Las manos de Yugyeom se aferraron a su motocicleta luego de haberla apagado y miró en dirección a los enormes abetos que se alzaban alrededor... ¿Por qué aquel lugar se le hacía tan inquietante? Con cuidado y sigilo, Yugyeom bajó de su vehículo, sintiéndose algo mareado al poner sus pies sobre la tierra y llevando una de sus manos a su pecho, sintiendo su acelerado corazón golpear con fuerza desmedida.
—Hey... —una mano se posó en su hombro y él se volvió con sorpresa, suspirando al notar que era Jungkook quien se había acercado a él— No puedes quedarte aquí, acabo de ver a dos sujetos caminando alrededor... No parecían muy amigables —ayudó a su amigo a levantarse y éste lo siguió— ¿Sabes dónde puede estar BamBam? —preguntó bajo mientras se escondían detrás de uno de los árboles.
—... No... —Yugyeom sostuvo su cabeza, había comenzado a doler insoportablemente; imágenes dispersas de aquel lújubre lugar habían comenzado a llegar a su memoria de a golpe, haciéndolo sentir mareado y confundido, ¿Ya había estado allí antes?— Quizás sí... No lo sé...
—Eso no ayuda en nada —Jungkook bufó—. Vamos a... Oh, nononono... Corre... —empujó su brazo varias veces— Corre, corre, corre, corre... Yo los distraigo —el mayor instó al ver que aquellos sujetos armados comenzaban a inspeccionar la motocicleta del más alto.
Yugyeom titubeó luego de que Jungkook lo empujara con fuerzas, dudando de si de verdad era buena idea dejar al mayor solo, encargándose por su cuenta de aquellos dos sujetos, pero corriendo velozmente al recordar que no tenía tiempo qué perder y que debía encontrar a BamBam de una vez por todas. El pelinegro se adentró en aquel enorme y oscuro edificio, sintiendo la inquietud crecer en su cuerpo a medida que avanzaba; podía recordarlo, podía recordar aquel lugar, aquellos pasillos... Recordaba el piso de abajo y...
—No, no, no... —Yugyeom bajo aquellas extrañamente familiares escaleras y miró a su alrededor a cada puerta de aquel lugar, sintiendo cómo su corazón se agitaba y cómo si corazón se descontrolaba. BamBam no podía estar ahí, no.
Su mano se dirigió a la gran puerta metálica frente a él y sintió un extraño terror de abrirla, mordiendo su labio con fuerza al ver cómo su extremidad temblaba y el rostro de Taehyung venía a su mente. Luego de unos pocos segundos, el pelinegro pudo escuchar la voz de BamBam resonar del otro lado y sólo aquello fue necesario para que su cuerpo reaccionara automáticamente, empujando la enorme puerta de un golpe y observando aquella escena frente a él. BamBam estaba sobre sus rodillas, pálido y jadeando mientras apoyaba sus manos al lado de lo que parecía un charco de su sangre, Jackson, por su parte, lo miraba con una expresión imperturbable mientras sostenía un arma en su mano. Yugyeom obviamente sólo pudo pensar en que el chino le había hecho daño al tailandés y no pudo evitar dar varios pasos en su dirección, deteniéndose luego de que Jackson lo apuntara con el arma y BamBam le gritara que se detuviera... Yugyeom estaba molesto, no le importaba si Jackson descargaba todas las municiones de aquella pistola en su pecho, él simplemente quería ir y estrangular al chino por haber posado sus manos sobre BamBam... A Yugyeom no le importaba morir allí con tal de llevarse a Jackson consigo, simplemente no le importaba... No podía evitarlo.
—Gyeom... Detente... —BamBam pidió entre jadeos al ver que el menor se seguía acercando y Jackson no bajaba su arma.
—¿Por qué no te vas? —Jackson suspiró al ver que Yugyeom se detenía a ver a al tailandés con preocupación.
—¿De verdad estás preguntándome eso? —Yugyeom volvió su mirada con incredulidad al chino y frunció su ceño— Reacciona, Jackson —soltó con enojo—. ¿Realmente quieres seguir con esto? ¿Qué demonios ganas? ¿No ves que estás haciéndole daño? Sí no te importa la seguridad de BamBam al menos hazte un favor a tí mismo y vete, lárgate antes de que sea muy tarde... —el coreano se detuvo de seguir hablando y volvió su mirada a su prometido.
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanfictionDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...