La vida de adolescente de Arthur Kirkland. Hetalia

Parte 22

Homosexual.

Eso era Lukas.

Si, lo admitía.

Y no se avergonzaba de ello.

Pero debía admitir que se sentía mal.

¿Por que diablos tenia que importar quien te gustara?

¿Acaso los heterosexuales tenían que ir con sus padres para admitir que eran heteros? 

No, claro que no-

¿Entonces por que putas el si tenia que hacerlo?

¿Y por que tenia que vivir el hecho de que, por sus preferencias, tuviera que perder amigos?

Amigos.

En este mundo de gente hermética y demasiado ocupada con sus dramas sosos, pensó (estúpidamente) que había encontrado personas reales, personas que le querían por quien era. Personas que sin importar su "acento raro"; su cara neutral, sus dramas de adolescente, sus desplantes e insultos, y también sus creencias fantasiosas, lo querrían... y lo aceptarían.

Pero no.

Vlad no era homofobico. 

Lo sabia por que el mismo le había contado sobre el chico bulgaro de su clase de inglés... Damyan, si no mal recordaba.

Pero Arthur...

El se había hecho amigo de Arthur después de Vlad, por lo que asumió que el tipo no era homofobico, porque ¿de que otra forma le hablaría Vlad si el tipo fuera un puto cerrado de mente? 

Pero no era culpa de Arthur totalmente. Es decir, ellos nunca preguntaron, fueron estúpidos al creer que Arthur no hablaba nada de relaciones por que no le interesaba el tema.

Tomo un nuevo clinex y limpio sus lagrimas.

Que tonto era.

Fue estúpido de su parte pensar que tendría dos mejores amigos de por vida. 

Que se juntarían en las cenas de navidad con sus parejas e hijos, y bromearían sobre sus días de escuela con nostalgia y cariño.

Que iluso.

Bueno.

Por lo menos le quedaba Vlad.