—No puedo hacer esto —BamBam negó con su cabeza nerviosamente y Jungkook suspiró.
—No hay otra opción —bufó el coreano— y no podemos esperar más, ya estás en los tres meses, BamBam... Si no lo haces ahora será demasiado tarde después y se dará cuenta... Ya es un milagro que ni siquiera parezcas embarazado —llevó su propia mano al estómago del de piel morena y se agachó un poco—. No estás sacando el tamaño de tu padre, ¿No es así, pequeño? —se burló, recibiendo un leve golpe en su nuca de parte del mayor— Tiene que ser ahora —insistió—. ¿Qué le dirás a Jackson si esperas dos meses más? —suspiró— ¿Qué diste a luz a un niño totalmente sano de cuatro meses? Es imposible, BamBam, estamos ya en una zona peligrosa... No podemos esperar más.
BamBam mordió su labio y llevó su propia mano a su vientre, cerrando sus ojos y tratando de aceptar que Jungkook tenía razón, pero... ¿Cómo podría hacer algo como eso?
El pelinegro había ido frecuentemente a visitar al tailandés, le había rogado a Taehyung que buscara excusas para llevarlo hasta la casa de Jackson; BamBam, por su parte, se había negado a recibir ayuda de alguno de los doctores selectos de la familia Wang, alegando que sólo se sentía cómodo sí Jungkook hacia el chequeo. Jackson había estado reacio al principio, el chico no era un doctor pero aún así, BamBam sólo quería que este fuera quien lo viese cuando tenía un mal día... Había sido él, ante los ojos del chino, quien había logrado que el tailandés recuperara su apetito, quizás aquello había hecho que el menor sintiera algún tipo de confianza... Al final, Jackson aceptó que Jungkook siguiera visitando al de piel morena, éste parecía hacerle bien y BamBam había estado de un humor más tranquilo desde que el coreano había comenzado a frecuentar su casa... ¿Era eso lo que BamBam necesitaba? ¿Un amigo?
Jungkook le había dado aquella idea al mayor pero éste no quería aceptarla, ¿Cómo iba él a hacer creer a Jackson que aquel niño era suyo? No, no podía, y no por cuestiones de decencia, no por cuestiones de lógica, no por nada relacionado a eso... BamBam simplemente no podía dejar que Jackson le quitara lo último que le quedaba de Yugyeom; le había quitado su vida junto al coreano, le había quitado su anillo de compromiso y lo había destruido, incluso le había quitado la chaqueta del pelinegro a la que tanto se aferraba para poder conciliar el sueño... No permitiría que le quitara a su hijo también. Aquel bebé jamás sería de Jackson, jamás.
Pero...
¿Qué otras opciones tenía? Si huía, Jackson lo buscaría, lo encontraría y volvería a aprisionarlo, se desharía de Yugyeom de una vez por todas y mataría a su bebé incluso antes de que pudiera nacer. Sí le decían a Yugyeom sería lo mismo. Sí no trataba de engañar a Jackson, el mejor resultado que podría obtener sería que el chino mandara a su hijo lo más lejos posible después de nacer y que lo encerrara con peores medidas, dejándolo aislado de todo, sin Yugyeom, quien jamás se enteraría de nada y sin su bebé, que jamás conocería a sus padres, pero... ¿Cómo podía él aceptar eso?
—¿Qué debo hacer? —preguntó resignado. No quería acceder a aquello pero en aquel punto haría lo que sea para garantizar la seguridad de su hijo.
—Lo pensaré —Jungkook asintió—. Debemos resolver eso esta semana, no podemos perder más tiempo —sobó su cuello—. Un niño de 24 semanas aún es aceptable... Puede creerlo.
Jungkook abandonó la mansión Wang luego de otro par de horas de charla con el tailandés, Jackson había llegado así que tuvieron que cambiar su tema de conversación rápidamente. El chino los saludó sonriente, yendo hasta donde estaba el de piel morena y dejando un rápido beso en su mejilla antes de seguir todo el camino a su despacho. BamBam sólo lo había dejado hacerlo, mientras menos peleas tuviera con el mayor mejor sería para él... Aún así, no podía negar que cada vez que éste se le acercaba de aquella manera, un escalofrío recorría su espalda.
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Rice Ball (GOT7 - YugBam)
FanfictionDonde BamBam es trasladado a emergencias pero no deja de golpear a los doctores y deben llamar a alguien para controlarlo. -¡Aquí está!. -Hola, pequeño... -aquel alto hombre le dedicó una blanca y perfecta sonrisa- Soy el doctor Kim, de pediatría. ...