Capítulo LIV

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El humo surgía a sus espaldas, acumulándose en el aire, sus ojos exorbitados debido su estado; Evilu tenía una sonrisa llena de locura, sus perfectos y relucientes dientes ahora eras cierras dignas de un tiburón. Su desnudez oculta por esa capa de sangre, me parece un espectáculo hermoso, los sentidos cuerdos a los que me aferro son difíciles de mantener.

Cada pensamiento en mi cabeza clama apareamiento, los dedos me tiemblan, mis dientes tiritan y la lengua no para de salivar. Ella inició su caminata de forma lenta y provocante, yo por el contrario me mantuve al margen, tratando de anticipar sus futuros movimientos; también me concentro en el resto de las trampas del escenario, unas camufladas y otras bajo tierra, pero, todas esperando a su potencial víctima.

En un veloz movimiento ella se posiciona frente a mí, por un instante me sorprendí, empero, inmediatamente reaccioné al ataque. Con las uñas pretendió cortarme el rostro, más no fue suficiente para lograrlo; la velocidad y reflejos que ahora poseo me brindan el apoyo que necesito. Solo bastó con que me apartase de la trayectoria, pero, no esperé que desde el antebrazo, Evilu generara unas enormes espinas que me terminaron por empalar el lado derecho del rostro.

Modifiqué mi brazo y lo hice cuchilla, provocándole un tajo horizontal al vientre, veo sangre por todos lados; la que me escurre de la cara y la que brota de sus entrañas. Su reacción fue nula, como si no hubiese sufrido dolor o daño por ello, en cambio, yo sí siento dolor y mi consciencia se dobla a partir de esto. Su otro brazo se convierte en una especie de tentáculo gigante, que termina en una afilada uña que funciona como arpón.

El serpentino movimiento me agarra con la guardia baja, a causa del dolor, puesto que no estoy acostumbrado y es fácil sentirme al borde de un desmayo tras cada ataque. El vientre me es atravesado de manera inclemente, incluso la columna se me destrozó; la sensación tormentosa es insoportable, náuseas acompañadas de un desaire, por unos momentos fugaces el sueño me tentaba. Desee por aquel tramo de tiempo que todo fuera una pesadilla, claro, hasta que recordé que he tenido peores experiencias en ese lado oscuro.

Cual golpe de racionalidad, fui capaz de tomar nuevamente el control de mi cuerpo, haciendo uso de un poderoso empuje de telequinesis creé distancia entre ambos. El dolor fue una caricia en comparación con lo que siento en el dorso; los músculos y órganos empezaron a reformarse, hasta que todo estaba en su estado original, mi sangre ahora tiene el mismo color de la que tiene Evilu.

De inmediato corrí tras ella, la IA en los pupilentes que estoy portando se prepara para accionar los otros juguetes, Evilu extendió sus dedos y estos se alargaron como lanzas; Me atravesaron irremediablemente, varios en el torso y otros en las extremidades; pero, mi intención era esa, pues se trataba de una simple distracción para lo que se oculta tras ella.

Varios microbots formaron lo que parece ser una torreta gigante, esta se encuentra cargada con una cantidad excesiva de balas anti-tanques; casi parece artillería contra barcos de combate. Los disparos iniciaron y yo hice uso de mis brazos, transformándolos en unas enormes tenazas; sin perder tiempo atrapé a la pelinegra y las explosiones iniciaron, mientras esto ocurría varios fluidos surgía de mi rostro: lágrimas, saliva, mocos, acné y sangre.

Imitaba lo que ella me mostró la primera vez que nos enfrentamos, pero a una escala mucho más alta, pues la concentración es varias veces mayor a lo que ella hizo. Teniendo el tamaño de mi cabeza simplemente frené el proceso de reunión y pasé a mantener la forma; haciendo lo que quiero con mis fluidos corporales, la energía que se me permite concentrar en este cúmulo es enorme, hasta siento que me estoy desgastando por ello.

Las explosiones no cesan en ningún momento, cientos de disparos ocurrían y la cortina de humo llameante crecía irremediablemente. Las tenazas eran duras, pero seguían siendo parte de mí, dolía sentir cada explosión en estas; por otro lado, los dedos alargados que tengo insertados en el cuerpo dejaron de responder. Posiblemente debido a que ella está concentrada en el daño recibido.

La coloración del cúmulo de agua fue un rojo brillante, casi como un rubí. Por lo que ese fue el nombre que le cedí, abusando de mi confianza le brindo una forma cristalizada similar a un diamante, apuntando la punta hacia mi oponente. Las ondas explosivas y el calor dejaron de crecer, lo que significa que las balas que había preparado se detuvieron; armé cada proyectil usando habilidades mentales y materiales que traje del exterior poco a poco. Cientos de microbots me ayudar, al igual que GG, pues fue quien los controló siguiendo mis órdenes.

Una de mis manos volvió a la normalidad, la transformé en una cuchilla y corté los dedos que me apuñalaban. De manera increíble mi cuerpo absorbió estos falanges, como si fuesen nutritivos en algún sentido. El humo se despejó y tras ello visualicé a Evilu, con la piel modificada y pareciendo la coraza de algún animal, como si se tratase de un exoesqueleto. Además, de su espalda crecía una protuberancia que cumplía el papel de escudo.

Con una forma similar al caparazón de un caracol, se encontraba bastante dañado, lo que me confirma que el daño fue efectivo. Estoy comprobando en carne propia que el daño que se recibe es proporcional, si esa formación vuelve a su cuerpo le compartirá los daños que haya sufrido, más si lo corta perderá fuerzas, los pros y los contras me son cada vez más claros, pues me sentí levemente cansado tras regresar mi mano a la normalidad.

Su cuerpo está estático, debido a la nueva forma que tomó como defensa, o al menos eso parecía. Pues no tardó mucho en efectuar un movimiento que ya había visto antes. Abrió su boca y la lengua surgió como una lanza. Es entonces cuando mi Dragón se manifestó nuevamente, mordiendo y cercenando el músculo flexible. El poder que ahora poseo me permite dominar de mejor manera la telequinesis, con más potencia y menos repercusiones.

Apunté el diamante rojo, cuyo nombre será "(Explosive Ruby)" y lo disparé sin vacilar ni un poco. Debo aprovechar cada apertura que ella me regala, si bien me tuvo compasión cuando luchamos la primera vez, no puedo permitirme hacer lo mismo. Tengo un límite de tiempo, antes de que llegue la policía de verdad y los soldados encubiertos deban retirarse fingiendo rendición. Es entonces cuando los estudiantes se sentirán seguros y aliviados; por lo que perderé todo el poder acumulado.

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*BOOOOOOOOOOOM*

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Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora