41. Un sendero a seguir.

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Eso en verdad dolió.

Tal parece que el simple hecho de escuchar su voz fue motivo suficiente para que ella optara por marcharse sin siquiera dirigirle una mirada, mucho menos una palabra.. Sabe bien que tampoco querrá escucharlo.. Era su culpa.. Por su maldita sumisión a lo largo de este día y por las estupideces que cometió 200 años atrás.

Si pudiera regresar el tiempo...

Si su padre tuviera conocimiento de sus malas decisiones, sin duda lo regañaría e incluso le golpearía. Ojalá estuviera ahí para hacerlo. Lo merecía.

Y ese maldito príncipe qué demonios quería. ¿Por qué estaba con Rin? ¿Para qué necesitaba una audiencia? Debió decirle lo que sea que quisiera, ahí mismo. ¿Qué podía ser tan importante?

Ambos se han marchado. Sadashi seguramente está en su habitación... Le inquieta pensar que esté tan cerca de Rin... De ninguna manera va a pasar la noche junto a esa maldita mujer... Pero sabe que tampoco podrá hacerlo con Rin... Ella seguramente no lo escuchará en este momento... 

¿Qué puede hacer al respecto?... ¿Cómo puede proteger a Rin?... Desde donde se encuentra crea un campo de protección para la habitación de Rin.. Nadie podrá ingresar sin que él se de cuenta. Es lo que puede hacer por el momento, protegerla a distancia.

Un par de minutos transcurren.. Debe sacar a Rin de su mente y pensar en una manera adecuada de safarse de esta terrible situación, sin que ella sufra las consecuencias.. Sería tan sencillo sólo desafiar a Norio y reclamar el puesto que le pertenecía y que por idiota cedió. Sin embargo, la simple presencia de Sadashi en posesión de ese collar era un terrible problema. No podía combartir con él y descuidarla a ella. Tampoco podía contarle a nadie lo que ese collar encerraba.

Debía encontrar una forma de arrebatárselo y destruirlo. Pero la presencia de Norio y su madre complicaban todo. Debía mantener a Rin alejada lo más posible, pero ya no era capaz de pasar más tiempo lejos de ella.. Con tristeza, dirige su mirada al cielo y susurra unas palabras.

Sesshomaru: Ojalá estuvieras aquí, y pudieras decirme qué hacer... ¿Por qué tuviste que irte padre?

No tiene muchas alternativas, se dirige al jardín y se recuesta bajo la sombra de un árbol... Desde ahí puede contemplar la luna.. ¿Qué estará haciendo Rin?.. Pensar que pueda estar llorando, a la vez que piensa que él le ha fallado, le llena de angustia. ¡Cómo desea abrazarla en estos momentos!

Cómo quisiera, justo ahora, estar a su lado, calmar la angustia de su corazón, secar sus lágrimas, calmar su dolor... Seguramente ella cree que es un desalmado, mentiroso, que cumplirá con el mandato de su madre. No lo hará. Era ella o nadie.

Norio: (Se acerca) Estás muy lejos de tu habitación Sesshomaru.

Sesshomaru: (Molesto) ¿Qué quieres?

Norio: Tener una charla... De padre a hijo.

Sesshomaru: (Furioso, levanta su voz) ¡¡Tú no eres mi padre!! ¡¡Jamás te compares con él!!

Norio: No, sería lamentable ser como él... O como tú... Querías hablar a solas, ¿No?.. Estoy aquí por ese motivo. Pero espera, que soy yo quien debe hablar primero.

No tiene otra alternativa. Debe escucharlo.

Norio: Derivado de la muerte de tu padre. ¿Sabes cuál fue mi primer decreto?.. Justamente, no mezclar nuestra sangre con otras especies... Ignoro, Sesshomaru, el tipo de relación que hay entre tú y esa humana... ¿La quieres como amante? Adelante.. No puedo culparte, es linda y su cuerpo es tentador... Pero... ¿Cuánto tiempo? ¿Diez años quizá? ¿Quince tal vez?... Su juventud y belleza no durarán más que eso. Puede ser que te permita ese placer en ausencia de mi hija... Sin embargo, en su presencia sabes que no es permitido tener a ninguna otra mujer, y que solamente debes engendrar descendencia con Sadashi.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora