Atrayendo la peculiaridad [Basura]

Capítulo LXII

Diversas explosiones ocurren por todo el lugar, Garou y yo no dejamos de atacar, ahora usando técnicas o habilidades a distancia, pero, todo parece ser devorado por la piel de la sirena. La cualidades de una singularidad o agujero negro se reflejan perfectamente en su ser, más con estos ataques al menos podemos llamar su atención, para que no abandone el planeta.
Garou se arroja hacia ella nuevamente, la masa que sostiene aumenta progresivamente de tamaño y consigue abarcar un área de 3 metros de diametro. Más su efecto no fue el esperado, la sirena pasó através de este, dejándole una perforación con su propia figura, todo su ser es destrucción.
Entre tanto, con mi mano derecha concentro la energía de la alabarda, en una esfera carmesí que crece gradualmente de acuerdo con la energía reunida. Esta tiene suficiente poder para destruir todo el pueblo si la arrojo de manera suelta, por ello debo crear una cúpula como barrera, para evitar la extensión del daño y concentrar el impacto en donde quiero.
El Fanthomless al ver su ataque inutilizado toma distancia, la cortina de humo que levantó no deja ver más que un brillo tenue de la sirena; sus ojos, alas y cola resaltan por su destello dorado. Lo único que hace es permanecer quieta cuando la atacamos, a sabiendas de que si lo desea puede destruirnos fácilmente. El anciano se libera de la armadura y empieza a reunir aura para otro modo de ataque.
De su piel empieza a liberarse un vapor rojo, bastante pronunciado en el color, es su sangre preparándose para un ataque mucho mayor.
- (Electric Storm) - El humo rodeó a la sirena y se convirtió en un tornado, que genera rayos cuyo epicentro de caída es la víctima en el ojo del huracán. Aprovechando la situación la bomba que sostengo ya está bastante cargada, por lo que la arrojo hacia el fenómeno artificial.
- (Antinatural bomb) - Cuando la luz roja llegó hasta su objetivo inmediatamente creé una cúpula de energía concentrada, que se extiende hacia arriba, pues si no le dejase una abertura de descompresión no aguantaría el estallido.
Un brillo escarlata nos cegó, pude sentir como la barrera fluctuó por la fuerza que había en el ataque, la boquilla de la barrera se escuentra a 450 metros de altura y por esta surgieron llamas que superan los 4700°C, tan brillantes que no pudieron evitar llamar la atención de toda la ciudad, pues su extensión ignífuga y su brillo hicieron que la noche se hiciera día por unos segundos muy largos, para quienes presenciaban el fenómeno.
Cuando el fuego en el cielo se extinguió, llovieron cenizas diminutas, el interior de la barrera aún no podía verse; más el suelo brillaba tenuemente, dando a entender que allí todo era lava ardiente. El silencio en todo el lugar se extendió, no ocurría nada, más no disipé la barrera por un sentimiento primitivo... miedo.
Un brillo dorado resaltó al otro lado de la barrera: cinco ojos, seis alas y una cola. Avanzó en silencio y tocó la cúpula, su cuerpo devoró lo que tocó y sin problemas la atravesó, quedando un agujero con la figura de la recién salida. Su rostro ilegible no me deja más que insertidumbre, hasta que me doy cuenta de algo, el amuleto no está en ninguna parte; este estaba pegado en el centro de su pecho, sin embargo, ahora no está.
La energía que libera de su cuerpo se revuelve con ira, empero, lentamente se extingue; los dos antebrazos extras se esfuman en el aire y las alas se apagan, desapareciendo. Los tres ojos extras en su rostro se cierran, la cola de casi 3 metros disminuye su tamaño y se separa en dos piernas normales; los senos se encogen dejando un pecho plano, las caderas disminuyen de tamaño y las costillas crecen levemente. Dejando una figura masculina flotante, el ambiente se aligera, todo lo que estaba flotando en un radio de 500 metros deja de hacerlo.
La piel deja de ser como un cristal rojo reflejando el universo, y regresa a su estado natural; lo único que permaneció tal cual fue el cabello, que creció considerablemente y se quedó así. Este también dejó ese aspecto cristalino que poseía y regresó al negro carbón.
Permanecía flotando en el aire, con los ojos inundados en ese color malva, sus ropas desaparecieron a totalidad. Garou se acercó a él, se retiró su yukata negro y se lo puso encima; para posteriormente tomarlo cargado como un bebé, luego lo acostó en el suelo seguro, pues la zona donde estaba antes era magma ardiente.
Me acerqué lentamente para verificar su estado, me sorprendí tanto como Garou, por toda su piel habían mordidas de aspecto humano, como si hubiera estado en una fiesta canibalista; está húmeda y fría, hay arañatazos profundos y succiones fuertes.
- Mientras luchabamos, él estaba en una pesadilla - Digo mientras que el abuelo del chico le verifica el pulso, no surge una sola palabra de su boca, pues parece enojado. Conozco la razón de su enojo, el amuleto que yo le di, es el causante de todo esto.
- ¿Qué demonios era ese amuleto? - Me pregunta con voz seria, aún sin voltear a verme, ya que es más importante el estado del chico. Varias personas empiezan a reunirse en los alrededores del templo, los que estaban aquí regresaron para comprobar la situación. Todos de cabellos negros y ojos rojos. Entre aquellos hay una chica muy hermosa que se me hace conocida, se arrodilla frente al chico y se pone a llorar en su pecho desnudo.
Todos los de la familia nos rodearon en un círculo curioso y ansioso, me decido a responder la pregunta del patriarca actual de la estirpe Katase. - Era un fragmento del meteorito que cayó hace un siglo, en el había propiedades sobrenaturales, más no creí que estuviera conectado con una Sirena de las Estrellas - Esa es mi única respuesta, no tengo más que añadir ante los hechos.
De repente, las heridas y moretones en el cuerpo del chico empiezan a sanar, un vapor casi invisible se levanta de su cuerpo; era la humedad secándose instantáneamente, todos estaban sorprendidos, regenerarse de esa manera es normal, pero, solo estando consciente y sabiendo cómo hacerlo.
- Creo que será mejor hacer un cambio de planes - Le digo a todos los presentes que saben de la situación, Garou me observa con un rostro cuestionante, por lo que contesto antes de que pregunte. - La Sirena de las Estrellas vendrá por él, entonces necesitará el poder para enfrentarla... - Los presentes hacen un silencio que deja espacio para mi siguiente línea. - ... Él deberá consumir la "execración de la incoherencia" -