Parte 150

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Te levantas temprano para alistarte, dejas un post-it amarillo pegado en la puerta del baño, avisando de tu temprana partida.

Gracias a tu escandalosa alarma con sonido de gallo, vas a llegar lo suficientemente temprano para pasar a la cafetería y comprar un pay de limón, tarareas por lo bajo "come and get your love" y miras por la ventada mirando por la ventada del autobús.

-¡Hey!- Murmuras para ti, y tus ojos se enfocan en una tienda de regalos con un termo en su vitrina delantera con un termo negro y una figura de un unicornio bastante impresionante impreso en blanco. Es como si el mismo termo te respondiera a dueto la canción con un "¡Hey!" bastante claro.

Te apresuras y tocar el timbre para indicar tu bajada. El autobús se detiene, y sabes que bajar ahora te va a retrasar, pero cuando entras a la tienda, y el dueño te entrega el termo en las manos, sabes que hiciste lo correcto. Ese termo definitivamente es para Arthur.

Pagas, con sin algo de dolor, el termo, y lo guardas en tu mochila mientras esperas a que pase otro autobús que te deje frente a la escuela. 

La vida de adolescente de Arthur Kirkland. HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora