No ves nada especial en él, es totalmente normal. De hecho, es asquerosa la forma en que ataca a su hamburguesa. No eres vegetariano, pero definitivamente iniciaras a apreciar más las verduras. Dios ¿Cómo alguien puede masticar de esa forma?
-¿Qué fue lo primero que te gusto de Matthew?
-Su preciosa mirada inocente
-¿Y ahora?
-Amo sus labios, tan suaves y tiernos como él
Intentas guiarte por las palabras de Francis, enfocas tu mirada en la de Alfred, y sabes que es absurdo, porque ya la has visto un mil veces, pero igual lo haces.
Uh, azul, pupila negra, esclerótica blanca... Todo muy normal.
Bueno... Si, sus ojos son bonitos, vamos que después de tantas charlas con Francis has aceptado que puedes ser un hombre y no un macho, asi que puedes admitir con sinceridad para ti mismo que el tipo frente a ti tiene bonitos ojos, pero eso no significa nada.
Tus ojos igual son lindos.
No tienes nada que envidiarle al otro.
Acepto que sus ojos parecen encapsular el cielo y los tuyos los prados.
De hecho, es una buena combinación... De colores, obvio hablas de los colores.
Mierda, juntarte con Francis te está haciendo daño.
Te estás haciendo muy pu.... Ok, para, tienes que dejar de pensar así. Por más que ya has aceptado que está bien ser homosexual, que es algo totalmente natural y no tiene nada de malo, tus hábitos te dominan, y muy dentro de ti esta esa negación por tu cultura familiar que te exige en creer lo peor.
Pero estas trabajando en eso. No hay por qué alarmarse.
¡Oh! Al fin soltó la hamburguesa.
La grasa se queda en sus labios, dándole un brillo a estos que enseguida capta tu atención.
Qué asco, el puerco no se limpia.
-Toma- Le ofreces una servilleta, él la toma con sus manos grasosas ensuciando las tuyas de paso, te da las gracias con la boca llena, y tú haces una mueca de asco. ¿En serio vas a usarlo a él como variable en tu ecuación?
Dudas mucho que te produzca cualquier sentimiento.
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La vida de adolescente de Arthur Kirkland. Hetalia
FanficEmociones que suben y bajan como en una montaña rusa, un joven en la flor de su juventud con la actitud de mierda típica de un adolescente. Ese era exactamente Arthur Kirkland. Un chico mas en la "bendita" etapa de la adolescencia.