Prescripción 70: Disposable.

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El tailandés acarició el rostro del pelinegro mientras éste lo bajaba lentamente, despegando sus labios de los de él por algunos segundos y sorbiendo su nariz mientras las lágrimas seguían cayendo de sus ojos... Aquello había sido un error, ¿Ahora cómo podría decirle adiós?

—Debo irme —dijo bajo y Yugyeom negó con su cabeza.

—¿Por qué? ¿A dónde?

—Sólo debo hacerlo... —agachó su cabeza e intentó alejarse pero Yugyeom no se lo permitió.

—¿Por qué no puedes decirmelo? —bufó— ¿Hice algo? Antes de perder mi memoria... ¿Hice algo para alejarte? ¿Es por eso? —su corazón comenzó a acelerarse nerviosamente en su pecho ante la idea de dejarlo ir.

—No hiciste nada mal, Gyeom...

—¿Entonces por qué debes irte? —cuestionó, no entendía nada.

—Porque no podemos estar juntos —el tailandés se volvió a verlo con una triste expresión y él frunció su ceño—... Ahora estoy con alguien más...

—No te creo —lo interrumpió y BamBam desvío su mirada—... No lo creo.

—Es la verdad —mordió su labio al escuchar la bocina del auto una vez más y sentir cómo Yugyeom se aferraba más a él, haciéndole más difícil el tener la voluntad de alejarse.

—No lo es —Yugyeom suspiró—... Lo sé —tomó el rostro del mayor y lo obligó a verlo una vez más—. Mírame a los ojos y dímelo —pidió, notando que el contrario desviaba su mirada otra vez.

—Es la verdad, Yugyeom —gimió—... Estoy con alguien más... Ya no podemos estar juntos... Es lo mejor...

—¿Para quién? —bufó— pierdo mi memoria y lo único que hago después de despertar es pensar en tí día y noche, preguntándome quién eres y por qué demonios te necesito tanto. Al fin te encuentro y tú me mientes sin siquiera poder mirarme a los ojos... Dime, si esto es lo mejor ¿Por qué lloras? —limpió las lágrimas de las mejillas del menor y éste intentó alejarse una vez más.

—Gyeom, por... —las palabras del tailandés se perdieron en los labios del coreano, los cuales de unieron a los suyos delicadamente mientras el más alto seguía sosteniendo su rostro.

El tailandés jadeó al sentir un extraño movimiento en su estómago y lo aguantó con su mano, era la primera vez que pasaba, esa era la primera vez que el de piel morena sentía al bebé hacer algo. Su mirada fue temerosamente a los ojos del más alto, quien lo miraba con confusión, suspirando aliviado al ver que no había podido sentirlo pese a la cercanía y apretando la tela de su propia camisa entre sus dedos... ¿Por qué debía ser así? ¿Por qué no podía decirle la verdad? ¿Por qué no podía decirle sobre el bebé? Una vez más, Jungkook lo llamó desde el auto y él mordió su labio.

—De verdad debo irme —su mano se deslizó lentamente de la del menor.

—Bam... —Yugyeom llamó al ver que retrocedía— No sé por qué haces esto... —BamBam siguió retrocediendo mientras lo escuchaba, mirándolo fijamente— Pero voy a recuperarte... Lo juro.

El tailandés agachó su cabeza con tristeza y se dio la vuelta para salir corriendo en dirección al auto que Jackson había dispuesto para cuando él y Jungkook tomaran un paseo, subiendo al puesto del copiloto y poniéndose su cinturón de seguridad.

—BamBam, fuiste tú el que me obligó a mantener todo esto en secreto, ¿y ahora me engañas para venir a ver a Yugyeom? —bufó con incredulidad mientras ponía el auto en marcha— Esto fue muy peligroso...

BamBam apoyó su cabeza en el asiento y cerró sus ojos con fuerza. Él no había olvidado la promesa de Yugyeom, BamBam había obligado a Jungkook a pasar cada día por aquella pastelería sólo para ver al coreano desde lejos, lo observaría esperar por algunos segundos y luego se iría; Jungkook tenía razón, era peligroso, ¿Qué pasaba si por hacer aquella estupidez Yugyeom recuperaba sus recuerdos e iba a buscarlo a la mansión de Jackson? Le diría al chino que aquel niño era suyo, intentaría sacarlo de allí, y el chino seguro lo mataría con sus propias manos... Ni siquiera quería pensar en lo que le esperaba a su hijo si aquello pasaba.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora