Parte 148

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Llegas a casa molesto.

No se suponía que debía pasar así. ¡Puto Alfred!

Avientas tu mochila atrás del sillón y te lanzas de cabeza a este mismo desde el reposa brazos.

Gimes lastimeramente.

-¿Estas bien?- Ante la voz femenina alzas la cabeza rápidamente.

Tu madre, Glen y Emma te miran desconcertados.

Vuelves a hundir la cabeza en los asientos acojinados del sofá, y gimes tu mala suerte.

La vida de adolescente de Arthur Kirkland. HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora