19. Te amo mi niña.

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Este día parecía transcurrir muy lentamente, es cierto que con los preparativos de la boda pasaban poco tiempo juntos, sin embargo, saber que él se encuentra lejos hace más difícil de sobrellevar el transcurso del tiempo.

Es inevitable que la tristeza no se apodere de ella a lo largo del día.. Además de su ausencia, el pensar que la madre de Sesshomaru se presentará en 10 días con la mujer que ha elegido para él, le parte el corazón... Él ha jurado solucionar este malentendido, pero, ¿Y si no lo logra? ¿Cómo podría él desafiar a su propia madre? No es correcto.

Y quizá es causa de ese fatídico estado de ánimo que por hoy, no se sienta muy bien.

Al anochecer Rin vuelve a su habitación, Katia le ha comentado en torno al hechizo que se encuentra ahora sobre sus cuatro paredes.. La temperatura es más cálida, sin embargo no logra conciliar el sueño.. Sigue pensando en él.. ¿Dónde estará? ¿Se encontrará bien? ¿Qué estará haciendo? ¿Pensará en ella?

Y sin poderlo evitar, piensa ahora en su vida futura... En caso de que llegue a concretarse su matrimonio, sin duda él se marchará a guerras... Y ella... Ella sólo estará ahí, esperando su regreso... ¡¡Si no fuera una inútil podría acompañarlo!! Ojalá su vida no fuera tan frágil y pudiera servirle en algo más..

Muy entrada la madrugada, al fin se queda dormida... La noche es difícil, pues algunos malos sueños acechan su descanso.. Pesadillas donde él sonríe, frente a ella, con otra mujer entre sus brazos.. Despierta sobresaltada y llorando en varias ocasiones.. ¿En verdad lograrán ser felices? Algo le dice que no y eso de verdad duele..

Esa difícil noche llega a su fin para dar paso al nuevo amanecer... Katia ingresa a la habitación de Rin, ella sigue dormida... Prepara todo lo necesario para su baño, selecciona su ropa, ordena algunos libros que están sobre una mesa... Transcurre un rato más y ella sigue sin despertar.. Al acercarse nota que sus mejillas están sonrojadas... ¿Que ocurre con ella?

La llama en dos ocasiones y ella no reacciona. Tocándola de su hombro derecho la mueve un poco... Rin abre sus ojos al fin.

Rin: (Con débil voz) Katia...

Katia: (Sonríe) Es hora de despertar dormilona.

Rin: No puedo..

Katia: Claro que puedes.

Rin: Me siento mal.

Katia: (Preocupada se acerca y toca su mejilla) ¿Que ocurre? (Alarmada) ¡Rin tienes fiebre!

Rin: Si.. (Se sienta y estornuda) Creo que demorare un poco más en bajar... ¿Podrías avisar a los comandantes?

Katia: Rin... ¿Por qué no te quedas en cama hoy?

Rin: (Niega con la cabeza y aprieta con sus manos las sábanas) No... Debo ser fuerte... (Sonríe) Estaré bien, en verdad.

Katia: Bien, pero considero prudente cancelar los preparativos por este día.

Rin: (Angustiada) ¡Claro que no! (Comienza a llorar) No quiero seguir siendo la misma niña débil... Necesito... ¡Tengo que demostrar que soy fuerte!

Katia: (La ve con tristeza) Rin... No tienes por qué demostrar nada.. Eres una extraordinaria mujer... No por nada, el temible y tan delicado Sesshomaru te ha elegido a ti.

Rin: (Curiosa por ese calificativo, limpia sus lágrimas) ¿Delicado?

Katia: Jajajaja si... Su padre jamás logro que él fuera gentil con ninguna mujer... Y él siempre expresó que jamás lo sería, que no tenía por qué.. Y bueno, míralo ahora... Si tú le dices que salte en un pie, descalzo, sobre brazas ardiendo, no dudo que lo hará.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora