Capítulo LII

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- ... ¡Aught!... - Un largo y profundo suspiro me urge, tras este aparece una incesante tos que me desgarra la garganta. Al calmar un poco aquello me levanto de la cama, instantáneamente aparece un afilado dolor cerca de mi corazón, quizá una secuela de la pesadilla. Al mirar la zona dolorosa me di cuenta de que había marcas de uñas allí. La piel se me erizó al instante, palpé el lugar herido y el dolor punzante se materializó nuevamente.

Un fuerte mareo me hizo caer nuevamente a la cama, de repente nuevamente lo agobia aquella tos, esta vez mucho más fuerte que antes; hasta que finalmente emergió sangre, de su nariz también cayeron gotas de color carmesí, un prominente dolor le aplasta la cabeza. Todo se nubló de la nada y caí nuevamente, la inconsciencia amenaza con escaparse; los repiqueteos empezaron a sonar nuevamente, en puerta y ventana al mismo tiempo.

Las luces se encendían y apagaban por si solas, las lágrimas corrían por mi rostro a causa del sufrimiento. La cordura se encontraba al límite, intenté salir de la situación, más estaba inmóvil; fue entonces cuando pude ver algo atado en mi brazo izquierdo, se trataba del "Amuleto Oráculo", el brillo malva mostraba que sus efectos estaban activos, con dificultad moví la otra mano para ayudar a liberar el amarre y en cuanto pude todo el fenómeno paranormal se detuvo.

Me alejé del lugar donde estaba el collar, tambaleante llegué hasta la puerta y estuve a segundos de salir, pero decidí encarar el problema; ya no era una coincidencia, la piedra me estaba afectando durante las noches, no sabía cómo, sin embargo, lo hacía. Agarré la delgada cadena lo más alejado posible a la roca y lo envolví en una de mis camisetas, para posteriormente ponerlo en la maleta, junto a todo lo que estaba allí preparado.

No estoy en condiciones para evaluar la situación, hoy es un día muy importante y necesito permanecer sereno; caminé en silencio hasta la puerta, salí de allí y simplemente me di un baño. Dos o tres veces perdí el sentido del equilibrio, sin embargo, logré preservar la integridad de mi cuerpo, pues evité caídas mortales de forma adecuada: Arrojándome al suelo antes de caer por el mareo.

Pasados unos minutos ya me había arreglado, el dolor de cabeza y mareo no desaparecía; ni siquiera unas micros fueron capaces de eliminar por completo la sensación. Aun así, debo apurarme, el terreno debe ser preparado y la situación adecuada debe estar acorde al plan; el error está prohibido, pues recibiré mucha ayuda para esto.

Durante el desayuno no vi a Katerei, pregunté y me dijeron que ya había partido, por lo que salí apresurado; me precisa darle a conocer mi plan, para que su intervención no afecte lo que tengo pensado. Pasados unos segundos ya estaba agotado, pero, fue suficiente para alcanzar a la peli plateada.

- ¡Kate! - Exclamé tras estar lo suficientemente cerca, ella se giró con una mirada confusa, imagino que el verme agitado por realizar esfuerzo físico es un evento cataclísmico.

- ¡Ni!... ¿qué ocurre? - Su rostro se iluminó unos segundos, antes de tornarse seria, después de todo no es normal que yo me comunique con ella; lo hubiera hecho por vía pupilentes, más no es posible si ella no los usa casi nunca.

- Debo decirte que... ya tengo un plan... - La mirada de Katerei se tornó todavía más seria.

...

Las horas transcurrieron después de que revelé mi plan a la bella chica, durante el receso estuve organizando lo necesario en el campus institucional; utilizando unas cuantas piezas de circuito y cables todo quedó listo. Ahora estando en la última hora, solo puedo estar al pendiente de cuando lleguen los refuerzos, la mayor tensión en la institución ocurre en la última hora; ya que el estrés es mucho mayor y el cansancio empieza a atacar.

Disparos empezaron a resonar por todo el lugar, venían del patio por parte de un grupo de terroristas; neutralizaron al guardia de seguridad y penetraron las puertas de la institución, los estudiantes entraron en pánico de forma inmediata, de uno de mis bolsillos saqué un dispositivos con forma de control. Tras pulsar un pequeño botón lo solté en mitad del salón y una explosión de humo se generó.

Las toses se escuchaban por parte de los estudiantes y viendo que ya podía tomar cartas en el juego, utilicé telequinesia para sacar volando a Evilu por la ventana; al estar indefensa le fue imposible esquivar aquello, levité de inmediato tras ella, mientras que Katerei creó una cúpula para ocultar lo que está por pasar.

Cambio.

- ¡TODOS AL SUELO SI NO QUIEREN QUE LES VOLEMOS LA CABEZA! - Grité con voz intimidante, en todos mis años de servicio a la milicia; es la primera vez que debo fingir, junto a un pelotón entero, ser terrorista. Un chico musculoso intentó hacerse el valiente, pero, rápidamente lo neutralicé con la cacha de mi arma, no entiendo con qué fin debemos provocar terror en este lugar.

Por la ventana pude ver al segundo escuadrón, estos estaban fingiendo ser policías, obviamente siguiendo mis órdenes. El hacker me dijo que la operación tardara unos 30 minutos, por lo tanto debemos intimidar a los estudiantes de alguna manera.

- ¡ESCÚCHENME BIEN, REPARTO DE MOCOSOS!... ¡TENGO UNA BOMBA! - Saqué un prototipo de bomba, que solo tenía luces, pues su contenido era totalmente inofensivo, los suspiros de horror y retrocesos inconscientes aparecían paulatinamente. - ¡SI ALGUIEN SE MUEVE LA DETONARÉ! – Los pobres adolescentes solo permanecían quietos, con miedo de morir.

- ¡SOLO ES UNA BOMBA, PODEMOS CON ÉL! – El chico al que había golpeado hace unos momentos, ahora se estaba haciendo el valiente; más no duró demasiado su muestra de fortaleza.

- ¿Una? – De repente todos los miembros del pelotón sacaron bombas del mismo tipo, los estudiantes valerosos se arrinconaron detrás del resto y solo pudieron sentir más terror tras el último grito de mis hombres.

- ¡ESTE ES UN ATAQUE SUICIDA! -

Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora