Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.

39. No hay odio, sólo dolor.

Keiko camina siguiendo a Rin, ella no puede evitar voltear a verla de reojo en repetidas ocasiones. La mujer camina con su cabeza agachada, cohibida, luce tan asustada, tan triste, tan desprotegida.. Siendo ella una demonesa con gran poder, se ve tan vulnerable como ella... Tal vez está pasando por algún mal episodio en su vida... ¡Ojalá pudiera ayudarla!

Al ingresar a la habitación de Rin, ella enciende un par de velas.. Keiko observa  su alrededor.. Sin duda, Sesshomaru se esmeró en guardar lo mejor para ella.

Keiko: Tu habitación... Es bonita.

Rin: Gracias... (Saca de un cajón sus hierbas, ungüentos y demás artículos de curación). Acérquese por favor.

Keiko, como le es posible, ata su cabello lo más alto que puede, lo enrolla, dejando su cuello y su nuca expuestos... Rin limpia las heridas y le aplica un poco de ese preparado en pasta de plantas que apacigua el dolor... Keiko se siente un poco más aliviada ahora. Esas heridas dolían.

Rin: Disculpe... Si no es mucha indiscreción... ¿Cómo se hizo esto? Parecen rasguños.

Keiko: (Sintiendo ganas de llorar nuevamente) Norio.

Rin: (Sorprendida) ¿El hombre que llegó hoy?

Keiko: Si... ¡¡Él me odia!! ¡¡Va a matarme!!

Rin: (La ve muy asustada) ¡¡Claro que no!! Él no tiene por qué hacerle daño mientras esté en las tierras del señor Sesshomaru.

Keiko: Si se concreta la alianza entre Sesshomaru y su hija, él tendrá cierta autoridad que... (Rin agacha su rostro y luce triste) Lo siento..

Rin: Está bien... Al menos usted es sincera y no me da falsos ánimos.

Algodón llega corriendo hacia donde Rin se encuentra, ella lo recibe y le da las hojas que ha recolectado para él. Keiko la observa.. Rin ha terminado de curar sus heridas, no tiene nada más que hacer ahí, pero no quiere marcharse, no quiere estar sola.

Keiko: ¿Qué le pasó a tu dedo?

Rin: (Luce más triste aún) Me corté...

Keiko nota que esa pregunta le afectó.. Se siente algo tonta.. Es raro tratar de entablar una conversación con alguien.. ¿Por qué era tan difícil?.. Lo intenta una vez más.

Keiko: ¿Has visto a Sesshomaru?

El rostro de Rin lo dice todo, esta pregunta le afectó mucho más que la anterior... Mejor debería callarse y volver a su habitación, aunque toda la noche estuviera alerta, en espera de que Norio cumpla sus amenazas.

Keiko: Lo siento.. (Da media vuelta para alejarse)

Rin: Lo vi, pero él estaba con su mamá y esas personas... Fue en su presencia que me hice esta herida y...

Keiko: (Molesta) ¿Y no te ayudó? (Rin niega con la cabeza) ¡¡Maldito perro!!

Rin: Hace un rato llegó a donde yo estaba, escuché su voz, pero... No fui capaz de voltear a verlo... Temí que viniera acompañado nuevamente con esa muchacha.. No podría soportarlo.. Rompería a llorar ahí mismo y no quiero que me vean así.

Keiko: Haces bien... Ellos disfrutarían con tu tristeza..

Rin: Señorita Keiko, ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué el señor Sesshomaru se mostró temeroso ante su presencia?

Keiko: (Voltea para quedar frente a Rin otra vez) Bueno... Él es el líder del clan de demonios perro.

Rin: (Sorprendida) ¿Líder? ¿Es más fuerte que el señor Sesshomaru?