjae no podía permitirse perder.
Había estado colocando anuncios de "persona desaparecida" sobre el tailandés en cada periódico que era impreso, dejando su dirección e información de contacto en caso de que alguien lo reconociera de algún lado y pudiera decirle en dónde se encontraba su mejor amigo... Pero nunca obtuvo una llamada ni nada parecido. BamBam había desaparecido.
Para poner una cereza sobre su majestuoso pastel de varios pisos y cremoso relleno de desesperación y sufrimiento, ¡Coco había desaparecido también! Su pequeña perrita había escapado de casa luego de que él, descuidadamente, dejara la puerta del departamento abierta mientras rechazaba una orden errónea de carne seca, es decir... ¿Quién en su sano juicio ordenaba cuatro cajas enteras de carne seca?
Sí.
Así había perdido a su perra.
Peleando con un repartidor de baja calaña que no aceptaba que él no había ordenado aquella desfachatez mientras Coco corría hacia la libertad, llamada por el aroma de aquel odioso producto. Maldita sea.
Una fuerte ráfaga de viento se llevó todos los periódicos que el castaño tenía a su lado mientras éste no podía hacer más que observarlos volar, con sus ojos rojos, su corazón roto, su casa sin la presencia de Coco y con la persistente idea de qué jamás volvería a ver a su mejor amigo... ¡Ah! Y sin trabajo porque acababan de despedirlo.
ESTÁS LEYENDO
Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanfictionDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...