Atrayendo la peculiaridad [Basura]

Capítulo XLI

- Buen día Ni – Las palabras que entran por mis oídos provienen de nada más y nada menos que Jin, al saber que se estaba dirigiendo a mí, di un giro de 180 grados para verlo corriendo hacia donde yo me encuentro.

- Qué tal Jin, ¿cómo has estado? – Mi mención y respuesta son casi totalmente ignoradas cuando el chico de 1,75 metros de altura me toma de los hombros y empieza a sacudirme con gran fuerza.

- ¡Yo estoy bien!, la pregunta correcta es, ¿tú estás bien? – Lo dicho por el castaño aún no lo entiendo, pero de repente me percato de que mi cuerpo se encuentra casi totalmente restablecido; lo único que todavía conserva algún tipo que cubrimiento es mi ojo derecho, este debo mantenerlo oculto, podría ser sospechoso andar con un ojo exótico. En especial cuando Evilu tiene un diseño similar en su policromía.

- Pues sí, ya me encuentro mejor – Él de repente me da una mirada extrañada y entonces se aleja un poco, su mano ubicada en su mentón a modo de "chico pensante" me hace imaginar la excusa que se inventaron para justificar el terrible daño que yo había sufrido.

- Es increíble que ya te encuentres perfectamente, luego de haber sido arrollado por un vehículo fuera de control con una IA defectuosa – Me daban ganas de golpearme la frente, qué tipo de excusa es esa. Si bien es creíble debido al daño que yo sufrí, definitivamente en un suceso que fácilmente se puede cuestionar, ya que por lo general la IA nunca está sola, es normal que haya una persona dando órdenes, pero lo raro es que nadie lo ha cuestionado. Obviamente hay hilos de mi familia de por medio.

- Originalmente estaba a punto de morir, pero fui enviado a urgencias, donde ingresé directamente a la sala de reconstrucción inmediata – Jin por unos momentos abrió enormemente los ojos, de alguna manera me dan ganas de sonreír de manera triunfal, pero sería abusar de mi posición como miembro importante/heredero de la familia Katase.

- ¿¡Sabes lo costosa que es esa operación!? – Preguntaba exaltado el castaño, sin embargo, yo conservaba la calma, ya que era algo normal el tener ese tipo de servicios por parte de mi estirpe. Sin darnos cuenta de repente ya nos encontramos a las puertas del instituto, ambos dirigimos nuestra mirada al imponente recinto, después de unos instantes decido responder lo que él me preguntó.

- Sé que es costosa, pero no fue mi decisión el ser sometido a ella, es cosa de mi familia – Eso es todo lo que digo, el chico se quedó sin palabras; literalmente frente a él está una persona con una ascendencia económica simplemente invaluable, un niño rico, eso es lo que debe estar pensando.

- Veo que te recuperaste – Una voz fría se escurre por mis tímpanos, todas mis percepciones se detuvieron por unos segundos, mi campo de visión se movió de manera instintiva, y en mis ojos finalmente aprecié la figura que se dirigía a mí.

- Qué tal Evilu, ¿cómo te encuentras? –

Una ligera sonrisa apareció en sus labios, como si disfrutara el verme de nuevo, es como si ella quisiera iniciar en este mismo momento un nuevo encuentro; el ambiente se está poniendo pesado, incluso los transeúntes del lugar lo perciben y muchos se detienen a observar.

- Me encuentro muy bien, ¿y tú? – Esa su respuesta, siendo escoltada por una pregunta que se encuentra claramente enmarcada; después de todo, fue ella quien me envió directo a la sala de reconstrucción inmediata.

- Estoy mejor que nunca, espero que podamos tener otra charla en el futuro – Esa es la última línea que le digo antes de rotar mi vista hacia el instituto y nuevamente seguir con mi trayecto, dejando a la chica plantada y sin posibilidad de decir una respuesta en su habitual tono tranquilo y si exaltaciones.

...

En el aula de clase se levantaron muchas preguntas sobre mi estado, fue un tanto latoso el tener que dar respuesta, pero no había de otra, ya que así se calmarían todas las sospechas en el aula. Por otra parte, Katerei se la pasó ignorándome durante toda la clase, es como si no quisiera verme a la cara, pero la verdad es que no sé realmente que hice mal para que ella se pusiera en ese estado. El sexo es algo normal en los jóvenes.