Parte 103

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Sales de la habitación. Arthur no ha dicho nada. Has tenido que quedarte sentado a su lado hasta que se ha quedado dormido, y solo así has logrado que te suelte la manga del suéter.

Tienes sentimientos cruzados.

Él dijo algo realmente malo.

Te hizo sentir mal.

Como nunca nadie.

Y puede que sea una acción pequeña.

A veces las palabras, por más ínfimas que parezcan, pronunciadas por una persona de gran valor sentimental para uno, pueden causar los estragos más espantosos.

En algunas ocasiones, es preferible ser apuñalado por el desconocido que por el amigo.

Pero...

El sufre.

Y bendito tu corazón de pájaro, no te sientes capaz de tirarlo y dejarlo solo con sus problemas.

Te tragas tu incomodidad y te decides a escuchar lo que sea que le haya pasado.

Ya habrá tiempo para lodemás.

La vida de adolescente de Arthur Kirkland. HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora