La vida de adolescente de Arthur Kirkland. Hetalia

Parte 61

- ¿Cómo sabes si eres gay? - Preguntas curioso, con esa facilidad que días de conversación te han asegurado de que todo lo que necesites saber puede ser expuesto con confianza.

- Normalmente eso se sabe desde la pubertad, pero me imagino que hay algunos gays negados que salen con chicas para cubrir sus verdaderas preferencias.

-¿Entonces?

- Puedes iniciar probando con experimentar con chicos, quizás si encuentras a alguien atractivo y le pones la suficiente atención, encuentres cosas que te gustan en él. Y, eventualmente, puedas dar el siguiente paso.

-Eso suena muy complicado, a decir verdad

-Siempre puedes ir a un club y besar a algún chico, si te gusta, te lo llevas a la cama y asunto resuelto, sino, bueno, ya probaste y decidiste. Una anécdota más y ya ¿no?

-Puede ser. – Francis te mira con los ojos entrecerrados, analizándote.

-Es curioso que preguntes eso, Arthur.

-Solo es curiosidad.

-Sí, claro.

-En serio

-Aja- Le enseñas el dedo medio, y te alejas de él para ir a almorzar con Alfred, hoy te has reunido más temprano con Francis, por lo que no tendrás que retirarte temprano.

"Estúpido Francis" Piensas.

Porque a pensar de su incredulidad, tu realmente sientes curiosidad.

Inicias a preguntarte que es lo que ven Lukas, Vlad, Francis y Matthew en los hombres como para que les gusten.

La ecuación se presenta frente a ti, y tú no puedes hacer algo más que intentar despejar "x" para encontrar su valor. Aun que eso signifique mirar, tragas saliva con pesadumbre, chicos.

Y no cualquier chico.

-Ey, Arthur, llegas temprano. - Él te saluda, deja su mochila con despreocupación sobre la banca, y desenvuelve su típica hamburguesa con despreocupación. Totalmente ajeno a tus pensamientos.

Tú ya tenías claro a que chico ibas a usar para tu ecuación.

-Alfred.