Rice Ball (GOT7 - YugBam)

Prescripción 42: Accusations

—¿Qué quieres decir? —BamBam bajó su libreta y observó al chino con su ceño fruncido.

—Exactamente lo que acabo de decir —Jackson frunció su ceño—. Dime, ¿No me conoces desde hace años? ¿Cuánto tiempo estuvimos juntos, BamBam? —suspiró— Estuve contigo en la clínica, hice millones de preguntas, ¿Qué te hace pensar que pagaría por un tratamiento que yo mismo desarrollé? —el castaño dejó su taza en la mesa y comenzó a masajear su frente, parecía estresado— ¿Es tu noviecito el doctor el que te está metiendo esa basura en la cabeza?

—Yugyeom no...

—No me importa lo que diga Yugyeom, BamBam —Jackson lo interrumpió y lo miró fijamente—. Mírame, mírame a los ojos... —se inclinó sobre la mesa y BamBam apretó sus labios— Hola, soy Jackson Wang —tomó su mano y la estrechó repentinamente, tomando al tailandés por sorpresa—, lo siento, creí que era necesario presentarme en vista de que no me conoces —soltó la mano del menor y se levantó de su asiento, comenzando a caminar por su oficina; su expresión era una mezcla de muchas cosas, BamBam podía ver estrés, tristeza y decepción.

—Jackson... —BamBam suspiró, sabía que acababa de hacer una acusación bastante fuerte, pero no esperaba aquella reacción.

—No —Jackson comenzó a negar con sus ojos cerrados—... No vengas a decirme "Jackson" —imitó su voz— como si no fuera nada... ¿Entiendes lo que me estás diciendo? ¿Entiendes lo que tu noviecito te está metiendo en la cabeza? —bufó— BamBam, me conoces hace más de diez años, estuvimos juntos por mucho tiempo... Escucha, sé que soy un imbécil, un descuidado y que quizás soy muy estúpido ya que obviamente no le doy el valor adecuado a las cosas en el momento preciso... —soltó triste— pero no voy a dejar que ese doctor de pacotilla dañe lo poco que queda bueno en la imagen que tienes de mi... Mucho menos dejaré que dañe el legado de mi padre —caminó hacia su escritorio, desconectó su laptop y tomó asiento al lado del tailandés, posando la computadora en la mesa que tenían al frente y comenzó a teclear con rapidez sobre esta.

—¿Qué haces? —BamBam preguntó confundido mientras el chino seguía hurgando en la memoria de su computador.

El tailandés dio un suspiro y le pidió disculpas, había, por fin, reunido el valor para encarar a Jackson, le había comentado por fin sobre su investigación y había intentando hacerlo confesar sobre sus contribuciones al proyecto Distensys... Pero aquello no había salido tan bien.

—Ten —el castaño cedió la laptop al más bajo y éste lo miró confundido—. Revísalo, lee todo lo quieras, no encontrarás nada de lo me dijiste...

—Jackson, no tienes que...

—No, anda, quiero que lo veas por tus propios ojos —movio la pantalla en dirección al menor y éste apretó sus labios, aún así observó—. Son todos los movimientos de la empresa, está todo desde hace 5 años hasta hoy —explicó—. ¿Ves eso? —señaló— Son los medicamentos por los cuales me estás acusando —señaló varias transacciones—. Somos una compañía farmacológica, Bam, surtimos a todo el país de millones y millones de medicamentos, incluso sólo componentes, ¡Incluso al extranjero! —suspiró— No puedo hacerme responsable por cada carga que la compañía produzca luego de que deje de estar en mis manos, no le digo a otras personas como manejar sus compañías, mucho menos sus activos, no está a mi alcance, yo solo hago mi trabajo... Sólo para que quede claro —agregó luego de varios segundos de silencio—, Wang industries no ha hecho ningún aporte a ese proyecto, no directamente, y lo siento, no quise gritarte...

—Yo... —BamBam bajó el computador y respiró profundo, ahora se sentía como un imbécil por acusar al mayor de aquella manera— Lo siento, Jackson... —suspiró— es sólo qué... Olvídalo.... De verdad lo siento mucho.