—¿Uhm? —Yugyeom observó el mensaje del tailandés con confusión, aún era muy temprano pero éste le pedía que fuera a buscarlo a su trabajo.
La mirada del coreano fue hasta el reloj de la sala y frunció su ceño, ¿Se había sentido mal y por eso ahora quería que fuera a buscarlo tan temprano?, Como si aquella idea hubiese sembrado un terror infundado en su interior, Yugyeom tomó su billetera y las llaves de su motocicleta antes de salir corriendo al estacionamiento de su edificio, encendiendo rápidamente el vehículo y dirigiendose al trabajo de su novio.
Ya habían pasado tres semanas desde que ambos habían comenzado a vivir juntos, la pareja se había rendido en la idea remodelar la cocina con papel tapiz al darse cuenta de que pegarlo era más difícil de lo que parecía, habían terminado con un horrible desastre pegado a la pared, el cual debieron quitar al final del día y comenzar a pintar de nuevo. BamBam había terminado tan adolorido que simplemente no pudo ir a trabajar al día siguiente, Yugyeom, por su parte, sólo terminó con algunos calambres en sus brazos y piernas, producto de pegar y despegar el papel tapiz y luego tener que pintar toda la cocina y, por último, ordenar y limpiar el desastre que habían hecho. El tailandés había pasado la última semana quejándose de los dolores que aquello le había dejado, usándolo como excusa para afirmar que nunca más haría otro trabajo de remodelación.
Yugyeom logró llegar al trabajo del mayor en un tiempo récord, encontrándolo en la entrada y bajando rápidamente de la motocicleta para acercarse a él.
—¿Estás bien? —preguntó algo preocupado.
—Estoy bien —sonrió.
—¿Entonces por qué me pediste que viniera tan temprano? —cuestionó, con su ceño fruncido— Pensé que te sentías mal o algo...
—No, no —negó felizmente y le pasó un papel.
—¿Qué es...? —Yugyeom leyó el contenido y abrió sus ojos sorprendido.
—Es mi carta de renuncia, firmada, sellada y procesada —sonrió ampliamente, cómo que si aquello fuera una de las decisiones mejor tomadas de su vida.
—¿... Por qué? —fue lo único que el coreano pudo preguntar, estaba realmente confundido.
—Ya no se sentía bien —BamBam aseguró con seriedad—. Además, ¿En qué otro momento de nuestras vidas tendremos tanto tiempo libre como ahora? ¿Cómo puedo venir a trabajar sabiendo que te quedas en casa todo el día? Ah, ¿No sería tonto de mi parte no aprovechar tu desempleo para pasar tiempo juntos?
—Estás loco —Yugyeom sonrió.
—Sí, quizás —el tailandés asintió con felicidad.
—¿Ahora somos un par de desempleados? —se burló.
—Así es, el lado positivo es que probablemente los desbanque entre vacaciones no tomadas, gratificaciones, compensación por tiempo y horas extra... —el tailandés consideró mientras pensaba en todo el dinero que la compañía iba a deberle por haber renunciado y rio fuerte, aquella iba a ser una muy jugosa liquidación.
Yugyeom sacudió su cabeza, intentando, inútilmente, sacar aquella sonrisa de su rostro; el tailandés estaba haciendo una locura y aún así él no podía evitar sonreír felizmente, ¿Habían alcanzado el borde la demencia al mismo tiempo? ¿Cómo podía estar feliz por eso?
—¿Vamos a quedarnos aquí parados o vas a llevarme a casa? —el tailandés preguntó, sacando al coreano de sus pensamientos.
—Sube a la moto, vagabundo —le pasó su casco y éste lo tomó con un puchero.
—Aún no puedo ser considerado un vagabundo —se quejó.
—Bueno, pronto los dos lo seremos ya que ninguno quiso mantener su trabajo —el pelinegro rio, acomodando su propio casco mientras ambos tomaban asiento en el vehículo.
—Aún falta mucho para eso —BamBam refutó rapido—, no creas que no ví tu estado de cuenta bancaria, guapo —soltó sugerentemente y Yugyeom no pudo contener su carcajada.
—Shit.
.
.
.
—¿Por qué no simplemente hicimos algo sencillo? —BamBam suspiró al ver que se les hacía tarde y Yugyeom rio.
El pelinegro apretó sus labios, intentando no reír luego de que el mayor lo fulminara con su mirada y sólo lo observó tomar los platos con la comida recién hecha, se suponía que irían al cine esa misma noche, la idea era tomar una comida rápida y salir para encontrarse con Chaeyoung y Mina en el centro comercial, pero el tiempo se les había escapado de las manos, sólo les quedaba media hora para encontrarse con las otras dos pero apenas se disponían a comer.
—Ah... Debimos comer afuera —suspiró el tailandés.
—Llegaremos a tiempo —Yugyeom aseguró.
—Uhm... —BamBam observó la mesa y frunció su ceño al ver las botellas de cerveza al lado de los platos— Vasos —se dijo a sí mismo.
Yugyeom observó cómo el mayor volvía a pasarle por al lado y se dirigía hacia los gabinetes de la cocina, no pudo evitar fruncir su ceño al verlo detenerse y girar sobre sus talones, cambiando de dirección una vez más y dirigiéndose hacía su izquierda, haciendo que Yugyeom entrara en pánico.
—Los vasos están a la derecha —señaló con rapidez, llamando la atención del mayor, quien se detuvo a verlo con una sonrisa.
—Quiero unas copas.
—Es sólo cerveza —Yugyeom se acercó a él y cerró el gabinete luego de que éste lo abriera un poco.
—¿Y? —BamBam frunció su ceño— Quiero usar las copas, estamos celebrando.
—¿Qué no tenemos trabajo? —rio, manteniendo su mano en la puertecilla.
—Ajá, ahora quítate y déjame sacar las co... —el sonido del teléfono de la sala lo interrumpió y ambos se volvieron a verlo.
—Ah... Seguro es Chaeng... ¿Puedes contestar? Yo sacaré tus copas —pidió con una mueca y BamBam sonrió.
—Tienes miedo que te grite, ¿Cierto?
—Sip —asintió exageradamente y BamBam depósito un beso en su quijada antes de ir hasta la sala y tomar el móvil, haciendo una mueca luego de que la coreana reventara su tímpano con un grito.
Yugyeom observó cómo su novio se disculpaba con su mejor amiga y se aseguró de que no estuviera viendo en su dirección, abriendo aquel alto gabinete y sacando las copas que BamBam había estado buscando, llevando su mano hasta el fondo y tomando la pequeña caja negra que había guardado allí con anterioridad, metiéndola en el bolsillo interno de su chaqueta y soltando un suspiro.
—Creo que van a matarte —el tailandés sobó su oído mientras caminaba hacia la mesa y Yugyeom le sonrió.
—No sería la primera vez que lo intentan —aseguró, aquello era verdad.
El coreano le pasó las copas al tailandés y éste las tomó con una gran sonrisa en sus labios, sirviendo la cerveza ya fría en ellas, algo innecesario ante los ojos del menor ya que, de nuevo, era sólo cerveza y algo de carne a la parrilla, ¿No se veían ellos muy tontos utilizando aquellas copas? Aún así, Yugyeom levantó su copa e instó al mayor a qué la chocara suavemente con la suya, apoyando su rostro en su mano libre al verlo sonreír aún más y siendo contagiado por la risa del mayor. El hecho de que BamBam fuera feliz con aquel tipo de tonterías hacía que el corazón de Yugyeom sintiera una reconfortante calidez... Lo hacía estar seguro de que había tomado la decisión correcta.
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(CheesyNote: creo que quedó algo cortito pero bueno, a veces pasa. Unpopular opinion: lo mejor de los comebacks de Got7 son los dance practice switch version, fight me. Hoy me ví como 10 veces ese bendito vídeo solo para reírme de cómo BamBam se perdía todas las partes de Yugyeom cómo que si ese fuese su trabajo, JAJA. Además, gracias a nuestro intelectual Choi –Sunshine– Youngjae, que sabe lo que el pueblo quiere y necesita y escogió Markson, Jjp y YugBam, gracias, te amamos. Eeeeen fin, espero que les gustara el capitulito de hoy y como siempre, les dejo diez besos sonoros en sus orejitas y diez abrazos aplastantes en cada una de sus rodillitas) Saranghae 💚
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanficDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...