Atrayendo la peculiaridad [Basura]

Capítulo LXXV

Minuto tras minuto, los nervios aumentan, todos estamos resguardados; esperando, y hubiera podido salir perfecto, de no ser por ese entrometido. - ¿¿¿...??? - Una voz masculina se escuchó cerca de nosotros, las mujeres de inmediato se pusieron nerviosas, como si supueran a la perfección de quién se trata. Un monstruo que atormenta a las mujeres de mi especie.
- Es Dilariam Maritavius, viene por esclavas para venderlas - Quien me habla al oído es Yarah, la madre de aquel chico, y quien me ha ayudado a traducir las ideas del plan; una parte esencial que sin querer obtuve. Ese sujeto ronda los alrededores, haciendo preguntas ligeramente preocupadas, pues su zona de producción está desaparecida.
- Yo me encargaré de él... ustedes quédense aquí y esperen mi señal - Ante lo que digo, la mujer traduce a todos, con un asentimiento general por parte de los refugiados y futuros revolucionarios, me dirijo al lugar donde se encuentra ese sujeto; el aura que desprende me deja saber de inmediato que es fuerte, no tanto como Evilu, sin embargo, es suficiente para derrotarme en el estado de Consternación normal.
Pensando en tomar ventaja del terreno, creo una barrera que no supera la altura de los techos de las casas, abarcando un radio de 30 metros. Es probable que intente escapar si es un cobarde, aunque en este planeta eso es algo que no sienten ni siquiera los más débiles, cada persona libera un semblante agresivo y retador.
Sabiendo que podrían detectarnos, comprimo la energía que usaré, únicamente la telequinética; él camina de manera errática, escudriñando de vivienda en vivienda, hasta que finalmente choca con el muro invisible. Yo estoy a solo unos pasos de él, pero, al parecer ya me pudo detectar. - ¿¿¿...??? - No sé lo que dice, más no deja de observar hacia donde yo me encuentro.
Hace unos segundos liberé mis cuatro proyecciones, y las esparcí por toda la zona. Todos tienen una atenta mirada puesta en lo que yo haga, para que cuando el momento lo requiera, puedan sustituirme y ponerme a salvo. - No sé lo que dices, así que no vale la pena intentar hablar - Uso palabras algo burleteras, aún ocultándome detrás de una de las casas de la zona.
Él se ríe, durante mucho tiempo, luego de eso me responde. - Deberías saber que aquí se habla nuestro idioma, no el de esos sacos de carne uniformes - Sabiendo que puede hablar español, salgo de mi refugio, si es posible ganar tiempo sin luchar, podría ser beneficioso. Debo alargar esto la mayor cantidad de tiempo posible; no puedo cansarme demasiado, en palabras de Dadrev debo mantenerme cuerdo, por si debo absorber el miedo, lograr asimilarlo. Pues será generado por un monstruo que nos ayudará y no debemos temerle.
- Lo siento mucho, pero, no nací aquí - Ante mis palabras él ríe, de una forma tan desagradable, que por poco me genera náuseas. Su ropa difiere demasiado con respecto a la que poseen los "Esclavos". Pues se trata de un manto rojo, que cubre ropas negras con brillantes joyas; en su rostro hay algo interesante, se trata de un accesorio metálico, con forma de hilos dorados que rodean la parte derecha de su cara y rodea su frente por completo.
- Entonces solo hay dos opciones, eres hijo de un exiliado o de una peculiaridad... o ¿acaso se trata de ambos? - Él me rodea con curia, una mirada de malicia está en su rostro. - Pareces un espécimen frágil, pero, eres bastante hermoso para ser macho. Hay quienes pagarían bien por ti - Un escalofrío me ocupa toda la columna, eso suena peor que ser atormentado por el "Monstruo" de las estrellas.
- Debo declinar tu oferta, no soy un esclavo que puedas moldear a tu antojo - Dilariam avanza hacia mí, tratando de ponerme contra una esquina; sin embargo, evito esto a toda costa, no tengo intenciones de ser usado como objeto sexual. Él se divierte, pues tiene toda una vida para atraparme, literalmente, los lapsos de vida que tienen son extensos.
- Si te entregas voluntariamente quizá te deje para mí, soy bastante amable, de hecho, esto me está excitando - Mi rostro por poco se distorciona al miedo, este sujeto definitivamente da terror; es de esos que te violan a la primera posición posible. - Me recuerdas a una hembra de esta zona, resistiéndose inútilmente... ¿acaso debo tratarte igual y golpearte para que accedas? - Ante lo que dice me da algo de ira, y decir que hice exactamente lo mismo con Evilu, me da rabia e impotencia saber que hace esto con cualquiera que es más débil.
Sabe lo que puede llegar a hacer, tiene lo necesario para derrotarme en este estado; si bien es mucho más débil que el abuelo, hay que resaltar que probablemente no se contendrá. En el momento menos esperado corre hacia mí, es entonces cuando lo que veo se desvanece y cambia sin aviso, las proyecciones saben lo peligroso que es el ser atrapado.
- Al parecer será más divertido de lo que pensé - Un inexplicable miedo me surge al pensar en ese sujeto, no debería ser demasiado raro, esto es otro planeta; otra moral rige, aunque en términos correctos, no es tan diferente, varios monstruos habitan mi mundo y pueden llegar a ser peores. - Me recuerdas a un par de chicas que se me escaparon hace unos años, peculiaridades interesantes si me permites decirlo - Permanezco en silencio, aún sabiendo lo que él está diciendo. - Ambas pernecían a esta zona, pero, extrañamente nacieron siendo Bélicas, teniendo padre y madre Consterna -
Sus pasos se aproximan a mí, lentos y juguetones. - Lo extraño es que siento su aroma en ti, gracias a su poder lograron irse al planeta azul. ¿Las conoces? Su linaje es "Rapisu" - Cuando dijo aquello todo encajó, ahora sé porqué las dos deseaban que este plan fuera exitoso, nacieron siendo de la clase más baja. Evilu y Himeko son peculiaridades que rompieron el sistema y escaparon de la clasificación seleccionada.
- Es verdad que las conozco, ¿por qué lo preguntas? - Arrojé la pregunta con aire de burla, sin embargo, la energía dentro de él aumentó precipitadamente, y se movió nuevamente en mi contra. Afortunadamente las proyecciones hicieron su trabajo otra vez. Él parecía enojado ante mis palabras, es entonces cuando un mal presentimiento me pasa por la cabeza, la idea de que él lo sepa.
- ¿¡Acaso las derrotaste como macho!? - Su cabales ahora sí que se perdieron, la energía que libera hace que todo el ambiente se sienta mucho más pesado. Definitivamente va enserio esta vez, por lo que decido disparar mi energía Consterna a su máximo esplendor, sin ayudas lógicamente, es necesario darle cara mientras llegan Kate y su padre. - ¿¡Cómo... CÓMO ES POSIBLE QUE LAS DERROTARAS CON ESE PODER TAN LEVE!? - Corrió hacia mí, nuevamente me desvanecí en el aire antes de que me golpeara.
Del suelo hice que surgieran brazos con aspecto sangriento, que atrapan sus piernas; él se enfurece y después se calma. - Será más satisfactorio tenerte, sabiendo que tuviste a una de las dos - Su rostro es mórbido, y solo me causa repugnancia. La suficiente como para que decida matarlo aquí mismo, por mí, por Evilu, por Himeko y por todos los miembros de la clase Consterna. Será por todos.
... Qué desagradable monstruo, más no puedo tomarlo a la ligera; ya que su energía demuestra que es el doble de fuerte que yo. Pero, estaba en las mismas condiciones cuando enfrenté a Evilu, era el doble de fuerte o quizá más, y aún así el impacto correcto la derribó.