—No vayas... —Yugyeom hizo un puchero en un intento desesperado por detenerlo— Por favor —volvió su expresión aún más miserable y BamBam comenzó a reír.
—Oh, vamos —rio y acarició la mejilla de su novio—. Tengo que ir, no puedo empezar el año faltando al trabajo.
—Nadie morirá —aquel puchero persistía.
—Tienes razón, nadie morirá —sonrió y plantó un beso en su frente—, pero aún así debo ir —tomó su bolso—. Vendré en la tarde, descansa —le guiñó un ojo al más alto y éste se desplomó derrotado en su cama.
Habían pasado algunos días ya desde que volvieron de la montaña, tuvieron que pasar el fin de año en aquel hospital y la verdad es que fue bastante miserable... Nada había salido como Yugyeom quería; el hospital lo había obligado a tomar un permiso de reposo debido a sus heridas, aún tenía las suturas y su cuerpo no estaba en condiciones de trabajar tanto tiempo como él solía hacerlo... ¡Pero iba a volverse loco!
¿Cómo se suponía que mantuviese su cordura estando encerrado en casa? Iba a comenzar a hablar con las paredes sí no hacía algo al respecto. Jinyoung había pasado el otro día y le había entregado el Kimchi que su tía le envío en navidad, hablaron unas cuantas horas y luego el mayor insistió repentinamente en llevarlo a la estación de policías, Yugyeom no sabía cómo explicarle que aquel sujeto que lo acechaba era el chófer del ex novio de BamBam, él ya se había acostumbrado, de hecho, ahora sólo lo ignoraba, pero Jinyoung parecía preocupado; el mayor abandonó el departamento con su ceño fruncido y Yugyeom suspiró, sabía que era una situación extraña pero, ¿qué podía hacer al respecto?
El pelinegro se levantó de su cama y caminó lentamente hasta la cocina, preparándose una taza de café bien cargado y apoyándose sobre la isla que había en medio de esta. Estaba atorado en casa hasta que pudieran quitar las suturas de sus heridas y eso era malditamente aburrido, BamBam había comenzado a trabajar hacía tres días y eso lo había desanimado, le había pedido infinitas veces que se tomara la semana pero BamBam insistió en volver al trabajo. Luego de aquel accidente en las montañas, Yugyeom había mantenido un ojo sobre su novio, el mayor había pasado dos días inconsciente luego de aquel extraño desmayo que Chaeyoung había descrito, eso lo tenía realmente preocupado, pero BamBam insistía en que estaba en perfectas condiciones... Y la verdad es que lo parecía.
El tailandés estaba radiante, había dejado atrás sus náuseas, aquellos extraños dolores y realmente se veía en muy buenas condiciones. Yugyeom sentía que se preocupaba demasiado pero es que el mayor parecía ir de un polo al otro y eso lo confundía.
El agudo sonido del timbre retumbó en la sala y lo sacó de sus pensamientos, realmente se pensó si ir a atender la puerta o si devolverse a su habitación para seguir durmiendo mientras ignoraba al inoportuno visitante... Pero no pudo hacer eso y dio pequeños brinquitos hasta la entrada del departamento.
—Hola, hola —un sonriente Jungkook se encontraba parado del otro lado de la puerta con su brillante actitud y unas bonitas flores en su mano—. Flores para el enfermo.
—No estoy enfermo —Yugyeom suspiró y se hizo a un lado para dejarlo pasar—. ¿Qué haces aquí? —preguntó confundido, no recordaba haberle dado su dirección.
—Hice mi tarea —se encogió de hombros—. Fue fácil encontrarte —sonrió—. Bonito lugar —le enseñó su pulgar y Yugyeom le indicó que tomara asiento en la sala.
—¿Eres algún tipo de acosador? —rio con su broma y Jungkook tapó su boca.
—Oh, no —actuó exagerado—. Me has descubierto.
—Vaya... No has cambiado nada —sonrió.
—¿Eso es bueno o malo? —el mayor alzó una de sus cejas mientras lo veía poner las flores en la mesa que se encontraba en medio de la sala.
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanfictionDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...