—No estoy muerto... —Yugyeom soltó con un hilo de voz y abrió sus ojos lentamente.
—¿Por qué me asustas así? —Chaeyoung bufó— Estás muy frío...
—Hay que salir de aquí... —Yugyeom la interrumpió y se incorporó rápidamente, llevando una de sus manos a su rostro y tapando su mareada vista, la perdida de sangre realmente le estaba afectando.
—No puedes salir en esas condiciones... Yo iré...
—No puedes ir sola —Yugyeom bufó y se volvió a verla con su ceño fruncido—, está oscureciendo, no ha dejado de nevar y probablemente todo el camino esté oculto bajo una gran cantidad de nieve, puedes perderte...
Su vista se volvió borrosa y sintió que su cuerpo perdía fuerza y peso, tambaleándose repentinamente y sintiendo cómo los brazos de su amiga lo detenían de caer de bruces hacia el frente.
—Iré a buscar ayuda —sentenció la menor—, no puedo cargarte si te desmayas y no puedo dejarte en la nieve a morir de hipotermia —suspiró, quitando su chaqueta y dejándola como almohada bajo la cabeza del más alto—. Aquí estarás mejor mientras encuentro a alguien que pueda ayudarnos... Vaya... —Yugyeom se había desmayado otra vez.
Chaeyoung dejó un pequeño beso en la frente de su mejor amigo y se levantó, observando la pequeña ventanilla que se alzaba en la parte trasera del almacén y buscando la forma de llegar hasta esta, abriéndola con dificultad y deslizándose por ella, cayendo de bruces hacia la enorme capa de nieve que cubría el piso y bufando mientras se levantaba. Todo el lugar estaba desolado.
La pelinegra decidió descender la montaña en busca de ayuda, comenzando a correr todo el camino hacia abajo, pues no podía perder más tiempo, Yugyeom seguía perdiendo sangre y si seguía de aquella manera su vida correría peligro.
Las horas pasaban, el cielo se oscurecía y Chaeyoung comenzaba a entrar en pánico, no había visto ni a una sola persona hasta el momento y no sabía en dónde estaba, además de que ya no tenía su chaqueta consigo, su camisa estaba rota y sus manos y brazos iban manchados con la sangre de Yugyeom... Estaba desesperada.
Luego de que el cielo comenzara a dejar ver las estrellas, Chaeyoung pudo ver a lo lejos una gran estructura que reconoció como un hospital, obligando a sus entumecidas piernas a tomar todo el impulso que podían y comenzando a correr en aquella dirección, resbalando en su camino hacia allá y golpeándose al caer.
Le tomó varios minutos poder alcanzar su destino pero al final lo logró, el lugar estaba abarrotado de personas asustadas y de muchos heridos, un niño pequeño comenzó a llorar mientras la señalaba asustado, ella entendió que sus manos cubiertas de sangre lo habían asustado hasta la médula así que intentó calmarlo pero no funcionó.
La pelinegra no sabía qué hacer, necesitaba a alguien capaz de ir hasta donde estaba Yugyeom, curarlo y cargarlo todo el camino de regreso pero todo el personal de aquel hospital parecía extremadamente ocupado... ¡Y no era para menos! Chaeyoung había perdido la cuenta de la cantidad de heridos que había en aquel lugar, algunos incluso estaban sentados en el piso debido a lo desastroso y abarrotado que se encontraba el hospital, era desesperante.
—Oh... Por favor —estrujó su rostro con desesperación.
—¡Chaeng! —una dulce y conocida voz la sacó de sus pensamientos y ella se volteó rápidamente.
—¡Mina! —la coreana corrió hasta su novia y la abrazó fuertemente.
Chaeyoung soltó a su novia y quiso decirle algo al tailandés, preguntarle si estaba bien, pero sus intenciones se vieron interrumpidas por la persona que lo estaba cargando. La coreana titubeó y sacudió su cabeza... No podía ser cierto.
—Chae... ¿¡Chaeyoung!? —Jungkook observó impactado a la más baja del grupo— ¿Estás bien? —vio la sangre que cubría sus brazos y ella negó rápidamente.
—N-no es mía... —apretó sus labios, vio al confundido BamBam y volvió a mirar a Jungkook— rayos... —apretó sus puños y se resignó— Yugyeom necesita ayuda —soltó al final, haciendo que la expresión del más alto cambiara drásticamente—, está en un almacén subiendo la montaña... Rápido... —soltó suplicante.
Jungkook dejó a BamBam ponerse de pie y salió corriendo como si supiera qué camino debería tomar para llegar a Yugyeom. Chaeyoung observó cómo BamBam la miraba con preocupación, sus ojos rojos estaban clavados sobre los brazos de la más baja, ella sabía que él había entendido que toda aquella sangre era de Yugyeom y eso parecía consternarlo a un punto crítico. Chaeyoung se acercó hasta el tailandés y sobó su brazo, asegurándole que todo estaría bien. Él sólo agachó su cabeza.
—Tranquilo, estará bien —lo vio tragar fuerte, aún con su cabeza gacha—... Vamos, no te preocupes —dijo bajo al verlo llevar su mano hasta su boca—. No pasará nada malo... ¿BamBam? —Chaeyoung apretó el brazo del más alto.
BamBam cayó sobre sus rodillas y comenzó a toser, tanto Chaeyoung como Mina intentaron ayudarlo pero él seguía de rodillas, tapando su boca con su mano, por la cual comenzaban a resbalarse algunas gotas de sangre.
—¡BamBam! —Mina gritó preocupada al verlo desmayarse.
—¡Ayuda! —Chaeyoung buscó desesperadamente al personal del hospital.
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(CheesyNote: éste capítulo quedó muy corto pero ya subo el siguiente y lo prometido es deuda, aquí viene el dramón mis queridas petunias así que vayan y busquen un asiento cómodo porque esto va en picada hacia el drama) Saranghae 💚
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanficDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...