36. ¿Por qué una humana?

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Sesshomaru está cansado, frustrado, enojado.. Hace un rato dio a sus subordinados la indicación de retirarse.. Necesitaba hablar con Norio para deshacer ese maldito "compromiso de mentiras".. Pero su madre en todo momento buscaba una manera de no permitirle hablar.. Además, esa maldita empalagosa ya lo tenía harto.. ¡¡Era una maldita garrapata!!...

Mientras ellos hacen bromas estúpidas... Él a través de la ventana contempla el atardecer... Le dijo a Rin que ese día a la misma hora, habría solucionado todo... Le pidió un maldito día... No había podido hacer absolutamente nada. Nunca se había sentido más inútil que ahora, pero mientras su madre estuviera ahí sería imposible. Tendría que esperar al anochecer para hablar con Norio en privado.

Y una gran angustia se hace presente en su corazón.. Desde esa mañana no había visto a Rin.. Ella no quiso comer.. Seguramente está llorando aún por sus malditas acciones... ¡Si tan sólo pudiera explicarle todo!... No, no todo... Algunas cosas solamente... En cuanto pudiera librarse de estas estúpidas personas -incluida su madre- iría a buscarla.

Norio: Te noto muy pensativo Sesshomaru. ¿Ocurre algo?

Sesshomaru: Nada.

Irasue: Qué feo carácter tienes hijo.

Sesshomaru: Lo heredé de ti.

Irasue: (Lo mira de forma desafiante y luego ríe) Jajajaja pero qué simpático eres.

Sesshomaru: Tanto como tu, "querida madre".

Sadashi: Padre creo que lo abrumas con tanta charla.

Norio: Sólo quiero que la boda de mi hija sea espectacular.

Irasue: Lo será Norio, no lo dudes.

Sadashi: Tengo hambre.

Irasue: Oh, vayamos a la cocina por algo de comer.

Todos se ponen de pie y avanzan a la puerta, excepto Sesshomaru.

Irasue: (Desafiante) Sería muy grosero de tu parte Sesshomaru, no acompañarnos.

Sesshomaru: (Viendo el atardecer a través de la ventana) No quiero ir a la cocina.

Irasue: Deberías.. No vaya a ser que algo malo ocurra.

Ella había encontrado su punto débil y la forma de chantajearlo. Rin dijo que volvería a la aldea.. Teme que ella pueda malinterpretar las cosas y ahora esté pensando en marcharse. Debía encontrarla, hablar con ella, explicarle por qué no había podido actuar, y detenerla.. Ella no podía dejarlo.

Malhumorado, se pone de pie para seguirlos. Con suerte esta sería la última estupidez del día.

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Rin llegó a su habitación, dispuesta a arreglar y tener listo su equipaje, sin embargo decidió esperar.. Él dijo que al atardecer todo se habría solucionado... Quiere mantener la esperanza, confiar en él... Pero recordar como esa mujer lo besó frente a sus ojos sin que él hiciera nada, duele, en verdad duele mucho.

Algodón duerme plácidamente... ¡¡Ojalá pudiera tener la tranquilidad de ese conejito hermoso!!.. El pobre jamás se preocuparía por alianzas, porque la madre de su "prometido" no le aceptara, por tener que ver a quien considera su pareja recibir un beso de alguien más... Suspira con tristeza.. ¡Cómo quisiera ahora cambiar de lugar con Algodón!

Rin se recuesta. Su cabeza duele... Llora un rato más hasta que al fin se queda dormida.

Duerme una larga siesta... Al despertar lo único que desea es que todo sea un sueño... ¿Por qué la vida tuvo que ser tan cruel con ella?... Sin poderlo evitar, nuevamente comienza a llorar al recordar todo.. La forma en que la madre de él la ha tratado, a esa mujer de cabellos plateados, la forma en que él sólo dio media vuelta y se marchó.. Todo duele en lo más profundo del corazón...

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora