Capítulo LXXIV

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En este momento me dirijo hacia la ciudadela, el señor Dadrev me sugirió que fuera a montar una revuelta, pues ellos dos se encargarían de traer a los Decaclausus, eso me pone un poco triste, quería verlos en persona, más es mejor apegarse a un plan de contingencia; en caso de que sepan que los tres estamos haciendo un asalto, podría ser muy difícil frustrar la creación de "Ese invento".
A lejos puedo visualizar pilares gigantescos, en medidas de la Tierra, llegarían hasta los 2 kilómetros de altura, estructuras simplemente impresionantes. Estos son levemente retorcidos y terminan en puntas que parecen desear apuñalar el cielo rojo; la ciudadela se encuentra rodeada por estos, hay un total de dieciseis.
El tamaño de los edificios varía, mientras más alejados están del centro, son más pequeños, lo que me deja entender el hecho jerárquico de esta sociedad. Al parecer la única zona donde no parece haber uno, es la "zona de crecimiento", lugar donde se quedó Evilu.
Faltando unos 150 metros para llegar, me doy cuenta de que, hay un enorme muro de unos 200 metros de alto, que une a todos los pilares; entrar no sería una tarea sencilla, de no ser por la nueva habilidad que ostento (Proyección), a partir de la cual, no importa el obstáculo, lo puedo atravesar haciendo uso de su facilidad de infiltración.
Sabiendo que en cualquier momento podrían detectarme, decido ocultarme entre algunas rocas, usando la nueva habilidad creo mi réplica proyectada, esta avanza sin problemas, ya que soy el único capaz de verla. Pasados unos segundos esta logra atravesar el muro y tras recibir una señal eléctrica en mi verdadero cuerpo, se activa la habilidad; es algo que viene adjunto, cada proyección tiene una consciencia, por lo tanto solo me queda confiar en que sabrán cuando moverme.
Cuando mi visión se estabiliza, me doy cuenta de que me encuentro al interior de una cabaña maltratada. Mejor dicho, todas las de la zona se encuentran en ese mismo estado, mi aura es inmediatamente detectada por los habitantes del lugar y soy rodeado por: niños, jóvenes y ancianos. De todas las edades, el poder que siento emanar de ellos es más alto de lo que yo tenía antes, pero, más bajo de lo que soy ahora.
Confirmándome las palabras que me dijo Evilu en nuestra primera pelea, literalmente era más débil que un niño. Todos hablan en un extraño idioma que no puedo comprender, uno de ellos, de complexión joven parece comprender la situación en que me encuentro. Él me hace una señal de que pronuncie alguna palabra; a lo que yo me resigno a decir lo que opino: "No entiendo nada de lo que dicen".
- Hablar "Españolés"... esperar, madre saber - Ante ello el chico corre hacia su cabaña, por lo que yo tomo asiento en el suelo arenoso y ardiente. No hace falta decir que todos se parecen a mí, cabello negro, ojos rojos y piel pálida. Solo que varían las formas de su rostro o las edades, e incluso las estaturas y complexiones.
El chico, que parece tener mi edad, vuelve junto a una mujer increíblemente hermosa, tan joven como lo somos él y yo. - Mi hijo dice que hablas español, ¿es eso cierto? - Me pregunta ella, grata sorpresa me llevo al escucharlo, realmente no sé qué edad podrían tener las personas aquí. Ahora que me fijo mejor, todos visten una especie de sábana, con un orificio por el que salen sus cabezas. Similar a lo que fue en su mejor momento el "Poncho colombiano".
Debajo solo había ropas sencillas, pantalones y camisetas. Más estos últimos solo daban el aspecto de hilachos, es entonces cuando me doy cuenta de donde estoy; esta es la zona de más bajo nivel económico y militar, son los míos, tipo consternación. - Así es, vengo de la tierra - Respondo, ella de inmediato traduce lo que dije, a lo que todos se sorprenden enormemente.
- Debemos resguardarnos... ellos podrían vernos - De inmediato, todos los implicados, nos movimos de zona y entramos en la cabaña más grande, constituída por lo que parece ser una madera negra, con aspecto duro y rugoso. allí la conversación continuó. - Si eres tan fuerte, ¿Por qué estás aquí? ¿Buscas una novia débil? - Es entonces cuando noto que todos parecen tener una expresión seria, aparentemente lo que ella me pregunta es lo mismo que todos piensan, quien viene a esta zona siendo fuerte, tiene malas intenciones generalmente.
- No vengo a eso - Ella de inmediato traduce, todos parecen calmarse un poco, sin embargo, su guarda no baja del todo. - Soy igual que ustedes - Cuando la chica traduce, un anciano responde observándome, entonces la mujer responde; cabe resaltar que se siente raro pensar en ella como una señora, cuando tiene aspecto de jovencita.
- Opinamos que no... tienes el aura del tamaño de un Ávido - Ante sus palabras me quedo en silencio, antes de liberar mis ataduras físicas, la energía emerge de mí y varias cosas se retuercen como poseídas. Esto no lo pueden hacen los Ávidos, pues ellos no ostentan un aura oscura con estos fines.
- Diles que vuelvan a pensarlo - El anciano de antes pronuncia unas palabras, y ella nuevamente las interpreta para mí.
- Eres un caso excepcional, el señor Gho desea saber, ¿cómo eres tan fuerte? - Ante la cuestión las expectativas aumentan en todos los presentes, ante lo que yo les comparto mis orígenes en la tierra. Y posteriormente hablo sobre nuestra invasión, al principio los jóvenes, o al menos que lo parecen, están ansiosos por esta rebelión. - Pero, ¿cómo seremos tan fuertes como los Bélicos? -
- Cuando el momento llegué, deberán dejar que la energía en su entorno, inunde sus cuerpos... ataquen y hagan lo que les han hecho - Ante mis palabras todos lo comprenden, todos se riegan a propagar el mensaje, el llamado de guerra se levanta silencioso. Entre las sombras de las clases bajas, llenando sus corazones de determinación, influenciados por su mente débil.
Mientras que todo el plan crece como una planta, con raíces fuertes y tallo invisible; pasadas unas 15 horas pude sentir la energía de Katerei y del señor Dadrev de camino a este lugar. En una hora o menos deberé dar la señal. Estos habitantes están heridos y guardan rencor, por eso accedieron, si a cambio les prometo el poder para dominar.
Y si son inteligentes, copiarán la estrategia que les estoy enseñando, para sobreponerse ante sus opresores. Puede ser difícil generar miedo, pero, no es imposible. En la zona por la que se aproximan la peliplateada y el rubio, se deja totalmente desolado, pues los estragos que se alzarán, harán temblar hasta a la "Impea".

Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora