84. Ahora me tienes a mi.

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Keiko lo ve fijamente, desconcertándolo un poco... ¿Estaba enojada o triste?... ¿Cuál era el motivo de sus lágrimas?... Sin decir nada la pobre chica se sienta en cuclillas en el suelo, abrazando sus piernas, tratando de ocultar entre sus rodillas las lágrimas que resbalan por su rostro... ¿Qué ocurría con ella?

Aki: (Se acerca y le habla con voz más suave) Keiko...

Keiko: Si tengo un motivo Aki... Tonto quizá.. Como todo lo que he hecho en mi vida.

Aki: ¿Y era necesaria tal agresividad?

Keiko: (Susurra, entre dientes) No quiero que esté cerca de ti.

Aki: (Sorprendido) ¿Cómo?

Keiko: (Frunce el ceño y lo ve fijamente) ¿Estás sordo, ciego o idiota?... ¡¡Es que no soporto verla contigo!!... ¡¡Me besaste en el pueblo de humanos!! Y al llegar aquí solicitas su presencia y ella sólo dice que "te pondrás feliz"... ¿Por qué demonios vas a ponerte feliz con su presencia?... Luego yo llego aquí y los encuentro riendo y hablando de mi... ¿Era yo el motivo de sus burlas?... Pero ya da igual... De cualquier modo le has dicho que no te importa lo que yo sienta.

Aki la observa y la escucha sorprendido... Últimamente Keiko se sinceraba demasiado y no omitía detalles al hablar... Pero... ¡¡Siempre malinterpretaba todo!!... Con su mano derecha frota su rostro mientras esboza una ligera sonrisa perfectamente visible para ella.

Keiko, furiosa se pone de pie.

Keiko: ¿Vas a reírte de mi otra vez?

Aki: No Keiko.

Keiko: (Enojada) ¡¡Esta vez no voy a permitirlo!!

Y de esta manera lo ataca con su garras un par de veces, trata de rasguñarlo pero él retrocede y logra esquivar los ataques. Sin embargo la habitación no es tan grande como un campo de entrenamiento y ella podría destruirla.. Debe detenerla ahora mismo.

Ella trata de atacarlo nuevamente, pero esta vez él sujeta su mano y gira el cuerpo de la mujer, aplicándole una llave china para inmovilizarla... No es suficiente, ella aún forcejea.

Keiko: (Alterada) ¡¡Suéltame porque voy a matarte!!

Aki: Dime algo Keiko... ¿Estás celosa otra vez?

Si, lo estaba, y sentía que ese sentimiento le carcomía el alma.. ¡Es que después de besarla en el pueblo no podía imaginarlo besando a alguien más sin sentir que moriría a causa de ese dolor en su pecho!!... No responde, simplemente deja de luchar tratando de hacer todo lo posible para que su llanto no se torne incontrolable.

Aki, al notar que ella se ha calmado un poco la suelta, lentamente.. Ella no hace nada por atacarlo esta vez.. Camina a posicionarse delante de ella... Keiko agacha su mirada y él con su mano derecha intenta retira los cabellos de su rostro.

Ante ese suave y delicado contacto con la piel de su rostro, Keiko retrocede, sobresaltada. No le era común recibir ese tipo de caricias y era agradable pero extraño... Él le habla con más calma.

Aki: Keiko, entiendo el motivo de tu ira, pero no comprendo cuál es el origen.

Keiko lo observa con una adorable cara de puchero, antes de abrazarlo con todas sus fuerzas.

Keiko: ¡¡Es que no quiero que prefieras a nadie más antes que a mi!!

Aki: (Sorprendido por sus palabras) ¿Eh?

Keiko: Es que... Tú reías con ella.. Siempre que estás con ella ríes y eres feliz... ¿Por qué nunca ríes cuando estás conmigo? Claro, porque soy la mujer más amargada e insensible de este lugar y no sé reír.. Es lo que dicen todos ¿No?.. Y si, tal vez lo sea.. Me cuesta tanto reír, pero... Yo quiero reír contigo, poder abrazarte siempre como lo hago ahora y que vuelvas a besarme como lo hiciste en el pueblo.. Quiero ser yo a quien busques cuando requieras compañía y... ¡¡Quiero que dejes de ilusionarme!!.. Porque ayer cuidaste todo el día de mi y hoy ni siquiera me has dirigido la palabra..

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora