El sonido del microondas llamó la atención del desganado tailandés, quien levantó su adolorida cabeza y observó al maldito aparatejo, ¿Debía aquel ruido ser tan fuerte? Su cuerpo se movió automáticamente hacia él y sacó la taza con agua que había metido hace algunos minutos, su mano fue hasta uno de los estantes y tomó la caja de té que tenía más cerca, sacando uno de los pequeños paquetes y sumergiéndolo en la humeante taza. Habían pocas cosas en la vida de las que BamBam se arrepentía, y pasar la noche en vela comiendo nachos con extra de queso era una de esas... Su estómago estaba totalmente descompuesto. Su vista se posó en la hora marcada en la pequeña pantalla del microondas y suspiró, Yugyeom aún no regresaba, ya iban más de cinco horas desde que había salido, comenzaba a preocuparse.
Era la segunda vez que Yugyeom hacía algo así, siendo la primera el mes anterior en la misma fecha. Aquel día se cumplían dos meses desde el fallecimiento de su pequeño paciente, el coreano se había ausentado por casi medio día el mes anterior para ir a dejar algunas flores en su tumba y este mes hacía lo mismo. BamBam se había ofrecido a acompañarlo pero él se había negado, asegurándole que estaría bien y que prefería ir solo. El tailandés no tuvo más remedio que aceptar y esperar.
El timbre retumbó en el departamento y la adolorida cabeza del tailandés dio vueltas, comenzaba a abrazar la idea de arrancarse los tímpanos mientras arrastraba sus pies a la entrada y abría la puerta sin siquiera revisar quien estaba del otro lado.
—Mark... —miró con sorpresa al americano que estaba frente a él y se hizo a un lado para dejarlo pasar.
—Hey —hizo un gesto con su cabeza y caminó hasta la sala—... ¿No está Yugyeom? —preguntó luego de mirar a todos lados y el menor negó con su cabeza, arrepintiéndose al instante y masajeando sus sienes, quizás debería acompañar aquel té con unas cuantas píldoras para la jaqueca— Bien, esperaba poder hablar contigo —soltó con seriedad y BamBam se volvió a verlo.
—¿Pasa algo? —preguntó— ¿Es por Jackson? —soltó un pesado suspiro, el tailandés no se creía capaz de soportar ninguna otra revelación criminalística sobre su ex... El tema del chino realmente lo desgastaba en todos los sentidos.
—Ah... Sí —el americano sobó su cuello con incomodidad y desvío su mirada hacia el piso—. No sé cómo pedirte esto... —suspiró.
—Sólo dime —instó.
—Uno de nuestros agentes se infiltró en la compañía de Jackson hace poco... —comenzó a hablar— queríamos rastrear sus movimientos pero... —BamBam notó como el mayor fruncía su ceño y apretaba sus puños con molestia— Perdimos el contacto cuando estaba a punto de dirigirnos hasta la que sospechamos es su base de operaciones... —bufó.
—¿Sólo desapareció? —el menor preguntó sorprendido.
—Sí... Justo después de pasarnos algo de información —metió su mano en su bolso y sacó una carpeta—. Creo que puedes reconocer esto —se la pasó al tailandés y éste comenzó a hurgar entre los papeles.
—Es la misma información que te di yo —frunció su ceño al reconocer aquello, era la información que Jackson le había dejado sacar a él del sistema de la compañía cuando estaba "ayudándolo" con su investigación y que él posteriormente le había entregado a Mark.
—Tú estuviste allí y esto fue lo mismo que lograste obtener... No sé si Wang está jugando con nosotros o sí realmente podemos confiar en esto... BamBam, si realmente obtuviste la información real entonces solo hay dos opciones; o Jackson realmente confía en ti y está muy seguro de lo que hace o descubrió que me diste esta misma información y está jugando conmigo una vez más.
—Estoy seguro de qué es real —BamBam dijo casi en un susurro.
—Tambien lo creo... Y por eso estoy aquí —el tailandés devolvió los papeles al detective y lo miró fijamente, por algún motivo sus piernas habían comenzado a temblar—. Sé que esto es demasiado y por favor siéntete libre de negarte, no espero que aceptes, la verdad —suspiró—... Tú... Necesito que hagas que Jackson te de la ubicación correcta de dónde tienen a las personas desaparecidas...
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanfictionDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...