Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

59. ¿Estás borracho?

Sesshomaru toma de la mano a Rin y camina con ella en dirección al interior del palacio. Rin lo sigue, confundida... No ha dicho nada más, sólo le pidió que lo acompañara, y aunque su madre se ha negado, él ha hecho caso omiso, lo cual la preocupa demasiado. Apenas ha aceptado su unión y ahora quizá ella piense mal nuevamente de ella.

Una vez ahí, alejados de todos, Sesshomaru la conduce a una habitación... Muy extraña... Es enorme y ahí sólo hay armamento.

Rin: (Confundida) Señor Sesshomaru, ¿Por qué me trajo aquí?

Sesshomaru: Sabía que esto iba a pasar.

Rin: (Más confundida aún) ¿A qué se refiere?

Con sus dedos recorre sus labios, retirando esa pintura roja con que los ha decorado.

Rin: (Preocupada) ¿Qué hace?

Sesshomaru: Te necesito.

Rin: ¿Eh? Pero...

Sin decir más une sus labios con los suyos, y antes de que esto suba de intensidad hace un tremendo esfuerzo por separarse de ella. No puede envolverla en una situación comprometedora, al menos no por este día en que todos los líderes de sus territorios se encuentran ahí.

Sesshomaru: Rin... Debemos regresar.

Rin: (Decepcionada) ¿Tan pronto? (Lo abraza) No... Béseme otra vez.

Sesshomaru: (Acaricia su rostro) Lo haré, pero antes quiero explicarte algo.

Rin: ¿Qué cosa?

Sesshomaru: No quiero que pienses que tenía pensado no intervenir. No pienses que te dejé enfrentarte sola a todos.

Rin: (Lo observa un instante, analizando sus palabras) Bueno, no lo había pensado así... (Lo suelta y cruza sus brazos) Pero es verdad. Usted es muy malvado. Casi me comen viva y no hizo nada.

Sesshomaru: Rin.. No quise intervenir, porque mi participación hubiese consistido en amenazar a todos.. Y no es esa la manera en que yo deseaba que ocurrieran las cosas.. Rin... Tú tienes un arma muy poderosa (Toca su pecho) Aquí.. (Toca su cabeza) Aquí... (Toca sus labios) Y aquí.

Rin: (Confundida) ¿Arma?

Sesshomaru: Tú eres capaz de ganar el cariño y la lealtad de cualquier ser, porque tus palabras son sinceras y emergen desde tu corazón. Hubiera sido sencillo imponerte como gobernante, pero.. ¿Sabes qué hubiera pasado?

Rin: ¿Qué?

Sesshomaru: Sólo hubieras visto resentimiento, inconformidad, dimisiones y quizá hasta un conflicto armado se hubiera suscitado.

Rin: (Preocupada) ¿En verdad?

Sesshomaru: (Asiente) Pero pudiste convencer con tus palabras, y ganar el respeto de todos los presentes, que por voluntad propia comenzarán a reconocerte como Lady de estas tierras.

Rin: ¿A esto se refería? ¿Este es el talento doplimático del que habló?

Sesshomaru: (Sonríe) Diplomático.

Rin: (Sonríe) Ahora entiendo mejor su actuar. Y debo confesar que me sentí aterrada al pedirles que se marcharan quienes estuvieran en desacuerdo, y ver que eran 67 los líderes faltantes.. ¡Fue un momento angustiante! Pensé que había echado todo a perder.

Sesshomaru: Fuiste firme y autoritaria en un momento.

Rin: (Preocupada) ¿Se vio mal?

Sesshomaru: No. Me enamoraste más. (Se acerca y la besa).