40. Algo personal.

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Keiko: (Toma aire) Rin... Voy a contarte la historia de mi vida.

Rin: Bien, la escucho.

Evade la mirada de Rin, siente mucha pena por lo que está a punto de revelar. No sabe cómo empezar. Quizá deba arrepentirse y marcharse de ahí... Pero de algún modo, quizá ella tenga razón... Necesita hablar con alguien para liberar un poco la frustración que, desde que tiene memoria, anida en su pecho.

Como una película que retrocede a toda velocidad, su vida entera pasa por su cabeza. Al fin, luego de un par de minutos, con tímida voz, se decide a hablar.

Keiko: Mi padre... Fue un maldito desgraciado que abusó de mi madre... (Contiene sus ganas de llorar) Él nunca me quiso ¿Sabes?... Ni a mi hermana, ni a mi mamá... Él quería tener un hijo varón, así que siempre nos insultó y despreció por ser mujeres... Yo era una niña estúpida... No recuerdo el motivo por el cual lo empecé a seguir con tanta devoción... Discutía siempre con mi madre y mi hermana, prefería pasar tiempo con él... Cada día estaba a su lado, tratando de obtener un poco de su atención.. Pero a cambio sólo recibía insultos.. No me importaba, guardaba la esperanza de que algún día él fuera... Diferente... (Toma aire) Conforme iba creciendo, le pedí que me enseñara a pelear, él sólo se reía y decía que yo jamás podría hacerlo.. Un día tuvo un problema con el padre de Sesshomaru y lo desterró... Yo de tonta me fui con él..

A Rin le parece muy triste la infancia que ella tuvo. Sin duda, desde que abrió sus ojos al mundo conoció el rechazo y el dolor... Al menos ella tuvo la fortuna de tener una familia amorosa durante su infancia.

Keiko: (Limpia sus lágrimas para continuar) Lo seguí como una estúpida.. Pensé que algún día él lo notaría y podría... Al menos podría decirme que mi compañía era agradable.. Pero no fue así... Nos capturaron, un monstruo lo mató y aún en su agonía expresó su desprecio por mi... Yo también casi muero en esa ocasión, pero Aki me rescató.. Él salvó mi vida y yo jamás se lo agradecí.

Rin: Nunca es tarde para hacerlo.

Keiko: Supongo que debería, pero me es muy difícil expresar gratitud... Aki... Él me enseñó a pelear, tuvo la paciencia de enseñarme a usar distintos tipos de armas.. Rin ¡Yo era un caso perdido!.. Creo que si tuviera una aprendiz como yo la mataría... Pero cada día daba lo mejor de mi, y creo que él podía notarlo, a pesar de mi torpeza, porque nunca desistió y siempre me animaba... Fui grosera con él innumerables ocasiones... Y aún así, siempre estuvo conmigo..

Rin: Y... ¿Cuándo conoció al señor Sesshomaru?

Keiko: Bueno, sé que lo conocí cuando era muy pequeña, pero él se marchó por un lapso de varios años... Yo tenía tal vez tu edad cuando él volvió... Aki me enseñaba a usar el arco y las flechas, era mi primer día, mis primeros tiros... Sesshomaru llegó y se burló de mi torpeza. Sin saber quién era lo reté pero él casi me mata.. Y bueno... Ya sabes cómo es... Grosero, poco amable, egocéntrico... ¡¡Mucho peor que ahora!!... ¡¡El idiota me dejó al borde de la muerte en varias ocasiones!!... Mi madre intercedió por mí... Imagino que por eso no me ha matado.

Rin: (Sorprendida, le cuesta imaginarlo) Parece que él era muy malvado.

Keiko: Rin... Él era completamente distinto al Sesshomaru de ahora.. Creo que él cambió cuando tú llegaste a su vida.

Rin: ¿Puedo preguntar algo más personal?

Keiko: ¿Qué cosa?

Rin: (Apenada) Usted y él... ¿Cómo fue que...? Bueno.. Ya sabe...

Keiko: (Desconcertada) No entiendo.

Rin: Sé que nunca fueron novios, pero... Usted y él estuvieron juntos y...

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora