Capítulo XXIX

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Al día siguiente.

En este momento me encuentro desayunando, Katerei despertó mucho más temprano que yo, en estos momentos debe encontrarse en la academia, sin embargo, en este instante algo me está provocando un soponcio.

... ¿Cómo quieren que Evilu se enamore de mí?

Ridículo, simplemente ridículo, ¿creen que soy un Don Juan o algo así?, nunca he tenido una novia tan fácilmente, solo tengo 23 días para que ella se vuelva mía; esa es la única fracción de mi vida en donde soy un completo inútil, aparte del estado físico. Definitivamente no estoy seguro de que "el plan" de Katerei sea un éxito, en que estaban pensando al creer que soy capaz de seducir a una belleza a otro nivel, prefiero a las chicas sencillas y que no destacan tanto. Creo que una calabaza con sombrero tendría más oportunidades que yo.

... Supongo que debo hacer el intento, o de lo contrario no me dejarán en paz nunca.

- ¿Desea algo más? - Mis pensamientos son interrumpidos por una de las mucamas de la casa, antes de darme cuenta ya me bañé y organicé, vistiendo nuevamente el uniforme de gala.

- No, ¡muchas gracias por la comida! - Le respondo a la mucama quien se dispone a recoger los platos de comida ya vacíos, sin embargo, algo me llama la atención en sus manos y rostro.

... Hoy en día es difícil distinguir humanos de robots.

Pienso al ver que un poco de pintura había sido maltratada en una parte de sus dedos y pómulos, probablemente haciendo trabajos pesados.

- Nos vemos luego - Le digo a las mucamas presentes mientras me levanto y retiro del lugar, comenzando mi viaje hacia la academia, no sin antes tomar mi mochila, junto a una nueva ración de AME.

... Espero que nada extraordinario pase.

...

Al llegar a la academia todo transcurre con normalidad, demasiada normalidad para mi gusto, pero está bien así; en el descanso me dispongo a salir a algún lugar en solitario donde pueda relajarme en paz. Sin embargo, eso no fue posible porque en mi rango de visión empieza a aparecer la figura que menos esperaba en el descanso.

... ¿Evilu?

Al llegar frente a mí ella da un vistazo alrededor y luego me da una mirada de muerte, suelta la maleta que sostenía con ambas manos, rápidamente se dirige hacia mí, me toma del cuello con una fuerza abrumadora y me levanta, para después estrecharme contra una pared en la que me estaba recostando. El aire lentamente me empieza a faltar y mis pies dejan de tocar el suelo.

- ¿Quién te envió? - Esa es la única frase que surge de los labios de Evilu, yo por el contrario trato de sostenerme de su antebrazo con la mano que aún tengo buena, o sea, la izquierda. Es increíble lo mucho que puede hacer falta una mano cuando se está en problemas.

- ¡RESPONDE! - Ella aprieta su agarre alrededor de mi cuello al ver que no contesto, mientras grita irascible una frase que claramente no puedo contestar sin la utilidad de mi garganta.

- ...G...G - Trato de formular una palabra pero el fuerte agarre me impide dar discursos, lentamente empiezo a sentir como los vasos sanguíneos de mis ojos empiezan a llenarse, pero, justo cuando creo que voy a dar mi último aliento Evilu me suelta, provocando que caiga sentado jadeando excesivamente.

- Creo que me equivoco, eres demasiado débil para ser un espía, mucho menos un soldado; es más, eres por mucho más débil que un infante promedio, me atrevo incluso a afirmar que eres más débil que un humano - Me dice Evilu mirándome con desdén.

... Debe referirse a los niños "fanthomlesss", y en lo segundo, también soy más débil que un humano promedio.

- Yo...soy humano - Le digo con voz entrecortada debido a que me hace falta el aire.

- No mientas - Dice ella mientras se agacha y cuidadosamente me quita el parche de mi ojo derecho, al retirarlo ella pone una expresión un poco divertida, sin embargo, rápidamente vuelve a su habitual cara de póker.

Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora