Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

79. Un lugar secreto.

Muy molesta por la grosería de Sesshomaru, en un acto de rebeldía, Keiko se incorpora al comedor un par de minutos después. Ni siquiera se percata de la terrible mirada que Irasue lanza contra ella, mientras que Sesshomaru decide ignorarla en todo momento.

Le irrita su presencia y le molesta el hecho de saber que Rin podría ponerse de su lado.

Consumen sus alimentos tranquilamente y en silencio.. Al finalizar, luego de un tonto comentario de su pequeño y leal sirviente, Sesshomaru requiere la presencia de Aki y Jaken en el despacho, están a escasos días ya de dar comienzo con la primer ceremonia y desea que todo salga bien.

Todo debe ser perfecto, como lo es Rin.

En su habitación, Rin nuevamente observa detalladamente sus tres kimonos nupciales y los accesorios que deberá usar. Teme cometer algún error y que las cosas no salgan bien.. No puede evitar, llorar nuevamente.

Katia: ¿Qué ocurre Rin?

Rin: (Da tres saltos) Es que.. No puedo creer que en tres días seré la esposa del señor Sesshomaru. Estoy emocionada, nerviosa, temerosa.

Katia: (Se acerca y acaricia sus cabellos) Rin.. A mi también me causa demasiada alegría la llegada de ese día... Desde que Sesshomaru era un niño pequeño tuvo un carácter demasiado difícil.. A pesar de que siempre procuraba la soledad, creo que le afectó demasiado el hecho de que su madre no estuviera junto a él... Su padre se esforzó por suplirla y desempeñar ambos papeles, pero él era cada vez más rebelde, más cruel...

Rin: Me cuesta pensar en lo difícil que debió haber sido su infancia sin su madre a su lado. Yo.. No imagino los primeros años de mi vida sin mi madre a mi lado.

Katia: Quizá si su familia hubiera sido más unida, él no hubiera desarrollado esa maldad en su corazón... Sin embargo... Sé que fuiste tú quien logró adormecer a ese sanguinario demonio, para sacar la mejor versión de él.

Rin: Pero yo.. No hice nada.. Cuando lo conocí no sabía que él podía ser alguien malo.

Katia: Es que, es justamente eso... Jamás lo viste como alguien malo. Estuviste a su lado y cuidaste de él aún cuando no lo necesitara.. Dudo que, conociéndolo, alguien se tomara esa molestia.. Además.. Cuando él volvió aquí, luego de conocerte, era muy notoria esa serenidad en su mirada.. (Suspira) Pero al paso de los días se convertía en dolor y nostalgia.

Rin: ¿A qué te refieres?

Katia: Cuando él te extrañaba volvía a ser el mismo Sesshomaru de antes... Él no soportaba estar lejos de ti por mucho tiempo.

Rin: Pero en aquel entonces yo sólo era una niña.

Katia: Una niña que lo quería y a quien él adoraba.

Rin: (Sonríe) Si.. Me alegra saber que mi presencia le provoca tranquilidad.

Katia: (Suspira) Ojalá su padre pudiera verlo.

Rin: Katia.. ¿Cómo era el padre del señor Sesshomaru?

Katia: Él... Era un hombre de carácter tranquilo, sonreía siempre y a todos nos apoyaba. Él cuidaba de Fuji y Keiko en ausencia de su padre.. Entrenaba arduamente y preparaba personalmente a sus soldados.. Era un hombre muy poderoso, muchos deseaban tenerlo como aliado... Además era muy allegado a los líderes.. Todos le tenían profundo respeto.. Tal parece que tenía todo para ser completamente feliz.. Pero...

Rin: ¿Pero qué?

Katia: Ante los ojos de todos él sonreía, pero en soledad era también presa de sus emociones.