Rice Ball (GOT7 - YugBam)

Prescripción 49: Slap

BamBam se levantó del piso al ver a Jinyoung negar con su cabeza y apretó sus labios, no podía evitar sentirse culpable por aquella desgracia, por su culpa Yugyeom no había contestado las insistentes llamadas de Chaeyoung, por su culpa le habían revocado la licencia y por su culpa había muerto aquel niño.

—Era muy tarde —el doctor Park suspiró—, no podía hacerse más nada —sacó su mascarilla—. Debo informarle a sus familiares...

—Por favor, déjame hacerlo —el pelinegro pidió bajo, aún con su cabeza gacha y Jinyoung sólo asintió, palmeando su hombro con delicadeza y alejándose por el pasillo.

BamBam estaba paralizado en su sitio, no sabía qué decirle al más alto, ni siquiera sabía si abrir su boca ayudaría en algo, así que sólo mordió su lengua y apretó sus puños mientras lo veía tomar un gran respiro y caminar de vuelta por el pasillo para informarle a la familia del niño que aquella cirugía había fracasado. El tailandés caminó lentamente detrás de él, quedándose a mitad de camino al ver cómo se acercaba a la llorosa mujer que se levantó de golpe al verlo caminar en su dirección.

El corazón de BamBam se rompió al ver cómo aquella mujer lloraba desesperadamente luego de que Yugyeom le diera la dolorosa noticia, pero se sintió aún más miserable al ver cómo el pelinegro se arrodillaba, ponía sus manos en el piso y apoyaba su frente sobre estas, haciendo una muy profunda reverencia mientras se disculpaba con la familia del difunto niño, negándose a levantarse aunque la miserable mujer le pedía que lo hiciera.

Aquellos minutos se habían sentido interminables para el tailandés, tragando fuerte al ver cómo al fin Yugyeom se levantaba del piso y volvía a hacer otra profunda reverencia antes de caminar desanimadamente en dirección a su consultorio, a BamBam le tomó un rato decidir si debía seguirlo o no, rindiéndose ante aquel impulso y corriendo por dónde se había ido el pelinegro, respirando profundo antes de girar la perilla de la puerta y caminar silenciosamente adentro del conocido lugar.

La vista del de piel morena se clavó sobre el coreano que movía cosas de su escritorio, deteniéndose en el bonito bolígrafo plateado que tenía su nombre grabado en el, tomándolo entre sus dedos y observándolo por varios segundos antes de patear su silla y seguir sacando algunas cosas de las gavetas.

—Gyeom... —BamBam intentó llamarlo pero éste sólo siguió vaciando aquel escritorio— Gyeom, detente... —pidió un poco más alto pero el menor no le hizo caso— ¡Yugyeom!

—¿¡Qué!? —el pelinegro se volvió a verlo con sus ojos hinchados, haciendo que BamBam se sintiera aún peor.

—Estas cosas pasan, no es tu culpa...

—No, BamBam —bufó—, estas cosas NO pasan —se alejó de sus escritorio y miró al mayor fijamente—. Estas cosas jamás suceden, ¿Sabes por qué? Porque soy el único imbécil que deja que algo así ocurra...

—No tenías manera de saber que esto pasaría, es mi culpa por hacer que revocaran tu licencia...

—Fuí hasta allá sabiendo que podría pasar eso y no me detuvo... Lo dejé morir...

—Yugyeom, no había manera de que supieras que él llegaría en estas condiciones hoy...

—Aún así...

—¡Deja de echarte la culpa! —BamBam se desesperó al ver que Yugyeom seguía culpándose por todo— ¡Si hubieras sabido que él...!

—¡Aunque hubiese sabido por qué me llamaba Chaeng igual hubiese ido a dónde tú estabas! —soltó con brusquedad.

BamBam se quedó sin palabras, sintiendo cómo su labio temblaba al querer hablar pero no poder hacerlo mientras Yugyeom se sentaba al borde de su escritorio y tapaba su rostro.