Te levantas temprano para alistarte, dejas un post-it amarillo pegado en la puerta del baño, avisando de tu temprana partida.
Gracias a tu escandalosa alarma con sonido de gallo, vas a llegar lo suficientemente temprano para pasar a la cafetería y comprar un pay de limón, tarareas por lo bajo "come and get your love" y miras por la ventada mirando por la ventada del autobús.
-¡Hey!- Murmuras para ti, y tus ojos se enfocan en una tienda de regalos con un termo en su vitrina delantera con un termo negro y una figura de un unicornio bastante impresionante impreso en blanco. Es como si el mismo termo te respondiera a dueto la canción con un "¡Hey!" bastante claro.
Te apresuras y tocar el timbre para indicar tu bajada. El autobús se detiene, y sabes que bajar ahora te va a retrasar, pero cuando entras a la tienda, y el dueño te entrega el termo en las manos, sabes que hiciste lo correcto. Ese termo definitivamente es para Arthur.
Pagas, con sin algo de dolor, el termo, y lo guardas en tu mochila mientras esperas a que pase otro autobús que te deje frente a la escuela.
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La vida de adolescente de Arthur Kirkland. Hetalia
Fiksi PenggemarEmociones que suben y bajan como en una montaña rusa, un joven en la flor de su juventud con la actitud de mierda típica de un adolescente. Ese era exactamente Arthur Kirkland. Un chico mas en la "bendita" etapa de la adolescencia.