Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

35. Triste otra vez.

Keiko no ha probado un sólo grano de arroz... Sesshomaru por su parte, siente un terrible dolor en su corazón al no tener a Rin a su lado.. Su lugar estaba siendo ocupado por esta estúpida mujer... Toma los palillos, intentando comer un poco, debe disimular su preocupación por Rin, o podrían volcar esto en su contra.

No es capaz de probar alimento... ¿Dónde estará Rin?.. Seguramente está sola... No ha comido.. Tal vez tiene hambre... Podría enfermar... ¡¡Cómo desea ir ahora mismo a buscarla!! Marcharse con ella a cualquier maldito lugar del mundo... Pero no iba a darle una vida de forajida. Antes era mejor, que ella viviera tranquilamente, aunque lejos de él..

Hace una señal, lo más discreta posible, a uno de los sirvientes, que cautelosamente se acerca a él.

Sesshomaru: (Susurra lo más bajo que puede) Búscala y llévale algo de comer.

Sirviente: Enseguida mi Lord.

Dada su cercanía, Sadashi escucha todo.

Sadashi: (Celosa) ¿Buscarla? ¿A quién Sesshomaru?

Sesshomaru: (Serio) No tengo por qué darte explicaciones.

Norio: (Molesto) Deberías considerar ser un poco más cortés Sesshomaru. Mi hija se convertirá en tu esposa.

Sesshomaru: Precisamente de eso quiero hablar contigo.

Preocupada de que él llegue a arruinar todo, Irasue interviene.

Irasue: ¿Deseas adelantar la ceremonia Sesshomaru?

Jaken: Gorgorgorgorgorgorgor.

Todos voltean a ver al pequeño sirviente con curiosidad.. Bingo ha llenado su boca de comida, sacrificando incluso sus propios alimentos, todo con tal de que ese sapo no hable de más y pueda ocasionar un problema mayor.

Sesshomaru: No madre.

Norio: Discutiremos esto más tarde. Mi hermosa hija comienza a angustiarse.

Sadashi: No es eso padre... Por mí no hay problema alguno con adelantar la ceremonia y aplicar tus decretos.

Keiko, impotente ante esas decisiones, aprieta sus puños... Contiene sus deseos de llorar. Esos malditos "decretos" tenían como único fin matarla. Tanto Norio como Sadashi la tenían amenazada de muerte.

Aki: (Susurra tan cerca de su oído como le es posible) No demuestres miedo.

Norio: (Viendo a Keiko) Tus soldados... Lucen muy callados.

Irasue: (Molesta al ver que Sesshomaru no responde, lo ha ignorado completamente. Él mueve sus orejas, olfatea, seguramente está buscando a esa maldita mocosa) Ya sabes Norio, a mi hijo le gusta el silencio.

No logra encontrarla, no puede detectar su aroma ni escucharla... ¿Dónde estaba?... Esperaba que terminara ya este maldito día para ir a buscarla.. Pero si no solucionaba nada, ¿Qué demonios le iba a decir?... Además, le pidió sólo un día, de lo contrario ella le pediría volver a la aldea... No podía permitirlo.. No iba a perderla.. Tenía que pensar en algo.

Sadashi toma su mano generándole un gran disgusto. Inmediatamente la retira.

Sadashi: ¿No vienes?

Se encontraba completamente sumergido en sus pensamientos y en dar con el paradero de Rin que no se dio cuenta en que momento todos se pusieron de pie.. ¿Quién demonios dio la indicación?... ¿A dónde iban?

Norio: ¿Por qué tan distraído Sesshomaru? ¿Piensas en la noche de bodas?

Si, había pensado infinidad de veces en ese momento.. Pero no al lado de Sadashi... Necesitaba a Rin a su lado.