Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

1. Mi prometida.

El bello canto de las aves anuncia el nuevo amanecer... Este día no parece ser igual.. A partir de hoy, cada día parece prometedor.. El sendero hacia una nueva etapa y una vida feliz comienza a ser trazado a partir de ahora.. Los deseos de su corazón comienzan a realizarse, y es inevitable no sentir esta gran alegría en su corazón.

Antes de abrir sus ojos al nuevo día, un recuerdo se instala de inmediato en su mente... Con profunda alegría recuerda ese momento, la noche anterior... Su cuerpo rodeado por sus fuertes brazos, el sonido del latir de su corazón, su aliento sobre su cabeza, sus suaves y tiernas caricias, el sonido de su voz y la hermosa conversación de la cual ambos fueron partícipes... Cada instante vivido la noche anterior fue, en verdad, hermoso.

--- La noche anterior ---

Sesshomaru descendió con Rin en brazos, frente a ese lago, en ese hermoso prado repleto de flores y luciérnagas, bajo ese firmamento que esta noche no sólo era testigo, sino que parecía ser cómplice de esa pronta unión. Una lluvia de estrellas daba inicio, mostrando un espectáculo maravilloso, lo cual convertía el momento en algo más mágico aún.

Rin: (Voltea a su alrededor, se siente muy conmovida) Señor Sesshomaru... Este lugar...

Sesshomaru: Justamente fue aquí... (Se acerca a ella y la besa con ternura).

Rin: (Acariciando la mejilla de él) Siempre pensé que.. Que en verdad lo borraría de su mente.

Sesshomaru: ¿Tú lo hiciste? (Rin niega con su cabeza) No hubo un sólo día Rin, en que no deseara volver a sentir tus labios junto a los míos... Pero...

Rin: (Sonríe con tristeza) Era una niña... ¿No?

Sesshomaru: (La abraza) El tiempo transcurre muy de prisa. Nunca pensé que mi pequeña niña crecería tan rápido.. No estaba preparado para algo así.

Rin: (Se separa un poco para nuevamente acariciar el rostro de él) Fueron sus labios los primeros que besé, y quiero que al final de mi vida, sean los últimos que me besen antes de... (Sesshomaru coloca sus dedos sobre sus labios rosados, impidiéndole hablar).

Sesshomaru: Rin.. No pienses en eso... Enfócate en el presente únicamente.. No te tortures ni me martirices de esa forma.

Rin: Si... Lo siento... (Se separa del abrazo, da media vuelta, viendo el espectáculo que la naturaleza ofrecía.) Siempre añoré una noche así, en un lugar como este, a su lado.. No deseo arruinarla.

Acercándose a ella, quien ahora le da la espalda, la abraza, posando sus manos sobre el abdomen de su prometida. Se acerca a su oído para susurrar una duda que desde hace años ha tenido...

Sesshomaru: Rin... ¿Cuál es el deseo que le pides siempre a las estrellas?

Rin: (Sonríe. Aunque no lo pareciera, él, de algún modo, siempre prestó atención a lo que ella hacía.) Eso no puedo decírselo... Pero... Sí puedo asegurarle que poco a poco todos se vuelven realidad.

Recordó ahora, al ver tantas estrella fugaces en el cielo, una ocasión en que la pequeña niña de diez años que seguía sus pasos se detuvo a pedir un deseo a una estrella fugaz... En aquél momento le pareció una pérdida de tiempo. Sin embargo, tuvo entonces la curiosidad de qué deseos guardaba su inocente corazón... ¿Se han vuelto realidad? ¿Tenían que ver con este momento? Tal vez... Ella siempre le ha manifestado su deseo de estar a su lado por siempre...

"Siempre"... Maldita palabra... Ojalá el tiempo no fuera tan cruel... Ojalá pudiera hacer algo por detenerlo... Haría y daría lo que fuera por tenerla "siempre" a su lado... Pero es imposible.. No queda más que aprovechar cada segundo junto a ella, dedicarse completamente a asegurar su felicidad, a hacerla sonreír, a demostrarle su amor... Aunque tal vez sea un tonto al hacerlo...