Capítulo XLIV

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Afortunadamente la sucesión está en debate entre Luard, Izhabelle y mi madre, ya que son los directamente ligados al abuelo Garou. Es una suerte que el ya mencionado sea quien decida el heredero, siendo uno de los tres directos o los jóvenes prometedores.

... Un pequeño encuentro entre primos no será ningún inconveniente, al menos eso espero.

Me dispuse a abandonar las frías escaleras que se encuentran en las puertas del elegante instituto. Mis pensamientos siguen centrados en lo que podría venir a continuación, ya que ir a ese lugar solo con un mensaje de confirmación se hace bastante extraño.

Por lo que activo la sesión de mensajería de mis pupilentes y escribo un mensaje a partir de ondas cerebrales, ya que el teclado es inexistente en este medio.

- < No tengo transporte... > - Esa es mi respuesta para el mensaje, la razón es simple, están jodidamente lejos desde aquí; su hogar se encuentra cerca al templo del abuelo, lo que les ha dado mayor interacción con él, de hecho, son los más cercanos, cada que tienen oportunidad dan un paseo para visitar el templo. O al menos esa era la costumbre que tenían antes de que ocurriera la independización de Idhelia, no sé cómo son las cosas en este momento.

TIN~...TIN~...

Dos mensajes me llegan al pupilente, el primero que vi se trataba de la respuesta de mi prima, su forma de expresión simple encaja perfectamente con alguien que no está acostumbrado a los medios virtuales para comunicarse, eso se debe mayormente a la influencia de su madre, una tradicionalista, al igual que el abuelo Garou.

- < Ya había previsto ese hecho, por lo que ya envié un vehículo por ti, espéralo. Llegará en 20 minutos > –

Al parecer está decidida a que la reunión se dé, ¿qué tipo de truco es el que quiere enseñarme?, sea lo que sea creo que lo mejor será acceder; de lo contrario podría formarse una discordia, o mejor dicho, podría agraviarse, ya que existen ciertas asperezas entre mi madre y la suya. El segundo mensaje es por parte de un contacto que conozco, pero con el que nunca había tenido un chat, se trata K.T. "Katerei Tsubanekko", el mensaje escueto pone lo siguiente.

- < Ven a la cancha del instituto, quizá aprendas algo... > - Conociendo lo increíble que puede llegar a ser la heredera de la casa Tsubanekko di unos cuantos pasos para visualizar la cancha, allí se encontraban Katerei y... ¿Evilu?

Ambas visten en este momento prendas deportivas, y parecen a punto de iniciar algo. Esta sensación, me recuerda mucho al momento en que me enfrenté a Katerei, pero también al momento en que fui demolido por Evilu.

La peliplateada, sonrió. Al ver que yo ya estaba presente se miraron frente a frente de forma retadora, por lo que un solo pensamiento surcó mi cabeza antes de buscar un buen lugar para presenciar un encuentro que simplemente me pone de los nervios de la emoción.

... Van a pelear, que emocionante, ¿cuál de las dos saldrá victoriosa?

Ambas continuaban con la tensión del momento, es entonces cuando un pronunciamiento por parte de la pelinegra interrumpe todo.

- ¡La que gane tendrá derecho a gastar todo lo que haya en tu cartera! - Qué demonios, mi cartera es sagrada, aunque no saben que realmente se están quedando con un premio bajo, ya que no cargo mucho dinero en efectivo, por lo que me quedo tranquilo con el pronunciamiento y simplemente digo una propuesta como anexo.

- ¡Y la perdedora pondrá también de su dinero! – Ante lo último que dije la cara de Katerei se puso en blanco; la razón es simple, ella si carga bastante dinero en su cartera, el suficiente como para pagar las tres comidas del día de una persona normal.

La mirada de odio fue lo que siguió por parte de la peli plateada, ya que literalmente aumenté mucho más el riesgo de la apuesta, definitivamente estoy jodiendo sus ilusiones de arriesgar nada.

... Esto será muy interesante.

...

... ¿Qué es lo que me quieres mostrar Katerei?

Un suave pensamiento interrogante me ronda y tortura de manera leve, es como si no me dejara estar totalmente atento a mi alrededor.

- ¡Ni!... -

Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora