Atrayendo la peculiaridad [Basura]

Capítulo LXI

Atacamos al mismo tiempo de forma veloz, la barrera del sonido se rompió a consecuencia, impactamos con brutal fuerza en la "Pseudo-Sirena", una onda expansiva se liberó y una explosión similar a un tronido por un rayo inundó nuestros sentidos. Mi alabarda no atravesó ni un centímetro de su piel similar a un mineral rojo y el ataque de Garou tampoco.
Permaneció en la misma posición, como si los ataques no importaran o no fueran efectivos. La luz a su alrededor pareció distorcionarse, reaccionamos lo más rápido que pudimos, la punta de mi alabarda fue "Devorada" y la masa de Garou también. Nuestros movimientos son increíblemente más lentos por el ambiente, que parece haberse convertido en un líquido ultra denso.
De repente nadó a gran velocidad hacia Garou, Extendió sus manos derechas y con un simple toque pareció borrarle esa parte. Rozó solo uno de sus dedos y ese atravesó como si no hubiese nada, dejando daños graves en el torso del Fanthomless. Pues por donde cruzó el dedo, quedó la herida, lo atravesó como si se tratara de simple masa moldeable.
- ¡Agg! - Fue el leve quejido del afectado, quien abrió distancia con ella. No podemos atacar físicamente, parece invulnerable ante los golpes y un simple toque es mortal; debemos detruir el amuleto antes de que decida ir por la senda mortal, ella tratará de llevárselo al espacio para reunirse con su verdadero cuerpo.
Cambio...
Me encuentro observando los recuerdos de Katerei, no sé cómo es posible, pero estoy en ellos. - No lo entiendo hija, ¿por qué no abandonas ese cuerpo físico? Yo estoy encerrado, pero tú no - Dice Dadrev a la pequeña Katerei, de tan solo 5 años de edad.
- Quielo vel una cosa - Fue su infantil respuesta, me siento congelado ante lo que dice. ¿Qué razón tiene?
- ¿Es por ese niño del que me hablaste? El mezclado - Dice él, sabiendo perfectamente mi raza.
- Shi... quielo conoce'lo - Dice ella, mientras que Dadrev cepilla su cabello.
Un salto en el tiempo ocurre y empiezo a ver diferentes momentos importantes que simplemente no sabía, conversaciones que yo no debería conocer, pues me han sido ocultadas todo este tiempo. - Me parece increíble que seas de esa raza, ¿te gustaría ponerte a prueba con mi nieto? - Dice mi abuelo, con su rostro mostrando un carisma que no volví a ver con el tiempo. Fue cuando tenía nueve años, el primer encuentro que tuvimos, intelectual. Tras la prueba se me dijo que había ganado y me fui con el abuelo bastante contento.
- ¿Por qué lo dejaste ganar? - Pregunta Dadrev a la pequeña.
- Para que sea más seguro de sí mismo - Ahora los diálogos de Katerei eran más maduros, su cabello seguía igual de largo y su tamaño físico seguía en desarrollo. Yo tenía el cabello ligeramente largo y un traje casual.
- Para la próxima no lo dejes ganar, o podría volverse una mala persona -
El ambiente cambia nuevamente y esta vez tengo trece años, la batalla física está en progreso y cuando la Katerei de aquel entonces está por noquearme pronuncia unas palabras que en aquel momento no escuché. - Lo siento... - Su cabello ya es corto y usa un traje de combate; yo por otro lado tengo el cabello muy corto y el uniforme de educación física institucional.
Todo se distorciona, esta vez a un escenario mucho más reciente, Katerei se encuentra acompañada de su padre y están frente a mi abuelo Garou. Su rostro está lleno de preocupación, él se pone de rodillas frente a la peliplateada. No encuentro palabras para describir la situación y las anteriores que estoy viendo.
- Por favor... evita que desarrollen la "execración de la incoherencia"... terminarán destruyéndose a sí mismos... eres la única que conozco, con el poder de diezmar a todos los guerreros de "Maugna" por sí misma - Suplicando le agacha la cabeza, Katerei lo observa con esa mirada estoica.
- Lo haré, si "Nii" me acompaña... él dará solución a esto - Esas son sus palabras.
Hay otro escenario inmediatamente después, verdaderamente cercano a lo que acaba de ocurrir. - ¿Por qué te empeñas en permanecer encerrada en ese cuerpo?, eres libre de ir con los nuestros - Dice Dadrev con esa mirada de insistencia.
- No lo entenderías padre -
Luego de eso aparece el escenario de nuestra batalla más reciente, justo en el momento después de nuestra pelea, ella está hablando con su padre.
- Otra vez te dejaste ganar - Le reprocha su padre.
- Esta vez sí que necesita seguridad, lo estoy arrastrando a mi capricho... mi misión -
Nuevamente se diluyen los recuerdos y esta vez aparece ella hablando con Evilu.
- Sé que puede ganarte - Dice Katerei mientras disfruta de su recreo con la pelinegra. Se encuentran dentro del salón, sentadas en los puestos.
- ¿Por qué pones tanta fe en ese chico? Parece débil - Dice la Fanthomless de forma fría. Mientras bebe un refresco de uva.
- Él vendrá más fuerte la próxima vez... es así cuando está motivado - Al parecer es una conversación que se desarrolla después de mi derrota a manos de Evilu.
Las lágrimas me escapan de los ojos, no comprendo su fe en mí... ¿qué tengo de especial para ella? De repente aparece un libro entre mis recuerdos, ese libro de pasta roja. Amparador o devastador, él es afable.
Si deseo comprender mejor sus sentimientos, deberé leer aquel libro. Ese es mi último pensamiento, es entonces cuando despierto y vuelvo a ese mar profundo, miles de sirenas me rodean y las que está sujetándome están provocándome daño. Me muerden, arrañan y chupan la piel sin cesar, no es tan doloroso pues no estoy consciente del todo, más mi mente parece desvanecerse cada vez que lo hacen...