Prescripción 73: Mayday (II)

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—Está jugando con nosotros... —Yugyeom se recostó en su asiento y soltó un pesado suspiro.

—¿Cómo podría? —Mark frunció su ceño y se volvió a ver a su equipo— No... Está haciendo algo —asintió, ganándose la atención del coreano.

—Esto está tomando mucho tiempo —el pelinegro se incorporó en su asiento, volviéndose a ver al mayor—. Anochecerá, pronto, Mark —suspiró.

—Sólo podemos esperar —repitió con calma—. Si hacemos algo indebido y Jackson se entera que lo estamos siguiendo una vez más quizás ya no tengamos oportunidad de encontrar a BamBam, ¿Lo entiendes? —el menor hizo una mueca antes de agachar su cabeza y Mark posó su mano en el hombro de éste.

—Lo sé, lo siento —soltó bajo.

—Lo encontraremos, tranquilo —dijo amablemente y el pelinegro asintió.

Yugyeom estaba al borde de una crisis mental, aquella situación en serio estaba drenándolo de una manera sorprendente. A pesar de que casi todos sus recuerdos habían vuelto a su mente, él no podía llenar el vacío de lo que había pasado el día en el que él y BamBam se habían separado, simplemente no podía recordar la causa del "accidente" y qué había sucedido, era como si su cerebro lo hubiese eliminado por completo de su mente... Y eso lo estaba volviendo loco.

Acomodándose en su asiento y cerrando sus ojos por algunos minutos, Yugyeom intentó relajarse; aquel sentimiento de incertidumbre seguía punzando en su pecho y no parecía querer irse pronto, no podía evitar sentir que estaba olvidando algo importante y eso lo molestaba, ¿Qué más podía estar olvidando? ¿Qué demonios había ocurrido ese día que ahora no podía dejar de sentirse atormentado?

Las horas pasaron y aquel dispositivo de rastreo que él se había encargado de dejar en el abrigo de Jackson seguía dando ubicaciones distintas, él chino parecía estarse moviendo de un lado a otro, cómo jugando con ellos un rato... O resolviendo algunos asuntos, quizás nunca lo sabrían con seguridad.

—Hey... Se detuvo —uno de los policías bajo el mando de Mark anunció y todos se volvieron a verlo—. Ya no va en auto...

—¿Es esa su dirección? —Yugyeom se asomó en la pequeña pantalla, sobre el hombro de Mark y lo vio fruncir su ceño.

—Eso creo... —el americano tamborileó sus dedos sobre su pierna y luego se levantó— En marcha, no podemos esperar a que se dé cuenta —le hizo una seña con su cabeza a los demás y todos lo siguieron— ¿Yugyeom? —miró al coreano que aún observaba las coordenadas en la pantalla.

—Andando... —Yugyeom tomó las llaves de su motocicleta y abrió la puerta del departamento.

Habían ocupado el departamento de Yugyeom para establecer su base clandestina ya que no podían valerse de las instalaciones del precinto policías en vista de que no sería una operativo... Legal. La cantidad de personas que habían aceptado ayudar a Mark en aquello no había sido mucha, solo unos siete sujetos habían estado dispuestos a arriesgar su trabajo por algo como eso, pero era más que suficiente.

Yugyeom subió a su motocicleta y se dispuso a seguir de cerca el auto de Mark, el cual iba  a la cabeza de la otros dos. Aquella dirección que se habían dispuesto a seguir era bastante lejana, era en la región montañosa y la verdad es que ninguno esperaba tener que ir hasta allá, eso había sido una sorpresa y un inconveniente tomando en cuenta que ya había comenzado a oscurecer.

Algo no anda bien... —la voz de Mark resonó en la radio que le había dado al coreano y éste frunció su ceño— su ubicación no ha cambiado en todo el rato...

—¿Crees que sea un trampa? —preguntó mientras aceleraba y el otro guardaba silencio.

—... —respondió al final—. Pero sólo hay una manera de averiguarlo —agregó y Yugyeom suspiró.

—Pues hagámoslo —soltó antes de darle otra vuelta a los aceleradores y sobrepasar el auto de Mark.

A una distancia que Mark consideró adecuada, todos aparcaron sus vehículos, el americano insistió en que Yugyeom se quedara atrás en su motocicleta en caso de que aquello en realidad fueses una trampa, pero convencer al coreano de eso le tomó quizás más tiempo del que debía ya que éste no quería esperar allí... Al final Yugyeom aceptó y los demás siguieron a hasta la elegante mansión, Mark accedido a llevarse su radio transmisor ya que aquello significaba que él americano debía decir una sola palabra y él correría con todas sus fuerzas a estrangular a Wang con sus propias manos... Eso era reconfortante.

El grupo de ocho caminó con sigilo hasta la entrada de la gran mansión, Mark apretó sus labios al ver un auto conocido y corrió hasta la puerta, abriendo la ya destrabada puerta y maldiciendo bajo al encontrarse con lo que ya esperaba ver desde hace un rato.

—Esto es increíble, Tuan —la Sargento G. se cruzó de brazos al ver a Mark entrar por aquella puerta mientras éste bufaba—. ¿Cómo es posible que Jackson Wang llame a la policía y acuse a mi mejor agente de algo como esto? ¿Estás loco? ¿Quieres perder tu trabajo? ¡El comisionado está que hecha humo por la boca! ¡El comisionado, Mark! ¡EL JODIDO COMISIONADO! —soltó con enojo— ¿Quieres hacer que cierren el precinto entero? Porque déjame decirte que estás a nada de lograrlo, idiota —regañó—. ¿Cómo puedes tomar esto a la ligera? No sólo el capitán está a punto de despedirnos a todos, ¡Él también puede perder su trabajo! ¿Por qué? ¡Porque cierto detective descuidado decidió robar equipo policial, data y personal para cometer al menos cuatro crímenes distintos en menos de tres horas!

Mark se volvió a ver al equipo que lo había acompañado y notó que estaban siendo emboscados en la entrada por una patrulla especial, apretó sus puños y se volvió a ver a su amiga, la cuál parecía estar a punto de matarlo con sus propias manos.

—¿¡No vas a decir nada!? —preguntó, furiosa.

—... —el americano levantó la radio que traía en la mano y la llevó a sus labios— ¡Vete! —le gritó a Yugyeom y vio como la sargento lo miraba con confusión.

—Oh, no... —se acercó a la puerta— ¡Vayan rápido! ¡Hay alguien abajo! —indicó a sus hombres y varios de ellos salieron corriendo.

Yugyeom notó que algunos tipos se acercaban luego de que Mark le gritara que se fuera de allí y él retomó la marcha en su motocicleta, ni siquiera teniendo tiempo de colocarse su casco y acelerando lo máximo posible, alejándose de aquel lugar con extrema velocidad mientras maldecía bajo. Su móvil vibró en su bolsillo y él consideró unos segundos si tomarlo o no pues estaba a punto de explotar del enojo.

—¿Sí? —dijo al final, llevando su móvil a su oído mientras seguía el camino en su motocicleta.

—¡Cheongdam-dong, edificio 586! ¡Te veo allí! —Jungkook gritó del otro lado.

—¿Qué? —frunció su ceño.

—¡Sólo apúrate! —soltó de golpe y colgó la llamada.

El corazón de Yugyeom se aceleró al escuchar lo que el mayor le había dicho, cambiando la dirección en la que iba súbitamente y haciendo su camino a Cheongdam-dong, dándole vuelta a los aceleradores una vez más mientras un extraño e incómodo sentimiento de de inseguridad y preocupación llenaba su pecho.

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(CheesyNote: este capítulo fue algo corto y el que sigue quizás lo sea aún más. Quizás sea doble POV y así logré alargarlo un poco más, pero eso dejaría un capítulo menos del fic, ahi resuelvo, no me gusta mucho la idea de mezclar POVs en un sólo cap -aunque eso hice con el 2jae- pero ajá. Ya no subiré nada más hoy, así que ya me despido de verdad verdad, jajaja. Cómo siempre les dejo diez besos sonoros en sus orejitas y diez abrazos aplastantes en cada una de sus rodillitas) Saranghae 💚

PD: no he podido dejar de escuchar el Flight Log, osea, todo (Departure, Turbulence y Arrival), me atrapó de nuevo, que maldición. El título no fue una coincidencia, es que Mayday me tiene mal jajajajaja, quiero escuchar a Mark diciendo "I want you to find and save me" en loop por al menos cuatro horas seguidas. Jelp.

Rice Ball (GOT7 - YugBam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora