Parte 69

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-¿Puedo asumir que tú no eres homofóbico?- El niega con la cabeza, agitando ese mechón antigravedad que en siempre despierta curiosidad en ti.

-Sinceramente me da igual, y no porque no me importen los demás, o porque me crea mucho, sino porque soy muy despistado. - Ríe, burlándose de sí mismo. - Podrías tener novia, o novio o lo que sea y yo no me daría cuenta, necesito que los demás me digan las cosas de frente para entenderlas, así que por lo general me da igual con quien salga quien, para mi siguen siendo las mismas personas. Su orientación no cambia quienes son. –

-¿No crees que los cambie?

-No, mira, a mí no me gusta el té, y eso no me hace diferente a ti. De hecho, no lo sabrías si no comidas conmigo, y sé que tú tampoco disfrutas mucho del café, y no lo sabría si no comiera contigo. Creo que así es la sexualidad. Es como un dato curioso que le cuentas a un amigo. Ojalá así fuera para los demás. Y no te estoy refregando nada en la cara. - Ríe señalando tu rostro. No sabes que expresión has puesto, pero el parece encontrarlo muy gracioso, porque no deja de reír de esa forma estruendosa suya que llama la atención de los demás comensales.- Creo que debería ser algo como: "Ah! Lo siento, no me gusta el jitomate ¿podrías no servirme a mí?" pero a algo como: "Ah, no quiero ir con tu prima Carla, me gustaría ir con tu hermano Carlos" o algo así, normal, natural.

Lo miras fijamente, después de todo lo que te ha dicho, una sola pregunta te ronda por la cabeza.

¿Por qué te negaste a ser su amigo?

La vida de adolescente de Arthur Kirkland. HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora