Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

83. El motivo de tu ira.

Luego de que el gruñón y exagerado de Sesshomaru se llevara a Rin, Keiko se limitó a observar como la imagen de ambos se perdía en el cielo.. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente celoso y posesivo? Si las cosas seguían así, un día de estos iba a desafiarlo a un duelo a muerte... 

No... Mejor no.. Ya que ella será la consejera personal de la Lady de las Tierras del Oeste... 

Permanece un rato más en ese lugar... Piensa en tantas cosas.. Pero sobre todo en su imperdonable comportamiento cuando Rin llegó a ese lugar... Ahora se arrepiente.. Debió darle una oportunidad desde un principio, después de todo, lo que ella creía tener con Sesshomaru jamás fue y nunca podría llegar a más.

Y ahora que lo ve desde otra perspectiva, sólo se hacía daño al mendigar por un poco de atención de parte de él.. Que a veces le valía un momento de fugaz pasión, pero la mayoría de las veces todo terminaba en humillaciones.. Él no la quería y ella lo sabía, pero como tonta se aferró a algo imposible.

Se atrevió a odiar e intentó dañar emocionalmente a la niña más dulce y bondadosa que pueda existir en la faz de la tierra... No tenía perdón.. Y sin embargo esa joven humana no le guardaba rencor alguno.

¿Quién podría imaginar que hoy en día sería ella tan importante en su vida, y la única persona en quien confiaría ciegamente?...

Fue, precisamente Rin quien la sacó de ese abismo donde había estado inmersa casi los 950 años de su existir.. ¿Cómo podría imaginar que algo tan sencillo como hablar de su miserable vida con alguien, pudiera quitarle un gran peso de encima?... Pero no era sólo eso... Era el hecho de que a pesar de todo, Rin no la juzgó en ningún momento...

Se arrepiente en verdad de todos los errores cometidos y las malas decisiones tomadas a lo largo de su existencia. Hizo todo mal.

Es inevitable no recordar ahora a su hermana...

Si tan sólo ella hubiera dejado de lado sus rencores... Si se hubieran sentado un momento a hablar sobre sus problemas.. O si Fuji hubiera tenido la oportunidad de conocer a alguien como Rin.. O de acercarse sin malas intenciones a la misma Rin.. Quizá su suerte habría sido otra.. 

Keiko: Fuji... Tonta... ¡Estarías aquí conmigo!... Como cuando era una niña y cuidabas de mi.

Está segura de que si nunca hubieran roto su buena relación de hermanas, si nunca hubieran sido víctimas de aquellos malentendidos, si nunca se hubieran involucrado con él, ahora mismo estarían allí, juntas... Queriendo a Rin como a una hermanita pequeña..

Un par de lágrimas caen silenciosamente... Es mejor volver al palacio... Seguro Rin ya le dio una cachetada a Sesshomaru por inoportuno... Suspira, sabe que Rin es incapaz de algo así, pero es agradable imaginarlo.

Una mariposa blanca revolotea frente a ella...

Hay una leyenda que reza que el alma de un ser fallecido puede reencarnar en una mariposa blanca para volver y cuidar de sus seres queridos.

Keiko: (Sonríe) Fuji... Estaba pensando en ti...

Con su mano derecha golpea su frente... ¿Qué estaba haciendo?.. Debe verse estúpida hablando con una mariposa y creyendo que es su hermana.

¡¡El padre de Sesshomaru y sus lindas historias!!

Suspira nuevamente con nostalgia y arrepentimiento.

Ojalá pudiera volverlo a ver por unos segundos y agradecerle también a él todo lo que hizo por ella... Seguro siempre pensó que era una niña caprichosa, maleducada y grosera... Y en realidad lo era... ¿Cómo Aki pudo soportarla?