Capítulo LXVIII

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Un paso tras otro me aproximo al templo de mi abuelo, usar mi propia energía me ha ayudado a sentir la de otros, el aura de Garou es gigantesca, si hago una comparación con respecto a cuando enfrenté a Evilu usando el miedo de toda la academia a favor; todavía sería comparar una taza de agua caliente contra un volcán en proceso de erupción.
Tras cruzar el torii, puedo ver al anciano, esperándome con un rostro bastante serio. - Echaste a perder la oportunidad de entrar al tajo - Palabras serias son pronunciadas por su parte, la presión a su alrededor es pesada, es el único que se encuentra en el templo. La hora en mis pupilentes indica que son las 11:55 PM.
- Es verdad que al parecer me desvié un poco del sentido que tenía la misión... - Por unos segundos cierro los ojos, la energía en mi cuerpo se concentra un poco, dándome determinación. - ... Pero, no creas que me rendí - Aproximo los pasos hacia el hombre mayor, su mirada se encuentra fruncida; la energía que yo desprendo, es diez veces menor, a la que tenía cuando enfrenté a Evilu. Sin embargo, lo que me da seguridad ante esta poca cantidad de energía, es que es totalmente mía.
Sin necesidad de infundir miedo o transformarme puedo desprender esta aura, gracias a ser forzado a adaptar tanto poder en mí cuerpo. Es extraño, desde que me desmayé en la fiesta de Idhelia, los dolores de cabeza que constantemente me azotaban por usar un poco mi poder desaparecieron. La potencia de mi telequinesis también aumentó bastante y mi propio cuerpo físicamente ha mejorado su condición.
El abuelo también se acerca a mí, su cabello flota contra la gravedad, casi puedo sentir su deseo por golpearme; No tuve que esperar demasiado, pues él de repente corrió hacia mí, la grotesca velocidad me tomó por sorpresa, pero esta sorpresa no me dejó desprotegido. Mi telequinesia se encendió a todo motor y me hizo elevar por los cielos, esquivando por ende un peligro inminente.
Garou permaneció en el mismo sitio donde yo estaba antes, para posteriormente desaparecer entre el sonar del viento, mis ojos no pueden encontrarlo de ninguna manera; más mis sentidos lo ubican a una extraordinaria velocidad, lo que me permite evadir nuevamente, incluso antes de que su impacto llegue. Tratando de adoptar una postura de contra-ataque creo al (Dragón) para que me cubra, este aparentemente aumentó de tamaño casi al triple de lo que era antes.
Midiendo ahora más de 100 metros de longitud, y la amplitud de su mandíbula puede llegar fácilmente a los 40 metros. Los chispeos que desprende se notan peligrosos, el voltaje que pueden alcanzar quizá sea mortal para un humano. - Tus capacidades son mucho más altas que antes... pero, no son suficientes para ganar contra mí - En el medio de sus palabras mi Dragón se aproxima hacia él.
La velocidad es vertiginosa, casi podría afirmar que es acerca a los 2 mach. Cruzando mis sentidos a través del escamoso reptil electromagnético me doy cuenta de que Garou esquivó el ataque. Siendo incluso alguien senil es bastante veloz, ¿no debería acaso caminar con un bastón?
... 95%
Aún estando tan alto el porcentaje mi cabeza no explota de dolor, sería muy valioso para mí el conocer los límites que ahora poseo. Cierro los ojos con total lentitud, mis sentidos ubican al abuelo algo retirado, excento de movimientos como si esperase algo, los porcentajes suben y suben sin detenerse; y me doy cuenta de hasta donde puedo llegar cuando el dolor aparece nuevamente.
... 250%
Puedo sentir cómo nuevos mandos se desbloquean para mí. De mi interior surgió una copia mía, al parecer invisible para todos, a excepción de su usuario, o sea yo; La conexión que tengo con él es increíble, como si me permitiese intercambiar lugar con él.
Sin previo aviso me teletransporto al lugar donde se encontraba mi (Proyección), mareó un poco, más es una habilidad demasiado útil. Donde se encuentra el cuerpo intangible puedo moverme, no sé el límite, pero, lentamente comprenderé hasta donde puedo emplearlo.
De mi interior surgen más de estos, hasta llegar a un total de cuatro; las estrategias que puedo crear con ellos podrían ser interesantes. Las (Proyecciones) se distribuyen por toda la zona de combate y tras concentrarme soy capaz de crear más dragones, dos más del mismo tamaño.
Los envío a atacar al anciano, este los evade, superando por mucho la velocidad súper-sónica de las creaciones; cuán alta ha de ser su velocidad para que no sufra ningún impacto por ello, si bien me encuentro suspendido a 50 metros de la superficie, puedo sentir el peligro latente en todo momento, si Garou quisiera podría atacarme y dejarme inconsciente o incluso muerto.
- ¿Por qué no vienes tú a luchar? - Arroja la pregunta, no doy respuesta ante ello, si quiero volver a ser el de antes, debo empezar por la precaución. Es algo que dejé de lado al confiarme en que podría ganar, de alguna manera me sentía invencible; debo volver a ser cauto, preservar el valor de mi vida por encima de la batalla. El viejo desaparece, en milisegundos siento su aproximación hacia mí, y justo cuando me encuentro en peligro inminente, activo en intercambio con las proyecciones, dejando al abuelo sorprendido, pues terminó golpeando el aire.
Nuevamente lo intenta e inevitablemente falla, dos o tres veces más lo intentó, como tratando de ver el truco; hasta que prefirió el detenerse para analizar la situación. - Tal vez sí tienes posibilidades, más no creas que solo te bastará con trucos y cortinas de humo - Dice mi abuelo, mientras decide bajar la guardia, si bien ya no desea continuar el ataque, tal vez le demostré que si puedo continuar con el "reto".
... Uno menos, faltan dos más, o quizá tres.
Es mi pensar al recordar a esa tal Himeko, que resultó ser hermana de Evilu, no sabría decir si mayor o menor, pues puede cambiar su apariencia física si lo desea. Pero, por quien debo ir ahora mismo es con Katerei, es la más importante para esto; si mal no recuerdo, en las visiones que tuve mientras quedé inconsciente ella es algo así como "Súper poderosa".
... He vuelto, mejor que nunca.

Atrayendo la peculiaridad [Basura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora